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Macri, las fundaciones y la CIA

Las firmas del ex presidente argentino Mauricio Macri y la titular del PRO, Patricia Bullrich, aparecen en el documento impulsado por la Fundación Liberta, que preside el escritor peruano neoliberal Vargas Llosa. En el documento se atacan las políticas preventivas (de distanciamiento social y cuarentena) llevadas adelante por el gobierno del presidente Alberto Fernández para combatir la pandemia provocada por el COVID-19.

El texto del tanque de pensamiento ultraneoliberal señala que «en España y la Argentina dirigentes con un marcado sesgo ideológico pretenden utilizar las duras circunstancias para acaparar prerrogativas políticas y económicas que en otro contexto la ciudadanía rechazaría resueltamente». Y se remarca el estupor por el creciente «estatismo, el intervencionismo y el populismo con un ímpetu que hace pensar en un cambio de modelo alejado de la democracia liberal y la economía de mercado».

«En las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua la pandemia sirve de pretexto para aumentar la persecución política y la opresión», señalan los firmantes del documento que no casualmente eligen no hacer ningún tipo de mención sobre la brutal represión desatada por la dictadura golpista de Jeanine Áñez en Bolivia, la violación constante a los derechos humanos impuesta por el gobierno de Sebastián Piñera en Chile o el incesante asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos en el gobierno de Iván Duque, en Colombia.

En el documento se destacan las firmas de referentes del neoliberalismo, como Mario Vargas Llosa (Perú), Mauricio Macri (Argentina), José María Aznar (España), Ernesto Zedillo (México) y Álvaro Uribe Vélez (Colombia). También aparecen, entre otras, las de los argentinos Patricia Bullrich, ex ministra de Seguridad y actual titular de PRO, Darío Lopérfido, ex secretario de Cultura, y Ricardo López Murphy, ex ministro de Economía del gobierno de Fernando de la Rúa.

El injerencismo velado

Es larga y repetida la utilización que los partidos de ultraderecha y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos hacen de las organizaciones no gubernamentales (ONG) y las fundaciones. Con la complicidad de los medios hegemónicos de comunicación que las presentan como entidades sin intereses políticos ni partidarios ni viciadas con la burocracia de Estado, muchas de estas organizaciones son usadas como punta de lanza para atacar los procesos populares, canalizar fondos para los movimientos de derecha o los sectores golpistas y construir agendas públicas contrarias a los intereses de las mayorías.

La red de fundaciones y ONG que se esparce por todo el mundo para actuar como un elemento más de la política exterior norteamericana inició su accionar a mediados del siglo XX. En 1961, el presidente demócrata John Fitzgerald Kennedy creó la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, conocida mundialmente como USAID por sus siglas en inglés (United States Agency for International Development). Veintidós años después, en 1983, el presidente republicano Ronald Reagan dio origen a la Fundación Nacional para la Democracia, conocida como NED (National Endowment for Democracy). Junto con la NED se crearon el Instituto Republicano Internacional (IRI) y el Instituto Demócrata Nacional (NDI), el Centro de Estudios para la Solidaridad Laboral Internacional (ACILS) y el Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE).

Represores de las últimas dictaduras, partidos de derecha, paramilitares, medios de comunicación, la CIA y los fondos buitre fueron incorporándose detrás de nombres que reivindican los mejores valores de la humanidad, la democracia y la libertad.

En su libro Evo en la mira, CIA y DEA en Bolivia, la periodista argentina Stella Calloni analizó en profundidad el vínculo de la NED con la Agencia Central de Inteligencia norteamericana. En base a una investigación del periodista Thierry Meyssan, Calloni aseguró: «La mayoría de las figuras históricas de las acciones clandestinas de la CIA han sido en algún momento miembros del Consejo de Administración de la NED, entre ellos Otto Reich, John Negroponte, Henry Cisneros o Elliot Abrams».

Sería casi interminable señalar la cantidad de denuncias, investigaciones y pruebas que muestran cómo la NED, la USAID, el IRI y el NDI (y las entidades que de ellos se derivan) funcionaron (y funcionan) como brazos de la CIA para canalizar dinero ilegal hacia sectores golpistas o desestabilizadores. Solo para marcar algunos casos, se puede señalar que estuvieron detrás de los intentos de golpe de Estado contra Hugo Chávez, en Venezuela (2002), Evo Morales, en Bolivia (2008), Rafael Correa, en Ecuador (2010), el golpe de Estado contra Fernando Lugo, en Paraguay (2012) y el intento desestabilizador en Cuba a través del caso conocido como «Zunzuneo».

