A días de ratificar que no se presentará en las elecciones de este año, Cristina Fernández de Kirchner brindó una entrevista a Duro de Domar (C5N) en lo que significó su primer reportaje televisado en seis años. Críticas al FMI y al Poder Judicial, el dolor de su atentado, el rol de los medios de comunicación, pistas de su rol de cara a los comicios y el llamado a movilizarse este 25 de mayo.
«Ganar las elecciones depende de que volvamos a enamorar a la sociedad, de que volvamos a convencerla de que hubo un tiempo en que vivimos mejor», aseguró la vicepresidenta. Si bien no brindó apoyo a ninguno de los posibles precandidatos del Frente de Todos, aseguró que su deseo es «que los hijos de la generación diezmada tomen la posta».
En este marco, ratificó su mensaje respecto de su candidatura, y al ser consultada por el pedido popular para que sea presidenciable una vez más, mensaje que se materializará este 25 de mayo en Plaza de Mayo, la CFK convocó a que vayan a escucharla. «Los espero a todos en la plaza», sostuvo.
CFK se refirió al proceso electoral de este año. «Estamos en un momento difícil, pero creo que van a ser unas elecciones atípicas, de tercios. Así como la elección de 2019 fue una elección de techos, porque había solo dos partidos, ahora estamos ante una elección de tercios, donde lo importante, más que el techo, es el piso. Lo importante es entrar al balotaje», aseguró.
Al inicio de la entrevista, CFK se refirió a la Justicia. «Después de 2015, el ‘Partido Judicial’ se ha convertido en un dispositivo de persecución, en especial del peronismo», destacó, y aseguró que la Corte Suprema de Justicia «se ha constituido en una camarilla de tres personas» aliadas a Juntos por el Cambio.
«Después de elecciones provinciales que habían sido objetivamente muy desfavorables para Juntos por el Cambio, activaron el dispositivo» en San Juan y Tucumán. «Ya no es persecución a una dirigente ni prejuicio con un movimiento político, vienen por el sistema democrático», alertó.
Asimismo, Cristina se refirió a las elecciones pasadas. «Cuando anuncié la candidatura de Alberto, muchos gobernadores decían ‘se terminó el ciclo de Cristina’. La CGT no se sabía si estaba con Macri o con el peronismo. Durísimo, sí, pero verissimo. Los movimientos sociales y el Frente Renovador estaban ahí. Lo de Alberto fue una buena estrategia, pero después depende de la gestión […] Si tuviera que hacer un archivo con los que hablaron mal de mí, me quedo con Máximo [Kirchner], Wado [De Pedro], el Cuervo [Andrés Larroque] y algunos otros», destacó.
Respecto a la situación económica, destacó que el ministro de Economía, Sergio Massa, «agarró una papa caliente», y se refirió al Fondo Monetario Internacional. «Necesitamos revisar el acuerdo con el FMI. El año que viene Argentina tiene vencimientos por 25.000 millones de dólares, solamente entre el Fondo, acreedores privados, deuda privada, sin contar organismos multilaterales». En ese sentido, explicó que «en una economía bimonetaria como la Argentina, con el endeudamiento vertiginoso que hizo el macrismo, la combinación con tasas altas de interés, cuando se van los dólares se produce un proceso inflacionario».
«Es necesario un acuerdo sobre cómo desatamos el nudo gordiano entre todos los partidos políticos que tengan expectativa de gobierno o representación parlamentaria», manifestó.
De cara a las elecciones, la vicepresidenta aseguró que eso depende de «que volvamos a enamorar a la sociedad» convenciendo que «a los argentinos y argentinas que se puede vivir mejor». «Ya lo hicimos y lo podemos volver a hacer. Pudimos recuperar condiciones de trabajo y las AFJP. Cuando Néstor [Kirchner] llegó al Gobierno la mayoría no tenía cobertura previsional y los jubilados cobraban 200 mangos», destacó.
Al ser consultada sobre su rol este año, afirmó: «Militar, toda mi vida he militado. Soy una militante de toda la vida. Este año voy a cumplir el papel de siempre, el de una militante política para que lo que considero es lo mejor que les puede pasar a los argentinos, les pase».
Párrafo aparte le dedicó al atentado en su contra. «Lo del intento de asesinato me cambió la vida, es fuerte. Por suerte en el momento no lo vi, me di cuenta después mirando televisión. Me impactó, me cambió, ahora tomo medidas de seguridad que antes no, pero fundamentalmente lo que más me impactó es que yo creí que esa época ya había sido superada», relató, y cuestionó el rol de los medios. «El ataque fue precedido por mucha violencia mediática simbólica, fundamentalmente contra mi condición de mujer, fueron años y años de tapas, de agresiones, de absoluta deshumanización», sostuvo.
