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La UNLaM destituyó al vicedecano de Medicina

Por Alejandro Palladino

El médico sanitarista Mario Rovere, uno de los más reconocidos y con más vasta trayectoria en el país e impulsor de la carrera de Medicina en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), fue destituido de su cargo de vicedecano del Departamento de Ciencias de la Salud de esa casa de estudios.

Rovere, quien fue viceministro de Salud de la Nación desde mayo de 2015 hasta el cambio de gestión, y organizador y creador de una novedosa currícula de la carrera de medicina en la UNLAM, cuyo modelo influenció a otras cuatro casas de estudios, explicó a Contexto que la maniobra para correrlo de su puesto fue orquestada por el rectorado de la UNLaM, cuyo titular es Daniel Eduardo Martínez, quien ocupa ese cargo desde hace diecisiete años.

“En el mes de agosto del año pasado, el rectorado de la Unlam exigió, para poder mantener la continuidad en mi tarea, una renuncia en blanco de mi parte.”

La razones por las que le exigieron la renuncia en blanco, como normativa arbitraria por parte de las autoridades, declaró el médico, fueron sus denuncias ante un retroceso en la calidad de la educación médica. La posibilidad de la puesta en marcha de ese modus operandi para ponerlo contra las cuerdas fue la intervención del Departamento de Ciencias de la Salud en abril de 2015 por parte del rectorado de la UNLaM. “Nuestro Departamento fue intervenido en la práctica, bajo el aspecto de una normalización”, señaló Rovere.

La propuesta educativa de Rovere, considerada contrahegemónica a las de la mayor parte de las carreras de Medicina, cuenta con dos rasgos fundamentales que generaron la resistencia de las autoridades: “La currícula está centrada en el estudiante, por lo que se concreta a través de lo que se llama aprendizaje basado en problemas y aprendizaje basado en casos, en grupos tutoriales de no más de diez alumnos”. En segundo término, es “la orientación comunitaria, que significa que desde la quinta semana de primer año, los alumnos pasan el 25% de su currícula en centros de salud. Son experiencias tempranas de salud comunitaria”.

Rovere indicó que existe una baja en la calidad de la formación: “Hace un año que venimos administrando un retroceso educativo, que en cualquier campo es imperdonable, pero en el campo de la educación médica creemos que es más imperdonable todavía”, apuntó quien es considerado una de las voces más calificadas en la salud pública.

Rovere fue durante más de treinta años docente y coordinador de posgrados en Salud Pública y Políticas Sociales en la Universidad de Buenos Aires, en la Universidad Nacional de Rosario, en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), y docente invitado en Universidades nacionales y latinoamericanas. Además, fue consultor regional de desarrollo de recursos humanos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y consultor temporario de organizaciones internacionales como UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).

“Rompimos un techo de cristal al crear una carrera de medicina en una universidad del conurbano.”

Como una manera de profundizar el logro de haber creado una carrera de Medicina en La Matanza, Rovere propuso la construcción de un observatorio de la calidad. “La sola existencia del observatorio produjo esta desestabilización que estamos viviendo el día de hoy”.

Desde el año pasado, cuando el rectorado intervino la carrera de Medicina que preside el decano Alberto Chiapella, Rovere siguió como vicedecano, aunque se fue vaciando su posibilidad de tomar decisiones producto de la estratégica jugada del rector Daniel Eduardo Martínez.

“En esta Universidad, el único responsable político de la totalidad de la Universidad es el rector. Acá la totalidad de las estructuras académicas están organizadas para responder a la decisión política del rector. En él está la única solución y el único responsable”.

Las mismas autoridades que desplazaron a Rovere apoyaron la presentación del recurso de amparo contra el ingreso irrestricto a la educación superior contenido en los artículos de la ley 27.204.

El episodio significó un paso atrás para el acceso de las mayorías a la educación pública superior.

