A raíz de la denuncia por acoso y abuso sobre Ariel Piparo, militante de Insurrectos, agrupación perteneciente a la Marcha Guevarista del Pueblo de la Facultad de Trabajo Social de La Plata, y por la indiferencia mostrada por dicha organización en un comunicado –aceptando que conocían el caso y lo naturalizaron–, las mujeres de dicho espacio, tras debates internos, señalaron a otros referentes.
En medio de las elecciones universitarias, Nuncio Ariel Piparo fue denunciado por acoso, lo que sacudió a la Facultad de Trabajo Social, por su carácter de candidato a consejero, lista que fue posteriormente bajada. En el comunicado detallan las mujeres que “por la impunidad y el cinismo con los que se venía manejando el asunto, muchas otras compañeras se animaron a hablar”. Este militante es acusado por casos de violación e incluso por forzar un aborto de una joven.
Las guevaristas explicaron, a través del Facebook “Las Pibas No Nos Callamos más”, que desde la dirigencia política les pedían “fe ciega” en Piparo al tiempo que buscaban manipularlas para poner “a la organización por encima, a costa de todo”. En este contexto, terminados los plenarios, las mujeres decidieron reunirse solas y ahí pudieron poner en común las situaciones violentas vividas.
“Horas después, cuando estábamos reunidas solo las compañeras, de a poco cada una pudo ir relatando situaciones gravísimas y poniéndole nombre a todo eso que dolía tanto y que no tenía lugar en esa organización”, cuentan en el texto difundido en la red social.
Lisandro Valli, integrante de la dirección política de Marcha Guevarista, es denunciado como “violador, abusador, manipulador, acosador, violento, perverso”. El comunicado precisa que son al menos siete las víctimas de este hombre que utilizaba su rol de dirigente para manipularlas.
“Compañeras que explicitando no querer tener relaciones fueron violadas, compañeras que se despertaron mientras él estaba teniendo sexo con ellas cuando antes le habían dicho que no, compañeras forzadas a tener relaciones en momentos de gran desequilibrio emocional, llorando”, remarcan.
Alexis Salerno, miembro de la dirección política de la organización, es señalado como violento y golpeador, con al menos dos casos de agresiones físicas a sus compañeras.
“Acosador, manipulador y perverso” son las denuncias que recaen sobre Mariano Merlo, otro referente de Marcha Guevarista. Según detallan en el comunicado, intentó abusar de varias de sus compañeras.
Por último son acusados Adrian Dos Santos Leal y Joaquín Salazar, dos integrantes de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI). El primero de ellos es señalado como acosador, mientras que el segundo por violencia psicológica, manipulación y por encubrir situaciones de acoso.
Julieta, quien realizó la primera denuncia hacia Piparo el miércoles pasado, en diálogo con Contexto señaló que en el comunicado emitido por Insurrectos “trataron de hacerlo políticamente correcto para dibujar algunas situaciones que quedaron a la luz, como esto de señalar que no era encubrimiento y claramente era así”.
La estudiante de Trabajo Social se encuentra realizando los trámites para hacer la denuncia formal en dicha Facultad, amparada en el Protocolo contra la Violencia de Género de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Julieta explicó que se siente aliviada al encontrarse con las compañeras de la Marcha Guevarista apoyándola y “pudiendo sacar para afuera todo lo que tenían guardado a raíz de la denuncia que yo había hecho”.
Veronica Cruz, prosecretaria de Derechos Humanos de la UNLP y exdecana de Trabajo social, explicó a Contexto que desde la Universidad se ponen a entera disposición con todas las instancias y herramientas existentes para estas situaciones.
Cruz señaló que es un caso “muy delicado, involucra a varias compañeras y queremos primero escucharlas” a ellas. “Es una situación sumamente preocupante que esté pasando en nuestra comunidad universitaria, y particularmente en la Facultad de Trabajo Social en el marco de un espacio de militancia”, agregó.
Al respecto, desde CORREPI, espacio en donde militaban dos de los denunciados, lanzaron un comunicado expresando su solidaridad hacia las mujeres denunciantes. En diálogo con Contexto, María del Carmen Verdú, referente de esta Coordinadora, explicó que desde la organización no sólo trabajan para combatir la violencia patriarcal de la sociedad, sino también “despatriarcar hacia adentro”, por lo que, al conocerse la noticia, la mesa dirigencial de esta organización se reunió y decidió apartar a los jóvenes denunciados.
Verdú calificó como un “acto de valentía” la denuncia realizada en forma colectiva y no individual de las chicas de Marcha Guevarista, al tiempo que señaló que CORREPI está a disposición de las denunciantes.