Por Roberto Álvarez Mur
“Si Aníbal fuera tan malo, ¿estaría donde está? ¿O lo atacan porque está donde está y defiende lo que defiende? Vamos, esto es algo que se ve desde lejos”, expresó Carlos Zannini en defensa de Aníbal Fernández, quien atraviesa la semana preelectoral con los dardos de todo el arco opositor y la saña de la prensa hegemónica. No es casualidad, pues el actual jefe de Gabinete se muestra ante los sondeos electorales como la opción de mayor potencial para la provincia de Buenos Aires.
El globo de presiones sobre Fernández comenzó a inflarse durante la semana pasada, a partir de los anuncios publicitarios del programa Periodismo Para Todos, donde se adelantaba que la emisión de esa semana estaría dedicada a una investigación sobre el precandidato.
“La exposición mediática de Aníbal y su manera directa de comunicarse es lo que le ha brindado mayor popularidad en el electorado”, dijo a Contexto el consultor de opinión pública Roberto Bacman.
Desde el comienzo, Aníbal advirtió esta maniobra como una extorsión mediática para debilitar su imagen en plena antesala electoral. En efecto, la emisión del domingo a cargo de Jorge Lanata desplegó una supuesta vinculación de Aníbal Fernández con el triple homicidio ocurrido en General Rodríguez en 2008, a raíz de un ajuste de cuentas ligado al narcotráfico. Las declaraciones mostradas en el programa, hechas por uno de los condenados en la causa, aludían al ex intendente de Quilmes como autor intelectual de los crímenes.
Al día siguiente, el ataque contra Fernández alcanzó su punto más candente a través de los titulares de los principales diarios de la Argentina, que reprodujeron en primera plana la presunta evidencia para inculpar al precandidato. En tanto, la noticia no demoró en hacerse viral en todos los foros sociales y coberturas mediáticas que no dudaron en agregar leña a las acusaciones lanzadas como dardos sobre el precandidato.
En los días siguientes, las acusaciones realizadas desde el programa de Jorge Lanata fueron perdiendo sustentabilidad, luego de entrar en discordancia con declaraciones posteriores de los abogados involucrados en la causa del triple crimen. Por otro lado, la utilización de la casa de la acérrima candidata opositora Elisa Carrió para realizar las entrevistas del programa de Lanata terminó de cerrar el montaje mediático para ensuciar la imagen de quien se perfila como la opción más sólida del kirchnerismo en la provincia.
“Estas cosas, que no terminan en nada como todas las denuncias, son dispositivos antidemocráticos que son accionados en momentos precisos contra personas precisas”, señaló la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante un acto ayer. Y agregó: “No vayan a creer que sucede sólo en Argentina, es un modus operandi que se está dando en toda la región. Antes tenía grupos de tareas y utilizaban a miembros de las Fuerzas Armadas. Ahora han cambiado los grupos de tareas, ahora son un trípode: denuncia mediática, clivaje político y el Poder Judicial articulando todo y creando un clima previo a toda la campaña».
Cristina Fernández de Kirchner: «Ahora han cambiado los grupos de tareas, ahora son un trípode: denuncia mediática, clivaje político y el Poder Judicial articulando todo y creando un clima previo a toda la campaña».
El rebote de la opereta del canal del Grupo Clarín se desgastó y se quiso avivar el fuego con una agresión en el domicilio de Jorge Lanata que se intentó conectar a Fernández. El parte policial dijo que el verdadero autor había sido un indigente.
“Nunca vi en el mundo que alguien quiera hacer una operación política donde el cien por ciento es mentira”, dijo Aníbal luego de soportar los dardos de todos los medios hegemónicos, y agregó: “A Clarín le interesa que no sea gobernador de Buenos Aires, porque, después del presidente, es el cargo más importante que estará en disputa, y porque se benefician en un montón de negocios ellos”.
“La exposición mediática de Aníbal y su manera directa de comunicarse es lo que le ha brindado mayor popularidad en el electorado”, dijo a Contexto el consultor electoral Roberto Bacman. La presencia permanente de Fernández en la línea de frente de los debates públicos y los medios de comunicación lo ubican ante los cañones de los medios funcionales a la oposición. A pocos días de desarrollarse las elecciones Primarias Simultáneas Abiertas y Obligatorias, el abanico político adversario se encuentra lejos de alcanzar al Frente para la Victoria, y su última estrategia a mano es –como suele suceder– embarrar la cancha.