La crisis económica vuelve a hacer mella en los sectores más vulnerables del país. En este caso, la firma Loma Negra amenazó con dejar sin trabajo a un centenar de trabajadores de la planta ubicada en la localidad de Barker, en el partido bonaerense de Benito Juárez. La situación se originó con la decisión de la empresa productora de cemento de no renovar los contratos de una docena de trabajadores del lugar.
Con un total de 350 empleados en el lugar, el conjunto de trabajadores sospecha que la no renovación de contratos comience a generar un paulatino desmantelamiento de la planta, en especial desde que comenzaron a instalar esta semana una nueva planta en la ciudad de Olavarría, que barrería con la producción de ese pequeño poblado de Juárez.
“Llevamos cinco días de paro por tiempo indeterminado. Están disminuyendo la mano de obra de a poco. Somos 350 aproximadamente, entre personal propio, de Loma Negra, bajo convenio de AOMA, y personal contratado. Además, si uno se fija en los niveles de toneladas que se vende en Argentina, no sólo Loma negra sino otras empresas también, están en récord de ventas. No están en crisis”, dijo a Contexto Juan Manuel, empleado de la planta.
Según explicó el operario, la planta que están iniciando en Olavarría podría “producir tres veces que lo que produce Barker, con un aproximado del 20% de la gente que trabaja en esa planta”.
Martín Isasmendi es el Secretario General de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) y en diálogo con los medios explicó que la nueva planta espera producir “6000 toneladas de material por día”. “Por suerte las ventas de cemento aun se mantienen cercanas al récord de 2015, sumando todas las cementeras. Igual nos preocupa porque nos genera incertidumbre, en nuestra planta no queremos perder ni un solo puesto de trabajo en nuestra planta”.
En tanto, durante la tarde de ayer se realizó una movilización de todo el pueblo en la región de Villa Cacique, a unas quince cuadras de donde está ubicada la fábrica. Los trabajadores se encuentran en alerta, conmocionados incluso por el eco que todavía hace en la memoria colectiva las secuelas de la crisis del 2001, que golpeó con fuerza a esa región.
“Si las 350 personas que trabajamos acá dejamos de estar, los quioscos del pueblo no funcionan, los almacenes no funcionan, los comercios no funcionan. Esto ya pasó en el 2001, mucha gente se tuvo que trasladar. En el 2006 se pudo reactivar, pero llegó a ser un pueblo fantasma”.
Mientras tanto AOMA dictó el estado de alerta en todas las fábricas de Loma Negra del país. De no obtener una respuesta favorable, llamarán a parar en todas las fábricas.