Frente a la crisis por el COVID-19, los clubes de barrio fueron incluidos en el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción. Ahora esperan los alcances de estas medidas y piden la condonación de las deudas con las empresas de servicios públicos y un programa financiero para aquellos que no pudieron acceder al programa.
Al igual que los sectores productivos, como pymes y comercios, los clubes de barrio afrontan un complejo escenario para cumplir con sus compromisos económicos, debido a la falta de ingresos por el parate que produjo la pandemia del COVID-19. Por el momento, el gobierno nacional los incorporó al Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción, cuyas medidas están destinadas a las micro, pequeñas y medianas empresas.
La secretaria de Deportes de la nación, Inés Arrondo, informó días atrás que los clubes fueron incorporados a una serie de medidas que adoptó el Ministerio de Desarrollo Productivo, a cargo de Matías Kulfas, para combatir los efectos económicos del freno de la actividad.
Se trata del Programa de Recuperación Productiva (REPRO) y la Asignación Compensatoria al Salario, que alcanzarán a los clubes y federaciones con hasta cien empleados. Y para las instituciones con hasta sesenta empleados, la reducción de hasta el 95% del pago de las contribuciones patronales.
Federaciones de clubes de barrio de todo el país tuvieron una comunicación por videoconferencia donde aprobaron la incorporación de los clubes de barrio a las medidas de Desarrollo Productivo.
«Analizamos de manera positiva la incorporación de nuestras instituciones al programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción, entendiendo que esta medida beneficiará aproximadamente al 40% del total de clubes del país, que cuentan con su personal trabajando de manera formal, siendo éste uno de los pedidos que desde nuestro sector y a través de nuestras instituciones llevamos adelante ante las autoridades nacionales», señalaron en un comunicado conjunto.
Agregaron que «el bono solidario, a pagarse en los próximos días de abril, anunciado por el gobierno nacional es además un paliativo para aquellas instituciones que cuentan con su personal trabajando como monotributistas o de manera informal».
Además, elevaron a la Secretaría de Deportes de la Nación dos solicitudes. Por un lado, la condonación de las deudas por parte de las empresas prestadoras de servicios, o bien subsidios del Estado para hacer frente a las mismas mientras dure el cese de las actividades.
Y en segundo lugar, un programa de asistencia financiera para aquellos clubes que no puedan acceder a ninguna de las medidas anunciadas y acrediten verse perjudicadas producto de la crisis que genera el COVID-19.
Los clubes de barrio suspendieron todas sus actividades y cerraron sus puertas ni bien el gobierno nacional decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio. En muchos casos también ofrecieron sus instalaciones a la Municipalidad para los eventuales casos de emergencia por falta de camas.
«Como federación priorizamos de entrada la Salud. Por supuesto que nos preocupa también la situación económica de los clubes. Tenemos mucha preocupación, pero por ahora hay que esperar», afirmó a Contexto Alberto Alba, titular de la Federación de Instituciones Culturales y Deportivas de La Plata, que nuclea a trescientas instituciones de La Plata, Berisso y Ensenada.
En La Plata existe un fondo especial para fortalecer a los clubes de barrio y sociedades de fomento, incorporado al presupuesto anual. El año pasado el monto total fue de 40 millones de pesos. Sin embargo, sus alcances fueron escasos. Alba indicó que los requisitos para acceder eran complejos y eso impidió que puedan acceder al dinero. Para este año, su aplicación quedó en suspenso y no están previstas medidas especiales.
En CABA, el gobierno accedió a otorgar un subsidio de 60.000 pesos a cada una de las entidades barriales que están inscritas en el Registro Único de Instituciones Deportivas (RUID).