Las mujeres del programa Ellas Hacen La Plata se movilizaron ayer al Instituto de la Vivienda junto con trabajadores de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) para reclamar por las 142 casas hechas por las beneficiarias, junto a talleristas de las cooperativas que el Ministerio de Desarrollo Social de Carolina Stanley decidió paralizar.
Las viviendas ubicadas en la localidad platense de Melchor Romero fueron detenidas con la llegada de Cambiemos al gobierno: a finales de 2015 comenzó a haber faltante de materiales, y a principios de 2016 mujeres y cooperativistas fueron retirados de la construcción, paralizando las obras por completo. A pesar de las denuncias públicas, no recibieron respuestas por parte de las autoridades y las casas están abandonado.
“Es lo peor que las casas estén así. No solamente están paradas, sino que vemos cómo las saquearon. Había veinte casas que estaban listas para entregar”, dijo a Contexto María del Carmen Rossi, del Ellas Hacen. “Hoy por hoy cada vez que vamos al predio las vemos y dan pena, porque no quedó nada. Se robaron todo”, agregó.
«No solamente están paradas, sino que vemos cómo las saquearon. Había veinte casas que estaban listas para entregar”
Ante esta situación es que ayer decidieron llevar el reclamo al Instituto de la Vivienda junto con la CNCT. Las mujeres calificaron de “positivo” el encuentro con las autoridades de este organismo, al ser recibidas y pautarse una reunión aproximadamente el 15 de enero, cuando terminen las vacaciones del director Ismael Passaglia.
“Queremos una reactivación de las viviendas de Romero y que haya una respuesta clara de cómo se van a adjudicar en el momento en que se terminen a las beneficiarias del Ellas Hacen”, explicó a Contexto, Joaquín Fernández Sacha, referente de la CNCT.
“Hemos juntado dos reclamos: uno que tiene que ver con la vivienda digna y con el trabajo digno, que son los ejes que estamos trabajando y nos parecen fundamentales. Son consignas que están válidas y por las que nosotros peleamos”, dijo Fernández Sacha. Y señaló que “es trabajo para un montón de familias, y que ese trabajo sea plasmado en una vivienda para compañeras muchas de ellas con problemáticas sociales y de género, sería también una vivienda que solucione muchos problemas”.
“Vamos a seguir avanzando en el reclamo al Instituto de la Vivienda porque es el organismo que las debe terminar y es el encargado de repartirlas. Según nos explicaron, se van a comunicar para trabajar con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y reactivarlo”, detalló el referente de la CNCT, a la espera de tener novedades a mediados de enero.
El mismo petitorio entregado al Instituto de la Vivienda será remitido al Ministerio de Desarrollo a la espera de que Stanley dé respuestas
“Un plan”
La avanzada de Stanley no fue sólo hacia la construcción, sino también hacia la contención que brindaba este programa, el cual apuntaba a generar herramientas a mujeres en situación de vulnerabilidad, muchas de ellas víctimas de violencia de género.
“El programa dejó de ser un programa para convertirse en un plan”, denunció Rossi. Desde la llegada de Cambiemos, “dejo de funcionar como era: no tenemos asistente social, ni abogados, ni la arquitecta que estaba a cargo de las obras, que la trasladaron cuando dijo que las casas iban a ser para nosotras”.
Por otra parte, contaban con una sala de salud y una guardería para sus hijos, para que cuando vayan a trabajar tengan un lugar seguro a donde dejar sus hijos, pero también fueron desarticuladas. Hoy quienes asisten a los pocos talleres que se brindan deben ir sin sus niños.