Por Alejandro Palladino
Con efectivos de la Policía Local y de Control Ciudadano, pero también con hombres no identificados que actuaron a los golpes, la Municipalidad de La Plata secuestró la mercadería de los vendedores ambulantes del microcentro de la ciudad, muchos de los cuales se concentran en 7 y 47 y sus inmediaciones. Lo hicieron sin labrar actas.
“Vinieron en patota y levantaron todo. No sabemos cómo va a seguir esto porque tenemos familia y tenemos que trabajar. Toda la vida trabajamos de esto”, dijo a Contexto Ignacio Marecos, vendedor de fruta en 7 y 47.
“Vinieron en patota y levantaron todo. No sabemos cómo va a seguir esto porque tenemos familia y tenemos que trabajar. Toda la vida trabajamos de esto.”
Marecos sostuvo que en la mañana de ayer, los efectivos municipales “vinieron acompañados por patotas, se bajaron y a los golpes secuestraron la mercadería. No sabemos quién bajó ni quién nos sacó las cosas porque no se identificaron. No sabemos si son o no del municipio”.
La misma suerte corrieron los vendedores de frutas, bijouterie, ropa y demás productos de venta callejera.
Con el pretexto de que nunca fue precisado de generar otras fuentes de empleo, el titular de la Subsecretaría de Convivencia y Control Ciudadano de la Municipalidad de La Plata, Roberto di Grazia, había advertido en abril sobre la inminencia de levantar los puestos de toda la ciudad, comenzando por el tramo de la avenida 7 que va de Plaza Italia a Plaza Rocha.
En La Plata, según un informe de la Confederación de la Mediana Empresa (CAME), hay cerca de dos mil trabajadores que viven de la venta callejera.
“Vamos a continuar realizando estos operativos sorpresa con el objetivo de reordenar la ciudad, porque ese es el objetivo que trazamos junto al intendente Julio Garro”, dijo Di Grazia, sin dar mayores pistas sobre qué hacer con las familias que dejaría en el abandono total en el caso de concretar el desalojo.
En las últimas semanas, los manteros recibieron los “operativos sorpresa” anunciados por Di Grazia en reiteradas ocasiones, con el mismo modus operandi de amedrentar y llevarse la mercadería.
“Pasan dos o tres veces por semana y te sacan la mercadería de prepo. Te desmantelan el puesto. Y el valor de la mercadería del puesto que se llevan.»
“Vienen con hombres grandotes como para que nosotros tengamos miedo”, dijo a Contexto Francisco Miloni, vendedor de frutas que ha sufrido el levantamiento de su puesto en más de una ocasión: “Pasan dos o tres veces por semana y te sacan la mercadería de prepo. Te desmantelan el puesto. Y el valor de la mercadería del puesto que se llevan, en el caso de la fruta, puede llegar a los 5 mil pesos. Para dar un ejemplo, el cajón de tomates que se llevan sale quinientos pesos en el mercado central”.
“Esta gestión municipal no nos deja trabajar. Y lo único que pedimos es trabajar”, sostuvo Marecos.
Semanas atrás, los vendedores se acercaron a la sede de Control Urbano y tuvieron conversaciones con allegados a Di Grazia, quienes les dijeron que “momentáneamente podían seguir trabajando”, a pesar de los repetidos desmantelamientos de los puestos.
Entre tanto, cansados de ver llevarse sus productos, los vendedores cortaron ayer al mediodía la esquina de 7 y 47 para visibilizar la problemática y exigir prontas respuestas del municipio.