A dos semanas de llevarse adelante las elecciones generales de medio término, un nutrido sector disidente de la juventud radical de La Plata decidió iniciar una «rebelión» y se dispone a soltarle la mano a Juntos. Si bien es una tendencia que se replica en varias regiones de la provincia de Buenos Aires, en la capital bonaerense persisten fuertes críticas no solo a la conducción de la plana mayor de la UCR, sino también al intendente local, el macrista Julio Garro.
«No estamos cómodos compartiendo un mismo espacio con sectores políticos que fueron cómplices de la dictadura y endeudaron al país comprometiendo su soberanía nacional», reza el documento que comenzó a circular desde el último aniversario de la histórica victoria electoral de Raúl Alfonsín de 1983, y que lleva la firma de un centenar de dirigentes y organizaciones del radicalismo, que se declaran en disidencia con la actual conducción.
En ese mismo comunicado establecen de manera expresa que «no acompañarán en la elección del 14 de noviembre la boleta de Cambiemos y el Macrismo que encabeza Diego Santilli». Allí denuncian que, a pesar de que el radicalismo intenta mostrar una intención de reconversión hacia nuevos valores democráticos –con la figura de Facundo Manes a la cabeza–, «no se muestran diferencias políticas e ideológicas con los sectores más conservadores y de derecha, que expresan el rostro del neoliberalismo más salvaje».
«El radicalismo actual se presenta ‘renovado’ con una figura como Manes, pero su lista es una colectora de políticos residuales que nada tienen que ver con la UCR. Habla de constituir un espacio político con vocación de poder, pero ¿a qué costo? A ser furgón de cola del PRO, a que el crecimiento de la UCR se encuentre limitada por el PRO», dijo a Contexto Lucio Le Moal, presidente de la Juventud Radical 9na Sección de La Plata, sector que comenzó a articular diálogo y debates con otras organizaciones, como Raíces, de Carlos Cattaneo, Agrupación Boina Blanca, de Toto Fernández, Militando Barrios, de Osvaldo Colros, la Juventud Popular Alfonsinista representada por Florencia Molina, entre otros.
Varias de las principales críticas se centran en el rumbo que adoptó el partido centenario en los últimos años, en especial con el giro fundamental que significó en 2015 sellar la alianza con el PRO, que dio lugar a la coalición Cambiemos –hoy Juntos–, que además supo hacer a un lado la voz del radicalismo.
«La clase dirigencial en el radicalismo es residual, son siempre los mismos nombres. En La Plata hubo tres dirigentes radicales que vendieron la elección al intendente Garro. Una vergüenza», dijo Le Moal y agregó: «Muchos de los que nos alejamos en algún momento fue por ese pacto con el PRO que le costó al partido sus banderas y su doctrina. Llevando adelante un rol testimonial bajo la conducción de Daniel Salvador dentro de JxC, sin pronunciamientos propios, algunos pensamos que con Maxi Abad la cosa iba a ser diferente, pero ideológicamente la UCR se encuentra perdida y ha tomado la agenda de la derecha neoliberal».
En tanto, en territorio platense la discusión general se replica con la actual gestión municipal de Julio Garro, una de los principales representantes del macrismo en el AMBA. Las críticas desde lo político y lo ideológico se traducen también en el propio manejo de la ciudad de La Plata, donde persisten los señalamientos hacia el crecimiento de la pobreza, la desocupación y la falta de gestión en los sectores más relegados.
«Garro es la expresión de la derecha neoliberal en la ciudad, con más de 130 asentamientos, calles sin asfaltar, barrios populares en emergencia por falta de obras públicas, sin agua y sin luz, utiliza al personal de la municipalidad para llevar adelante su campaña, basada en la violencia y la censura, ataca a los vendedores ambulantes y abandona a su suerte a los comerciantes platenses», dijo el referente juvenil del radicalismo platense.
«Es un modelo basado en la represión, que ya está agotado. Necesitamos pensar una ciudad inclusiva, donde se conjugue la ciencia, la tecnología y el trabajo. Hay que modernizar la ciudad, conversando con todos los sectores y estableciendo prioridades de gobierno», agregó Le Moal.