En medio del parate económico que provocó la pandemia del COVID-19, la CTA de los Trabajadores propuso generar un fondo económico solidario a partir del aporte de sus afiliados y pidió, asimismo, que los grandes empresarios del país hagan una contribución del 1,5% de su patrimonio para robustecer las arcas del Estado destinadas al sistema de salud.
La central que conduce Hugo Yasky sugirió al gobierno que el «poderoso núcleo del empresariado» que resultó favorecido por el modelo macrista de «concentración económica», «especulación financiera» y «ganancias dolarizadas en paraísos fiscales» aporte el 1,5% de sus fortunas personales, «valuadas en conjunto en 70.040 millones de dólares».
Indicaron en un comunicado que si las cincuenta personas más ricas del país (según un listado de la revista FORBES) destinan ese porcentaje, se reuniría un fondo de 1.050 millones de dólares que serviría para «adquirir 90.000 respiradores o 50.000 equipos para test de coronavirus o poco más de 1.000.000 de internaciones en terapia intensiva».
El gobierno implementó una serie de medidas de alivio económico que comenzó por beneficiarios de programas sociales, jubilados y monotributistas. «La paralización de la actividad económica debida a las restricciones a la circulación impacta de lleno en los sectores de la población cuyo sustento diario exige salir a la calle», afirmaron. Y añadieron que para contribuir con esos sectores, «esa parte de nuestra población no puede soportar el aislamiento sin asistencia directa de un Estado que ha sido desfinanciado hasta el agotamiento por las políticas del anterior gobierno».
La central obrera apoyó los «resguardos importantes» que implementó el gobierno para proteger la salud, el empleo y los ingresos de la población, y contrapuso la situación del COVID-19 en Argentina con los desmadres en Estados Unidos, Brasil y Ecuador, «cuyos gobiernos impusieron la lógica del darwinismo social con las consecuencias dramáticas que hoy estamos viendo».
Enfatizaron que urge que los grandes empresarios hagan un «mayor esfuerzo». «Los que acumularon fortunas personales y tienen cuantiosos recursos en paraísos fiscales, que están dolarizados y han llevado el dinero fuera del país, tienen que estar en condiciones de hacer un esfuerzo, como estamos dispuestos a hacerlo nosotros», afirmó Hugo Yasky.
Argentina se encuentra entre los cinco países con mayor evasión fiscal del mundo. De acuerdo con estimaciones del Instituto Mundial de Investigaciones para el Desarrollo de la Universidad de las Naciones Unidas en Tokio, representa el 4,4% de su PBI, lo que equivale a 20.000 millones de dólares.
La investigación de los Panama Papers hizo público que figuraban empresas fantasmas de numerosos empresarios argentinos. Entre ellos, Héctor Magnetto, Gregorio Pérez Companc, Carlos Blaquier, Alfredo Coto, Eduardo Eurnekian y Claudio Bellocopit.