El Encuentro Federal, la Coalición Cívica y el radicalismo se unieron en el pedido de una sesión especial para la aprobación definitiva de la reforma previsional que fue vetada por el presidente Javier Milei este lunes. El pedido se coincide con las posiciones del peronismo y la Izquierda, que también buscan que la ley aprobada por el Congreso se haga efectiva a pesar de la posición del Gobierno.
La sesión, pedida al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, está prevista para el miércoles 11. Allí, la oposición «dialoguista», que convoca, deberá hacer esfuerzos para lograr los números necesarios, una tarea que no será nada fácil, ya que una normativa vetada por el presidente de la nación necesita dos tercios del cuerpo legislativo tanto para su tratamiento como para su aprobación.
Con presencia plena, entre los tres bloques (la UCR, la CC y el pichetismo) juntan 56 voluntades. A estos se sumarían los 99 del peronismo. Aún así, faltarían 14 más para llegar a los dos tercios. En este escenario, especulan con la posibilidad de que los 5 de la Izquierda acompañen. La diputada Lourdes Arrieta, ya fuera del bloque liberario, también podría acompañar.
El oficialismo, en tanto, también hace su poroteo. Para bloquear la normativa necesita alcanzar 87 votos, por lo que, además de los diputados liberarios, busca el apoyo del MID, el PRO y otros pequeños bloques, que ya se mostraron contrarios a la reforma previsional. Aún así, le restaría conquistar al menos 5 votos para llegar al número del rechazo. En este marco, el final es por demás de abierto y las negociaciones se extenderán a lo largo de esta semana de uno y de otro lado.
«La semana que viene vamos a insistir en la fórmula jubilatoria que aprobó el Congreso y vetó el presidente. Discutimos prioridades. Para nosotros la prioridad son los jubilados, para el Gobierno es financiar los organismos de inteligencia y beneficiar a los empresarios amigos», sostuvo Oscar Agost Carreño, de Encuentro Federal, uno de los bloques que empuja la sesión.
«No trabajaron toda su vida para pasar hambre y sufrir tanta insensibilidad de un gobierno que les da la espalda. No nos da lo mismo. Los jubilados no pueden esperar», publicó por su parte el presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro.
A través de sus redes, Unión por la Patria analizó el escenario con el veto de Milei y aseguró que van a «insistir con la sanción definitiva» de la movilidad previsional. «La recomposición de la jubilación que vetó Milei representa 0,45% del PBI. Lo que dejan de pagar los grandes contribuyentes de Bienes Personales es un 0,68%. Para el león de peluche es más fácil meterle la mano en el bolsillo a los jubilados que cobrarle impuestos a los ricos», posteó al respecto el diputado Hugo Yasky (UP).