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La voz de la tierra

Por Liliana Lizondo y Mariana Ortega*

Redundar en lo democrático del proceso que transitó la Ley 26.522 para lograr su aprobación es un ejercicio recomendable en días en los que los DNU evidencian la falta de voluntad de construcción política consensuada e inclusiva. La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual tuvo un recorrido federal sin antecedentes en la vida constitucional argentina. Recogió opiniones de todos los sectores involucrados en la comunicación, dejando claro que el paradigma que la sostiene es el de la comunicación como un derecho humano fundamental y no como un bien de mercado. Ese punto quizás sea el cambio más profundo que introdujo la aprobación y puesta en marcha de la Ley. Así pensada, también debía contener las prácticas de comunicación de los pueblos originarios.

En ese marco emergió, con mucha fuerza, la comunicación con identidad, categoría en la que indagará este artículo. Sin pretender obturar debates posteriores ni generar concepciones cerradas sobre el tema, podemos afirmar que la LSCA garantiza el derecho a la comunicación para los pueblos originarios, hecho inédito en Argentina. La Ley explicita el reconocimientos a las formas particulares de ejercicio de la comunicación por parte de los pueblos originarios. Mediado por la etnopolítica, el Estado reconoce la diversidad en las producciones audiovisuales.

La Ley 26.522 es incluyente en materia de diversidad cultural; muchos de sus artículos generan los mecanismos necesarios para el tratamiento de la pluralidad lingüística de Argentina, dando lugar a la expresión de la misma a través de los medios.

La Ley 26.522 es incluyente en materia de diversidad cultural; muchos de sus artículos generan los mecanismos necesarios para el tratamiento de la pluralidad lingüística de Argentina, dando lugar a la expresión de la misma a través de los medios. En relación con las licencias para medios audiovisuales indígenas, posibilita la autorización directa a las comunidades que la demanden, siempre que no haya problema de espectro. Por otra parte, entre los objetivos que se fija está la preservación de las culturas preexistentes, dispone de parte del Fondo de Fomento Concursable para garantizar la producción de contenidos desde la perspectiva de los pueblos originarios. En una clara decisión de democratizar la aplicación de la Ley, garantiza representación para los pueblos originarios en el Consejo Federal de Comunicación Audiovisual, pues requiere para su integración de un miembro titular y uno suplente.

El reconocimiento de los derechos indígenas

El Estado argentino tuvo modos encontrados y contradictorios para aceptar, o no, la existencia de los pueblos que habitaron nuestro continente antes de la colonización. La Constitución Nacional de 1853 refiere el trato pacífico con los “indios” y el objetivo de convertirlos al catolicismo, lo que da muestras del modo en que los nuevos Estados, pensados desde el modelo europeo, concebían a los indígenas. Por otra parte, el hecho de que la ley fundamental sólo haya sido redactada en español los dejó afuera de cualquier derecho.

Desde la conformación de la República hasta nuestro presente, se fueron generando instrumentos jurídicos con sentidos contradictorios en relación con los dueños de las tierras. Durante la presidencia de Roca, el Estado argentino financió campañas que tenían como objetivo el exterminio liso y llano de los pueblos originarios. Desde esa concepción de los indígenas hasta el reconocimiento de sus derechos pasaron muchos años sin que se generaran políticas indígenas con resultados positivos. Podemos situar hacia 1983 los primeros indicios del reconocimiento a la preexistencia de los indígenas al Estado, del derecho a la tierra, a la propia cultura y a la autodeterminación. Es necesario expresar que esos reconocimientos se realizan luego de la usurpación de su territorio y con una Constitución que reconoce, también, la propiedad privada, por lo que el reclamo del territorio queda en una situación difícil de efectivizar.

En ese marco, consideramos que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es un punto de referencia importante, pues legitima el derecho a la comunicación para los aborígenes y restituye el derecho a la palabra propia, a hacer pública su cosmovisión, a generar agendas periodísticas y a hablar en lenguas ancestrales.

