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La motosierra de Milei avanza sobre las librerías: cierres y una caída del 40 % en la venta de libros

El sector mostró gran preocupación ante el cierre de librerías, muchas de ellas con larga trayectoria.

El plan económico de ajuste impulsado por el Gobierno de Javier Milei impacta de lleno en la cultura. En el sector librero se viene alertando sobre esta situación desde enero y hoy se ve materializada con el cierre de más de diez librerías y una caída del 40 % en la venta de libros. «No tenemos un número exacto de librerías que cerraron, pero fueron varias más de 10», expresó a BAE Negocios Mónica Dinerstein, presidenta de la Cámara Argentina de Librerías Independientes (CALI).

El fuerte aumento de los alquileres, los servicios y los materiales para la producción fue un combo letal para el sector, en el que un porcentaje no tuvo más opción que liquidar su stock y bajar las persianas. A esta situación se le suman los anuncios anticipados por el nuevo ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien buscará derogar la Ley Nº 25.542, más conocida como la Ley del Libro, que establece «un precio uniforme de venta al público (PVP) o consumidor final de los libros que edite o importe».

En diálogo con Contexto, el presidente de la Cámara Argentina del Libro, Juan Manuel Pampin, explicó que el país «tiene aproximadamente 1.200 librerías, siendo uno de los países con mayor cantidad de librerías por habitante. Argentina tiene una muy larga tradición librera».

La situación es muy compleja para los negocios: «Es exorbitante lo que están resultando todos los servicios, el costo de alquiler, la luz, el internet, haciendo que tanto para la librería se transforme en un negocio complejo y también para el cliente que va a comprar, que es lo que nos pasa a todos».

En un contexto de ajuste, Pampin aseguró que «tendemos a rezagar aquellos consumos que son de segundo o tercer orden, o hasta de tercer y cuarto. Primero vamos a pagar la comida, luego los servicios, el alquiler, y a partir de ahí, con lo que me sobre, vemos qué vamos a comprar».

El escritor y docente Martín Kohan aseguró durante el reconocimiento en la Legislatura porteña a finales de febrero que este Gobierno plantea «una disyuntiva tan engañosa como rudimentaria entre políticas sociales y políticas culturales, oponiéndolas una a la otra en vez de potenciarlas mutuamente, pretendiendo que los pobres, a los que toman retóricamente como rehenes con la cínica impunidad de los que no sienten nada por ellos, afronten un planteo de singular crueldad: ¿Qué prefieren, comer o ilustrarse? ¿Qué prefieren, comer o divertirse? ¿Qué prefieren, comer o educarse? ¿Qué prefieren, comer o disfrutar? Esa es la perversa libertad que les reservan».

De las 1.200 librerías que hay en el país, el 80 % son pymes, con quizás alguna sucursal. «Lo que pasa en las librerías es lo que pasa en un kiosco, en un almacén o en un supermercado. Y la realidad es esa. Nosotros estamos viviendo una pauperización cierta de la economía; y entendemos que el libro no es una isla».

«Las librerías son espacios de resistencia, espacios de pensamiento. Creo que tenemos que defender mucho de eso», remarcó Pampin.

Sumado a la crisis económica y las políticas de ajuste, el Gobierno nacional pretende avanzar con la derogación de la Ley del Libro: «Para nosotros realmente es una preocupación». La norma fija un precio en todas las librerías del país, pero además Pampin entiende que protege a las librerías, «porque si a las librerías les quitamos esos 100 hits que también necesitan para poder completar su oferta, y los damos a los supermercados o a los mercados libres o a la economía de plataformas, vendiendo solo aquellos libros de menor venta, no van a poder subsistir».

Acompañamiento al sector

Ante el cierre de las librerías, la presidenta del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires, Florencia Saintout, expresó que «el plan económico de Milei trae caída en ventas, aumento en los servicios y alquileres y caída en la producción de libros. Pone en riesgo la existencia de las librerías y, con ello, el trabajo de miles de personas».

En este marco, Saintout viene impulsando varias políticas para acompañar e incentivar al sector en este momento de crisis: «Las ferias y festivales del libro son espacios que generan el intercambio entre lectores, editores, libreros, promotores de lectura, bibliotecarios y escritores. Por eso, este año realizamos el segundo apoyo económico a ferias del libro autogestivas y municipales».

Asimismo, desde el Instituto Cultural realizarán este año el Segundo Festival Bonaerense de Poesía, que tiene como objetivo visibilizar la diversidad y la riqueza de la producción poética que existe en la provincia. También se llevará a cabo la segunda edición de la Escuela de Libreros, Editores y Organizadores de Ferias, una capacitación especialmente destinada al sector editorial con la intención de dar herramientas concretas.

En octubre se realizará el III Encuentro Provincial de Bibliotecas Populares. «Un espacio de encuentro, reflexión e intercambio de voluntarios y profesionales realizado para construir una agenda común de trabajo y fomentar las acciones colectivas en cada territorio».

A través del programa Más libros para más se realizó «la segunda compra de libros a editoriales bonaerenses para Bibliotecas Populares y espacios no convencionales de lectura en territorio bonaerense. Los libros se reparten en las casi 500 bibliotecas del sistema provincial».

Por último, la presidenta del Instituto Cultural resaltó el trabajo que viene realizando junto con Ediciones Bonaerenses, la editorial pública, que «permite el rescate y la difusión de autores clásicos y jóvenes, a partir de antologías, convocatorias, concursos y recopilaciones que reafirman nuestra identidad».


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