El índice de precios al consumidor volvió a mostrar una fuerte alza en los precios, del 20,6 % en el primer mes del año, y alcanzó los 254,2 puntos porcentuales en términos interanuales. El dato implicó una leve baja respecto del pico de diciembre, que había alcanzado el 25,5 % tras la devaluación anunciada por Luis Caputo a poco de asumir el gobierno Javier Milei.
Según el informe difundido por el INDEC, el bloque de mayores incrementos fue el de bienes y servicios varios, con un 44,4 % de aumento; seguido por transporte (26,3 %), impulsado por el tarifazo en el transporte público y el impacto de los aumentos de combustibles; y comunicación, con una suba del 25,1 % producto del aumento en servicios telefónicos y de internet.
El segmento de alimentos y bebidas no alcohólicas (de mayor ponderación en la confección de estadísticas sobre pobreza e indigencia) fue el que más incidencia tuvo en todas las regiones, y se ubicó por debajo del promedio general, con un 20,4 %.
Las divisiones de prendas de vestir y calzado (11,9 %) y educación (0,9 %) fueron las que menores aumentos tuvieron en enero.
Según el informe del organismo estadístico, la desagregación por categorías señala que los precios regulados fueron los que mayores incrementos tuvieron en el primer mes del año (26,6 %), mientras que la inflación núcleo (que no toma en cuenta productos estacionales ni los que tienen alguna regulación) fue del 20,2 %.
A los aumentos de enero, que estuvieron concentrados en servicios de transporte y combustibles, todavía falta agregar para los registros de los meses siguientes los aumentos tarifarios que se están discutiendo para los servicios públicos, que volverán a tener incidencia en el registro inflacionario.
En el Gobierno celebraron, a pesar del altísimo número de enero, ya que supone una leve baja respecto del 25,5 % que había registrado el índice en diciembre. Desde el Ministerio de Economía destacaron que la baja fue más acentuada de lo esperado, pero señalaron que “el número de enero todavía tiene implícito un elevado arrastre estadístico de diciembre, derivado del overhang (excedente) monetario heredado y el sinceramiento de precios relativos en la primera semana de la administración actual”.