Contenidos de la comunicación con identidad

Podemos referir la emergencia de los medios indígenas junto a los medios comunitarios, alternativos o populares en Argentina; ambos nacen con el advenimiento de la democracia en la región. Desde aquella época, son muchas las organizaciones indígenas que generaron estrategias mediáticas para hacer pública la demanda de derechos y para poner en cuestión a una Argentina supuestamente “bajada de los barcos”. La estrategia, en muchos casos, tuvo la particularidad de no ser una realidad mediada por la mirada blanca, sino una voz propia, descolonizadora y que, como tal, implique una dimensión pública de la comunicación indígena, mediada a través de la tecnología. Esta emergencia de temáticas indígenas con voz propia en los medios se carga de un valor político similar al de la comunicación comunitaria, alternativa o popular. No podemos hacer abstracción de lo que significa para el espacio público poder escuchar radios que se expresen en varios idiomas que hasta hace poco no eran reconocidos; tampoco podemos dejar de considerar los contenidos a los que refieren esos mensajes: la recurrencia al reclamo por la tierra, el cuidado del medio ambiente, la educación intercultural bilingüe o la descolonización de la enseñanza de la historia. Temáticas que, expresadas desde las propias lenguas, generan efectos de sentido que aún son analizados.

La agenda generada por los medios de comunicación con identidad abarca desde el reclamo por derechos históricamente negados,  hasta formas de entretenimiento y de análisis de las realidades a través de nuevos recursos artísticos dentro de los géneros comunicacionales.

La agenda generada por los medios de comunicación con identidad abarca desde el reclamo por derechos históricamente negados, hasta formas de entretenimiento y de análisis de las realidades a través de nuevos recursos artísticos dentro de los géneros comunicacionales.

Un análisis más específico de los contenidos expresados en un medio indígena se puede realizar con la programación de cada medio. Es muy importante observar algunas variables, como por ejemplo, la lengua, la música, la estética radiofónica y, por supuesto, las temáticas desarrolladas. Un medio de comunicación con identidad se constituye como una práctica en la que la identidad de cada pueblo originario se expresa y, al mismo tiempo, se reconstruye/construye.

Las prácticas permiten visualizar formas de concepción de la realidad, encierran maneras de entender y relacionarse con el mundo. Al momento de analizar medios como la radio y su vinculación con las culturas indígenas, no se puede perder de vista que se trata de aparatos de origen occidental, más allá del uso que se le dé en cada contexto. Es un signo importante que expresa la marca de una cultura sobre otra y la existencia de procesos culturales insoslayables en la historia de América Latina. Es importante decir esto para no caer en falsos “esencialismos”.

Existen diferentes maneras de hacer radio. Cada grupo aporta elementos distintivos que definen un perfil característico y hacen a la apropiación de un espacio de expresión. Ser indígena en una radio no es solamente poder expresar informaciones que en otros medios es imposible, ser indígena en una radio es embeber, impregnar de su propia cultura cada práctica, cada narración, cada voz que se emite en ella. Los pueblos indígenas logran cada día desplegar un universo de significados que emergen de sus culturas y que se diferencian del mundo occidental, más allá del medio en sí mismo. Esos significados no son menores a la hora de hablar de particularidades étnicas en un medio indígena. No son menores porque encarnan una forma de hacer comunicación anclada en las cosmovisiones.

Relación con las audiencias

La existencia de medios de comunicación con identidad en el sistema mediático argentino repercute en diferentes aspectos:

  • En mayor visibilización de la existencia de pueblos indígenas en Argentina, rompiendo con la idea de “pueblos extinguidos”.
  • En la presencia activa a través de los medios, que contribuye a la apropiación y el reclamo de derechos que forman parte de luchas históricas.
  • En la reconfiguración de la representación social colonial encargada de denominar a los pueblos originarios como actores incapaces. A partir de la apropiación de los medios de comunicación con identidad, los indígenas poseen las herramientas para desarrollar sus capacidades en el campo comunicacional.
  • En la reafirmación de la existencia de diversos pueblos originarios, que son parte de un país con naciones indígenas preexistentes.

Estos aspectos confluyen en un marco que unifica la lucha por considerar a Argentina como un Estado Plurinacional, rompiendo con las estrategias de un Estado que ha negado durante mucho tiempo a los indígenas y que ha construido un sistema encargado de ocultar la Argentina originaria, remarcando hasta el hartazgo los “orígenes europeos” de la nación.

Los vínculos con las audiencias son mucho más profundos y los sentidos generados podrán ser analizados cuando se consoliden los procesos, algo que parece difícil cuando se cuenta con un Gobierno como el actual, que pretende aniquilar la LSCA y con ello el ejercicio del derecho a la comunicación. No obstante, la apropiación del derecho a la comunicación con identidad por parte de cientos de comunidades indígenas constituye un proceso de cambios estructurales que buscan consolidar las identidades indígenas.


* Docentes Sede Tartagal Unas.

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