Las tapas de los diarios difundieron ayer la noticia de la muerte de Claudia Ovejero, de 41 años, alcanzada por las balas de la Policía bonaerense durante un enfrentamiento con ladrones en el barrio porteño de La Boca la noche anterior. La muerte develó la impunidad de las fuerzas de seguridad que coordina Ritondo, no sólo para abrir fuego en una zona de alta densidad poblacional, sino también para transgredir su propia jurisdicción e iniciar una balacera en territorio correspondiente al gobierno de la Ciudad. A su vez, ante el reclamo de los vecinos por el accionar que provocó dos mujeres heridas de gravedad, la Policía de la Ciudad decidió reprimir en el mismo barrio con balas de goma.
“La Policía de la Provincia ingresó en la Boca disparando y no aflojó hasta entrada la medianoche”, dijo a Contexto Luciano Álvarez, vecino y referente de la Cooperativa Los Pibes, cuya sede se ubica en el centro de los hechos ocurridos la noche del martes en La Boca. La versión coincide con las que circularon ayer en todos los medios que publicaron el suceso desarrollado entre las calles Gregorio Aráoz de Lamadrid y Ministro Brin.
“En algún momento el auto de los delincuentes quedó varado a cien metros de la zona y la Policía se concentró en reprimir estrictamente a los vecinos de la zona. Hay una vecina herida de gravedad con una bala alojada en el pulmón”, agregó Álvarez, quien señaló que hay vecinos con heridas de perdigón en las piernas y brazos. “Al enterarse la gente del barrio de que habían dos heridas, hubo una huelga en la zona donde le pidieron a la Policía que se retire y deje de agredir. Lejos de retirarse, la Policía comenzó a reprimir con balas de goma a la gente que estaba por la zona, a esa hora hay mucha gente en la calle”.
La gravedad del accionar de las fuerzas de seguridad puso el foco sobre los índices de violencia institucional desde la llegada de Cambiemos al poder que, según organismos especializados, han recrudecido. “Esto es una muestra más de fuerzas de seguridad liberadas y sostenidas por las palabras de los funcionarios de Cambiemos. No me sorprende que esto suceda días después de que la ministra Bullrich afirme que las fuerza tienen la ‘función de reprimir’”, dijo a Contexto la abogada del Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos (CEPOC), Claudia Cesaroni, quien explicó que “no es la primera vez” que, en el marco de una persecución, se desencadena una tragedia “infinitamente peor”.
“No deberían morir por balas policiales ni las personas detenidas, ni personas que se encuentran en la zona del lugar. Es importante decirlo porque a veces se acepta que la Policía pueda dispararle a alguien por sólo estar persiguiéndolo. Todo es grave”, dijo Cesaroni, y agregó: “Desde el CEPOC registramos los casos de violencia policial desde principios de 2016. Hemos visto que se produjo un aumento brutal de la violencia institucional. Las fuerzas se sienten liberadas y apoyadas para actuar con este nivel de impunidad, y por supuesto que eso tiene que ver con las políticas en general de Cambiemos. Una política de ajuste, de carácter autoritario y que persigue a una parte de la población por su posición ideológica, evidentemente, construye enemigos y una forma de acción represiva”.
Por su parte, la senadora del Frente para la Victoria Mónica Macha responsabilizó al Ejecutivo por la actuación de la Policía en la persecución que terminó con la muerte de una mujer: “La actuación de la Policía bonaerense y de la Policía de la Ciudad fue un desastre total. Supuestamente estaban persiguiendo a delincuentes pero lo que hicieron fue de un peligro y de una violencia tremenda: la Policía mató a una mujer que estaba sentada en la puerta de su casa e hirió gravemente a otra”, enfatizó Macha. La legisladora agregó: “Como si fuera poco, después reprimieron a los vecinos y vecinas que salieron a quejarse y tratar de detener a la Policía”.
La legisladora presentó ayer un proyecto en el Senado bonaerense para repudiar y alertar sobre el accionar de las fuerzas de seguridad de la provincia de Buenos Aires.