Por otra parte, Contexto consultó a Alberto Chiapella, decano del Departamento de Ciencias de la Salud, quien gambeteó el conflicto: “A nosotros nos llegó la renuncia de manos del secretario académico de la Universidad el día 30. Se llamó a una reunión extraordinaria del Consejo departamental, quienes tratan estas situaciones, para formar una reunión extraordinaria para el 31. En esa reunión se buscaba tratar el tema de la renuncia y el doctor Rovere fue invitado a que viniera a participar y no vino”.

“Que yo sepa, no había ninguna irregularidad», prosiguió el decano. «Él había manifestado que no estaba de acuerdo con algunas medidas de tipo curricular que se tomaban, pero no había rispideces”. Y finalizó: “La currícula no fue modificada en lo más mínimo”.

Existe un antecedente que da cuenta de la campaña organizada alrededor de Rovere y de los modos antidemocráticos de las autoridades de la UNLaM. El 4 de enero de este año, el reconocido genetista Víctor Penchaszadeh, integrante del equipo de médicos que acompañaban a Rovere, recibió una carta documento en la que le informaban que había caducado su designación como profesor titular del Departamento de Ciencias de la Salud de dicha Universidad.

La noticia, que le llegó también a cinco cercanos colegas de Rovere, causó revuelo en el campo científico por ser una personalidad destacada a nivel internacional, nombrado Personalidad Destacada de la Ciencia por la Legislatura porteña. Además, Penchaszade fue uno de los creadores del “índice de abuelidad”, que contribuyó significativamente para que las Abuelas de Plaza de Mayo puedan identificar a sus nietos robados durante la dictadura militar.

Consultado en aquel entonces por diario Perfil sobre qué motivos veía detrás de esa decisión, Penchaszade sostuvo: “Hubo muchos indicios de que nuestro modelo de enseñanza innovador, basado en tutorías, en resolución de problemas concretos y en una inmersión del 20% del tiempo de los alumnos en la realidad del municipio empezaba a ser visto con malos ojos. Les molestaba que formáramos médicos con conciencia social”.

El apoyo a Rovere

El Sindicato de Investigadores/as y Docentes de la Universidad Nacional de La Matanza (SIDUNLaM), junto a estudiantes y trabajadores de la salud, expresaron ayer un fuerte respaldo a Rovere mediante un comunicado:

“Como sindicato de docentes universitarios con base en esta Universidad Nacional, manifestamos nuestro enérgico repudio a estas medidas que entendemos desentonan con el carácter democrático, abierto, participativo que debe tener la Universidad pública como uno de los valores más sentidos de nuestra sociedad y nuestro pueblo”.

“Su destitución no es casual, por eso repudiamos la ausencia de diálogo y la intolerancia a la crítica, ya que es de público conocimiento que cuando el mismo vicedecano expresó su preocupación por las modificaciones que venía sufriendo la currícula de la carrera, esto no sólo no tuvo respuesta concreta, sino que a pocas semanas nos encontramos con esta situación que una vez más habla de la metodología de las autoridades de la UNLaM: intentando avasallar a todo un colectivo de personas nucleado en gran parte a partir de la referencia de Mario Rovere, y fundamentalmente en la defensa de un proyecto educativo para la salud diferente, con un fuerte anclaje comunitario, contrahegemónico”.

«Rovere fue el impulsor de la primera carrera de Medicina en esta Universidad del conurbano bonaerense con el diseño de una currícula innovadora, que es hoy ejemplo de otras carreras de Medicina en la Argentina, que buscan romper con las lógicas de la enseñanza tradicional de la educación para la salud. Se trata de una carrera con una orientación ideológica fundada en la formación de profesionales comprometidos/as con las necesidades del pueblo”.

«Llamamos a toda la comunidad universitaria a manifestarse y organizarse en contra de estas acciones, a solidarizarse con Mario Rovere y el colectivo docente que sostiene y continúa sosteniendo el proyecto de una educación para la salud al servicio del pueblo argentino”.