Por Juan Alonso
Gastón Rodríguez está parado unos veinte metros detrás del epicentro de la marcha en contra de los 357 despidos de Télam. Lleva sus rulos a la orden y ese aire de despojo y audacia que cargan los jóvenes con la magia de la eternidad. Allá delante están las banderas, los bombos, las pecheras de los sindicatos, las consignas. Los caídos del sistema empezamos a brotar y somos las hormigas de este hormiguero putrefacto. El mundo que conocíamos estalló en una cápsula de silencio y es tiempo de sanar las heridas del desguace.
A unos metros, viejos compañeros del oficio periodístico desde hace treinta años. Mario Portugal, despedido de Radio del Plata sin indemnización. Hablamos con Roberto Caballero y recordamos las cincuenta veces que estuvimos en el Obelisco en los últimos años. No hay sol tibio y cae una sórdida neblina helada sobre nuestras cabezas. ¿Dónde están la Justicia, la burguesía nacional y los querendones de la revolución? Desde los costados de la Avenida Corrientes se acercan los vendedores de chipá, churros, milanesas, y otros desesperados.
Lo veo a Carlos Romero, a los antiguos compañeros de Tiempo, con quienes nos quedamos sin Estado y sin patrón en 2016. Y me vienen las plazas militantes, las plazas del pueblo, la búsqueda de la voz de la madre, el horizonte achatado en un presente marchito por la cadencia de la desilusión.
Vamos conversando sobre estos asuntos sin demasiada importancia con Marcelo Manuele y tantos queridos amigos y amigas juntados por este viento. Lo veo a Martín Piqué con su bufanda alrededor del cuello y el porte de quien está dispuesto a enfrentar el presente. ¿El veneno encontró su remedio? ¿Quiénes nos dan el perdón para el dolor de nuestro corazón?
Las palomas del centro vuelan de las cornisas con el sonido de los primeros cohetes. Juan Ramos Padilla me pasa el teléfono para hablar con Martín Corcuera en Radio Caput. Me tapo la oreja derecha y arrojo el décimo cigarrillo a medio pitar. No hay papelitos desde los balcones, no hay Mundial, la ilusión es inasible en este frío: la presencia de los otros hace que el guiso de la angustia no se transforme en cemento.
¿Y para qué escribo? Johnny Cash hablaba de redención. Quizás las raíces sean estas semillas que brotan en libertad. Las mujeres, las niñas, las jóvenes, la marea verde, los adolescentes militantes de los colegios secundarios, nuestros hijos e hijas, los docentes en lucha, la voz cálida de Hebe dando la receta de la fainá, Milagro Sala apoyando la resistencia siempre hostigada y perseguida, Nora Cortiñas repitiendo “hasta la victoria siempre”, la Negra Verdú contra la violencia institucional, los hijos de los desaparecidos, Sergio Maldonado y su compañera Andrea Antico. La barba blanca de Sergio y el rostro de Santiago pegado a su pecho en una bandera argentina.
De su boca salen los sonidos que son el alimento de nuestra existencia. La amistad surca las sombras y se posa entre los brazos de los manifestantes. Y sobre las heridas, las caricias, y así pasa el calor del mate y el café entre las manos de los resistentes hasta la noche.
Llega el amor en sus múltiples formas. Del paisaje desértico salen las rosas. “De tus ojos salen los colores del universo que vimos todos/ esos colores son el alimento para la existencia que somos todos”.
Un paisaje desconocido para el cinismo de Hernán Lombardi y sus secuaces nacidos de la canallería y la ruindad. Lo mismo para los empresarios vaciadores que dejaron a cuatrocientas familias a la intemperie en 2016 en el marco del conflicto jamás resuelto del extinto Grupo 23.
Son parte de un sistema de prebendas que incluye al poder de turno y su criminal política económica que le arrebata la comida de la boca a millones de argentinos. El kilo de pan cuesta sesenta pesos y la jubilación aumentó cien pesos. Es decir que una jubilada podrá comprar un kilo de pan y tres flautitas con el gran aumento que dispuso Macri. La suba no le alcanza ni siquiera para alimentarse un día.
Desde diciembre de 2015 se produjeron más de 3 mil despidos en el gremio de prensa. Está en peligro la libertad de expresión y el acceso a la información con una enorme cantidad de periodistas, reporteros gráficos y profesionales de la comunicación fuera del sistema. Es un vaciamiento cultural de características históricas. Y más teniendo en cuenta la suma de poder absoluto que favoreció a Clarín con la fusión de Telecom con Cablevisión y el negocio de la fibra óptica. Héctor Magnetto y los herederos de Ernestina Herrera de Noble poseen más de 2 mil millones de dólares de patrimonio personal. Si la clase dominante juntase su dinero –el declarado y el que poseen al igual que medio gabinete y el propio Macri en el exterior– duplicarían o triplicarían las reservas escuálidas del Banco Central, totalmente controlado por el FMI.
Esta corporación de poder debería aprender de la historia. El mariscal Philippe Pétain fue héroe de Francia en la Primera Guerra Mundial, pero luego de la invasión nazi a París en 1940 favoreció los intereses del enemigo y se convirtió en un colaboracionista dilecto de Hitler. ¿Cómo culminó sus días? Condenado a muerte por traición a la patria, se le incautaron todos sus bienes, aunque Francia le conmutó la pena y lo encarceló en la isla de Yeu hasta su muerte a los 95 años en 1951.
El destino suele coserse con retazos del pasado en estas calles que laten.