Tras doce años al frente del Estado Plurinacional de Bolivia, el presidente Evo Morales se consolida como uno de los mayores referentes regionales. El enfrentamiento con el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas –que era presidido por el norteamericano– mostró una clara postura en defensa de la autodeterminación de los pueblos, la soberanía y el respeto al derecho internacional.
El modelo boliviano no sólo se consolida desde una sólida postura ideológica. Tanto las cifras oficiales como las de los organismos internacionales reflejan el marcado avance en salud, educación, distribución de la riqueza, crecimiento, generación de empleo, como así también en las políticas de inclusión de las mujeres y de los miembros de los pueblos originarios en la vida social y política boliviana.
Según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se redujo el desempleo hasta llegar al 4,5% en 2017, lo que puso a Bolivia como el país con menor tasa de desocupación de toda la región.
La recuperación para el Estado de la explotación de los recursos naturales de los bolivianos, que se encontraban en manos de empresas extranjeras, sumada a la aprobación y la implementación de leyes que permitieran consolidar un modelo social y político soberano e inclusivo, fueron las bases para el contundente giro dado en Bolivia.
Desde la llegada de Evo Morales a la presidencia se crearon más de 243 mil empresas. Según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se redujo el desempleo hasta llegar al 4,5% en 2017, lo que puso a Bolivia como el país con menor tasa de desocupación de toda la región. Según el estudio del BID, el gobierno de Bolivia no sólo bajo la desocupación, sino que también disminuyó la desigualdad en un 28%.
Diversos estudios indican que en 2006 la pobreza representaba el 59,9% de la población, y logró reducirse al 36% según la medición realizada en 2017. De igual manera, la pobreza extrema, que era del 36,4%, se redujo al 17,1%.
La distribución de la riqueza permitió que entre 2005 y 2017 la clase media aumentara en más de 3 millones de personas, pasando del 35% de la sociedad al 58%, mientras que la clase baja se redujo del 61 al 37%.
en 2006 la pobreza representaba el 59,9% de la población, y logró reducirse al 36% según la medición realizada en 2017. De igual manera, la pobreza extrema, que era del 36,4%, se redujo al 17,1%.
Durante los últimos cuatro años Bolivia lideró el crecimiento de la región, con un promedio del 5% anual. Según las proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), también durante 2018 encabezará el crecimiento económico regional con un 4% –otras proyecciones indican que ese crecimiento incluso podría ser aún superior y alcanzar el 4,8%–.
En lo que respecta a la salud, sin dudas el logro más destacado se refleja en la reducción de la mortalidad infantil en un 52%. Los datos indican que en 2008 la mortalidad infantil era de 50 cada mil niños nacidos vivos, mientras que en 2016 se alcanzó la cifra de 24 cada mil niños nacidos vivos –números que se espera sigan en reducción–.
En educación, los datos muestran que antes de la llegada de Evo Morales al gobierno la tasa de analfabetismo era del 23%, mientras que en 2017 ese número bajó al 2,7%. En esta marcada reducción, la implementación del programa cubano de alfabetización “Yo, sí puedo” fue fundamental.
Los datos indican que en 2008 la mortalidad infantil era de 50 cada mil niños nacidos vivos, en 2016 se alcanzó la cifra de 24 cada mil niños nacidos vivos.
Las políticas inclusivas han llevado a un marcado aumento de la participación de las mujeres en la vida política y social del país. Antes de la llegada de Evo Morales a la presidencia, sólo el 9,8% de las mujeres eran propietarias de tierras; en la actualidad ese número subió al 45%. De igual manera, la participación de la mujer en la vida política aumentó, al punto de que el Congreso boliviano cuenta con un 53% de mujeres en su composición –superando ampliamente los números de participación de la mayoría de los países de la región e incluso de Europa–.
el Congreso boliviano cuenta con un 53% de mujeres en su composición –superando ampliamente los números de participación de la mayoría de los países de la región e incluso de Europa–.
Ampliación de derechos, políticas soberanas e inclusivas, crecimiento económico y distribución de la riqueza son algunos de los aspectos que caracterizan al modelo implementado por Evo Morales en Bolivia, un modelo que la mayoría de los medios hegemónicos prefiere ignorar.