Por Leandro Gianello
Cuando a fines de marzo pasado la Policía Local fue presentada, el intendente Pablo Bruera destacaba la importancia de la creación de la nueva fuerza como una herramienta para la prevención del delito, que buscaba palear la demanda más importante de la comunidad: la seguridad.
A tres meses de su lanzamiento oficial, la nueva Policía es foco de críticas por parte de sectores políticos que señalan la escasa preparación profesional y una distribución desordenada y concentrada en lugares muy puntuales, dejando amplias zonas de la ciudad desprotegidas.
Guillermo “Nano” Cara, concejal del bloque del Frente para la Victoria Nacional y Popular señaló a Contexto que “el período de capacitación de los efectivos fue la principal objeción al momento de ser presentada (por el bruerismo) como proyecto en el Concejo Deliberante”.
“Nuestro bloque, junto con el Frente Amplio Progresista, fue el único que se opuso y estuvo en contra de la implementación de la fuerza”, agregó Cara, y explicó que, si bien era una necesidad urgente para la población, el armado y la concreción del cuerpo no cumple con las condiciones mínimas de profesionalización que una fuerza de este tipo necesita.
En el mismo sentido se expresó el concejal de la bancada del FAP, Gastón Crespo, que indico en declaraciones al portal Infoplatense que “vemos que es una Policía con escasa capacitación, que en sólo tres meses se formó, desde diciembre hasta las vacaciones de verano inclusive, y luego salió a la calle”.
Por otro lado, Crespo advirtió sobre la participación de componentes de la fuerza en diferentes hechos delictivos, indicando que el bloque del FAP se opuso “a la Policía Local primero, porque no era una Policía sino una extensión de la Bonaerense en cuestiones de seguridad”, y, además, los recursos económicos para su funcionamiento “los pone la provincia, que es quien paga los sueldos. Nosotros entendemos que todo esto hoy en día repercute en el normal funcionamiento de la fuerza”.
Cara, por su parte, también reprochó “el criterio de distribución de los efectivos, que se concentra en sectores de la ciudad en donde la mayor parte de la gente los puede ver, una decisión que busca combatir más la sensación de inseguridad, que la inseguridad misma”.
“Los agentes están amontonados en plazas y en el centro, mientras que en los barrios casi no aparecen”, agregó el concejal del kirchnerismo, añadiendo que “no tienen una identificación visible, lo que los excluye como agentes de proximidad, uno de los factores más importantes para los vecinos cuando deben patrullar las calles”.
“Objetivamente, tienen una formación muy precaria. Los meses de práctica y teoría no equivalen para nada a los dos años de formación que la Policía bonaerense obliga a sus cadetes, y aquí es donde radica la principal diferencia con la fuerza provincial: en el mal entrenamiento”, concluyó Cara.
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