“La noche platense está en piloto automático”. Por eso “los papás y las mamás que tenemos chicos y chicas en edad de salir los fines de semana debemos estar muy preocupados, porque los chicos pueden terminar en el hospital quebrados o en el cementerio”, dijo Marcelo Ferioli. El hombre es el papá de Matías Ferioli, un estudiante de derecho de 20 años gravemente golpeado por patovicas en un bar de La Plata y habló este miércoles durante una conferencia de prensa junto a familiares de chicos asesinados por personal de seguridad de boliches, que fue realizada en el marco de la presentación de dos pedidos de informes a la Municipalidad de La Plata y la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia.
Los dueños de los boliches, empresarios de la noche platense, sólo quieren ganancias. En muchos casos, los locales están en situación irregular y el Estado no regula ni controla absolutamente nada, ni las habilitaciones correspondientes ni la capacitación de los “patovicas”. Matías Ferioli fue brutalmente golpeado por patovicas del bar Media Pinta, ubicado en 4 y 49, y del bar vecino La Boutique, la noche del 22 de julio cuando intentó interceder porque dos patovicas le estaban pegando a un amigo suyo, explicó su papá.
Hasta el día de hoy, el bar Media Pinta “no tiene habilitación comercial”, que ya fue reclamada por la Justicia por otro caso de violencia contra menores, advirtió Marcelo Ferioli. Matías terminó con cinco fracturas en la cara y los golpes le movieron el globo ocular. “Todavía tiene tres semanas más de dieta líquida”, explicó su papá a Contexto.
“Hay un boliche que está fuera de la ciudad que tiene un galpón donde llevan los chicos para pegarle”, advirtió Marcelo. “Esto va a seguir pasando porque las habilitaciones son irregulares y estas empresas de pseudoseguridad permiten que trabajen de esta forma”, aseguró.
Respecto del papel que tiene que cumplir la Municipalidad, a cargo de Julio Garro, de Cambiemos, Ferioli dijo que “al cuarto día nos llamó un tal ‘Juan Pablo’ de Derechos Humanos de la Municipalidad y nunca más nada”.
La familia hizo la denuncia en Fiscalía pero todavía no se conoce siquiera la identidad de los patovicas que agredieron a su hijo.
Junto a Ferioli estuvieron Oscar Castelucci, Gustavo González y su mamá, y la concejal del FPV-Nacional y Popular, Florencia Saintout, precandidata a diputada provincial por Unidad Ciudadana en las PASO del próximo domingo.
Castellucci, cuyo hijo Martín, estudiante de veterinaria en la UNLP, fue asesinado en 2006 por los golpes de dos patovicas en un boliche de Lanús cuando sólo tenía 20 años, fue el impulsor de la Asociación Civil “Martín Castellucci” contra la discriminación, la violencia y por los derechos de los jóvenes.
A raíz de la tragedia con su hijo, Castellucci, profesor de Historia en la UNLP, trabajó incansablemente hasta lograr un marco legal que resguarde a los jóvenes a través de la Ley nacional 26.370 que establece las reglas de habilitación del personal que realiza tareas de control y admisión de público y de la Ley provincial 13.964 y los registros que contemplan esas normativas.
“Lamentablemente, después de 10 años, estamos acá. Hay leyes, hay organismos, hay centros de capacitación, pero esto sigue pasando. Si las leyes se cumplieran todos estos tipos que trabajan en los locales estarían registrados y capacitados”, sostuvo Castellucci.
“Acá no hay decisión política para que esto se termine”, por eso “yo denuncio la connivencia absoluta entre los poderes políticos y legislativos y las fuerzas de seguridad. Porque la noche es un gran negocio”, sostuvo Castellucci, quién se preguntó qué piensan los candidatos sobre los jóvenes y la nocturnidad. “Esto se termina con la decisión ciudadana”, sostuvo.
Junto a ellos estaba el hermano de Pablo González, un muchacho que el 1° de noviembre de 2015 falleció a raíz de un derrame cerebral provocado por los golpes brutales que un patovica le propinó en un boliche ubicado en 3 entre 41 y 42 que se llamaba Recordando.
“Le dieron un golpe contundente y lo dejaron sentado al lado de un árbol en la puerta del boliche”, explicó Gustavo a Contexto, quien indicó que “hay un solo imputado” identificado como Carlos Adrián Cañedo en esta causa que llegará a juicio oral y público en abril de 2018.
Su hermano, también joven, comentó que prefiere no salir de noche porque “la violencia está siempre presente. Ya no podés confiar en la seguridad que te puede ofrecer un boliche”, aseguró. Para él, los chicos “están a la buena de Dios”.
“Que Garro se ponga a la cabeza”
Saintout adelantó que los concejales del FpV-Nacional y Popular iban a presentar en la sesión de ayer del Concejo Deliberante un “pedido de informes” al Municipio. “Hoy le vamos a pedir al intendente que se ponga a la cabeza y que reclama a la provincia que se cumplan las leyes”.
La edil destacó que gracias a la lucha de los familiares se han construido marcos legales para frenar esta violencia y sin embargo sigue pasando.
“Hay que terminar con la naturalización de la violencia […] Esta violencia se puede parar”, sostuvo Saintout, quien recordó el caso de Emilia Uscamayta Curí, la joven estudiante de Periodismo que murió en una fiesta ilegal en Melchor Romero el 1° de enero de 2016, organizada por conocidos empresarios de la noche platense vinculados a Cambiemos ante una ausencia absoluta de la Policía Local y de las autoridades municipales.
“Muchos jóvenes creen que la noche es un espacio de libertad porque no están los padres ni los maestros, pero la noche platense está regulada por las leyes del mercado y en ausencia del Estado, y lo que les importa es cuánto se ganará y no todo lo demás”, afirmó Saintout.
Los participantes en la conferencia de prensa también tenían previsto elevar un pedido de informes a la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires a cargo de Santiago Cantón.