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La condena a Lula: un paso hacia la proscripción y una cortina de humo para Temer

Este miércoles, el juez Sergio Moro condenó a 9 años y medio de prisión, e inhabilitó por 19 años para ocupar cargos públicos, al ex presidente de Brasil, Luiz Inacio “Lula” Da Silva. La condena de primera instancia puede ser apelada y se da pocas horas después de que el Senado de Brasil aprobara la reforma laboral impulsada por el mandatario golpista, Michel Temer. La nueva normativa concitaba las miradas de los medios de comunicación brasileros y extranjeros, pero el fallo contra Lula cambió el foco de atención.

Lula fue acusado de haber recibido un departamento como pago de un soborno en el marco de lo que se conoce como el caso Lava Jato. La acusación y la condena se basan solo en testimonios ya que el ex mandatario ha negado una y otra vez que el departamento en cuestión le pertenezca y tampoco se presentó prueba alguna de ello ya que el inmueble tampoco se encuentra a nombre de Lula.

Con solo la palabra de un grupo de supuestos “testigos”, el brazo mediáitco-judicial sale al ruedo y da el primer paso para la proscripción y que el ex presidente no pueda presentarse a unas elecciones que todo indica, ganaría en primera vuelta.

A catorce meses para las elecciones presidenciales, según indica la mayoría de las encuestas, Lula encabeza la intención de voto de los brasileños.

Al igual que sucede en Argentina, con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y en Paraguay, con el  ex mandatario Fernando Lugo, la derecha en Brasil ahora intenta jugar la carta de la proscripción.

Cristina Fernández de Kirchner, encabeza la intención de voto para las legislativas 2017 y se perfila como la más importante referente de la oposición al gobierno neoliberal de Mauricio Macri. Lo que la proyecta con amplias posibilidades para las elecciones presidenciales de 2019.

Por su parte,  Fernando Lugo también lidera las encuestas en Paraguay para las elecciones presidenciales de 2018. En recientes declaraciones a diario Contexto, el parlamentario del Mercosur por Paraguay, Ricardo Canese aseguró que “hoy Lugo tiene una intención de voto superior a la que tuvo cuando ganó las elecciones. Las encuestas indican que está por encima del 50%, y cuando ganó lo hizo con el 41%. La popularidad de Fernando Lugo es mayor por una razón muy simple: la gente comprobó que los Gobiernos neoliberales no le traen ninguna la solución. La salud, la educación, el empleo, todo está peor ahora. La gente tiene un razonamiento muy simple: ‘con Lugo estábamos mejor’. Por eso la oligarquía ahora quiere proscribirlo. Aunque el momento para eventuales impugnaciones es en enero de 2018, ya emitieron un fallo diciendo que él no puede ser candidato. Es como si un árbitro sacara una tarjeta roja antes de que empiece el partido”.

El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, fue uno de los primeros en solidarizarse con Lula.

Morales escribió en la red social Twitter: “Al hermano Lula Da Silva nuestro apoyo en esta cacería de brujas, decirle que con el respaldo de su pueblo saldrá adelante #LulaInocente

Luego agregó: “Quieren proscribir al hermano Lula, la oligarquía brasileña tiene miedo de su liderazgo y presencia en la Patria Grande #LulaInocente”.

“Un golpe judicial al hermano Lula, candidato potencial que garantizaba la victoria del pueblo brasileño. Toda nuestra solidaridad”, escribió el mandatario boliviano.

Por el momento, el fallo del juez Moro ha cumplido su primero objetivo: crear una cortina de humo que oculte momentáneamente la salvaje reforma laboral de Temer (pero el humo se dispersa y será difícil contener la protesta social frente a tremenda aberración).

El segundo de los objetivos es proscribir a Lula. El tiempo dirá si logran concretarlo y sacan de la escena al principal representante de los sectores más vulnerables de Brasil o si Lula logro sortear esta nueva injusticia en su contra.

 

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