Por Roberto Álvarez Mur
A días de que Cristina Fernández de Kirchner difundiera un extenso estudio realizado por el ex funcionario Emmanuel Álvarez Agis, donde advertía las implicancias de avanzar con la ley impulsada por el Gobierno para la llamada “reparación histórica” hacia los jubilados, los diversos puntos de la normativa –aún en discusión– ya despiertan preocupación por el efecto que puede tener sobre el sistema de seguridad previsional e incluso la imposibilidad de volverlo sostenible.
“Lo que el Gobierno define como reparación histórica es básicamente ‘romper el chanchito’. Es decir, es el pago de sentencias en tres años vaciando la ANSES. Después de tres años en que pagaste 75 mil millones de pesos, ¿cuánta plata te queda en ANSES? Es insostenible. Además, ¿cómo hacés para cumplir con el 82% móvil, al cual te comprometiste con el resto de los jubilados? Hay que tener en cuenta que no cobran esa sentencia los que están en la mínima, se trata de los jubilados que tienen haberes más elevados”, dijo a Contexto Julia Strada, especialista en economía y miembro del Centro de Economía Política de Argentina
Asimismo, la liquidación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), que tiene que ver con la posible venta de acciones de la ANSES, se convierte en un punto crucial, ya que puede significar un corrimiento del Estado en la administración de esas acciones que siempre pertenecieron a las AFJP. Cabe recordar que en 2008 las AFJP fueron estatizadas, y –en un nuevo escenario gubernamental– el sector privado muestra especial interés en re-comprar esas acciones. Según señaló Strada: “Esto se da porque la intervención de los directores de esas empresas resulta una molestia en los directorios de empresas privadas. Tal intervención impedía que los capitales se fugaran al exterior durante la anterior década”.
La especialista explicó que la liquidación de las acciones “es una privatización”. “En los noventa, la privatización tenía que ver con la venta de empresas públicas. Si uno observa hoy tres casos puntuales, AFJP, YPF y Aerolíneas Argentinas, se puede ver claramente cuál es el plan del macrismo para su administración. En el caso de las AFJP, estamos viendo el intento de que el Estado vuelva hacia atrás en su participación accionaria”.
Por otro lado, en un esquema donde no hay una discusión sobre la vigencia de las jubilaciones de privilegio, el macrismo sostiene en su proyecto que, si existe una mayor cantidad de aporte, debe existir por añadidura un cobro más alto. «El kirchnerismo justamente hizo lo contrario: todos se jubilan, no importa si tuviste años de empleo en negro o no pudiste completar los treinta años de pleno empleo», aseveró Strada, y agregó: “Esta nueva tendencia, por otra parte, muestra un esquema en donde el que no tiene plata, el jubilado pobre de bajos ingresos, tenga una jubilación muy mala, y el que tiene más aportes pueda aportar en una caja privada. A su vez, este nuevo esquema previsional no contempla el reparto intergeneracional. Es decir, la posibilidad de que los trabajadores que hoy están activos financien la jubilación de los que hoy se pueden jubilar. Esto permite justamente que el circuito siga funcionando, que el mercado de trabajo se mantenga constante para que quienes están en edad se puedan jubilar”.
Mientras desde afuera se habla de la reparación histórica a los jubilados, adentro del plan hay algunos componentes que despiertan preocupación.