Macri y las ONG de la CIA

En Argentina es de larga data el vínculo de estas entidades de la CIA con diversas organizaciones como la Fundación Libertad, el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), la Fundación Vital Voice, la Fundación Pensar, la Fundación Creer y Crecer y varios de los referentes de la política local, como Mauricio Macri, Laura Alonso y Patricia Burllich.

Seguramente de todas estas organizaciones la de mayor relevancia es la Fundación Libertad. Esta entidad ha logrado convocar en sus encuentros a figuras de la derecha internacional. En sus cenas anuales participan el ex presidente colombiano Álvaro Uribe, el ex presidente español José María Aznar, el funcionario norteamericano Roger Noriega (vinculado a la ley de bloqueo contra Cuba y al financiamiento de los Contra en Nicaragua), y en algún momento se anunció la presencia de la bloguera Yoani Sánchez, quien se dedica a atacar constantemente al gobierno cubano, el filósofo español Fernando Savater, el ex presidente argentino Mauricio Macri y, por supuesto, el presidente de la entidad, el escritor peruano Vargas Llosa.

Desde la Fundación Libertad se atacó constantemente al gobierno de Néstor y Cristina Kirchner. Durante el intento desestabilizador de 2008, esta entidad tuvo un rol clave. Desde su sede de Rosario, provincia de Santa Fe, fomentó el paro patronal de los productores rurales.

Según se señala en la propia página de la NED, durante 2019 se canalizaron, a través de IRI y CIPE, casi 350.000 dólares para promocionar actividades de entidades afines, entre las que se encontraba la Fundación Libertad.

El vínculo del ex presidente argentino con el Instituto Republicano Internacional (IRI) no es solo a través de la Fundación Libertad. Según señaló el periodista Santiago O’Donell en su libro Argenleaks, en 2007 el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mauricio Macri, mantuvo una reunión con miembros de la Embajada de Estados Unidos en Argentina. En aquel encuentro, además de señalar que el PRO era «el primer partido pro mercado y pro negocios en cerca de 80 años de historia argentina», que estaba listo para asumir el poder, Macri –según se detalla en el cable enviado por el cónsul político estadounidense, Mike Matera– aseguró que su fundación, Creer y Crecer, trabajaba «con el Instituto Republicano de Estados Unidos (y también con la fundación Konrad Adenauer de Alemania) en la formación de nuevos liderazgos».

Cabe recordar que Creer y Crecer fue creada por Mauricio Macri en 2001, que allí se sentaron las bases para fundar el partido Compromiso para el Cambio, que en 2005 se fusionó con el partido Recrear Argentina, liderado por Ricardo López Murphy (también ligado a la Fundación Libertad), fusión con la que se dio surgimiento al partido Propuesta Republicana (PRO).

Otras ONG vinculadas a dos miembros del PRO han mostrado tener vínculos estrechos con la NED o con fondos buitre. Los casos de las diputadas Laura Alonso y Patricia Bullrich son ejemplos claros.

Varios medios han denunciado que la fundación Vital Voices, vinculada a Laura Alonso, recibía fondos de Paul Singer. En un artículo titulado «Fondo buitre financió el premio Nisman coraje», el diario Tiempo Argentino señala que «a comienzos de 2013 se conoció que Paul Singer era uno de los financistas que colaboraban con la fundación estadounidense Vital Voices, cuya filial argentina fue fundada por la diputada del PRO Laura Alonso».

Por su lado, el partido Unión por Todos, de la diputada Patricia Bullrich, tiene estrechos vínculos con la fundación UnoAmérica, organización que recibe fondos de la NED y que se ha dedicado a atacar a todos los procesos populares de la región.

Otro dato no menor es que Julio Cirino fue uno de los referentes de la Fundación Pensar, autodenominada la «Usina de ideas de PRO». Cirino fue procesado por la Sala II de la Cámara Federal acusado de haber sido integrante del Batallón 601 (inteligencia militar), bajo el alias de «Jorge Contreras», y en esa función haber estado involucrado en la desaparición de militantes del grupo Montoneros durante la dictadura militar.

Según asegura un artículo titulado «Del think tank del PRO a la prisión», publicado el 22 de febrero de 2013 en el matutino Página/12: «La Secretaría de Derechos Humanos informó en la causa que Jorge Contreras era en realidad ‘el Gordo’ Cirino, quien dirigió durante la dictadura el Grupo de Tareas 7 de la Central de Reunión de Información (CRI) del 601». Página/12 informó en 2008 que Cirino había sido uno de los referentes de la Fundación Pensar, ligada al macrismo. «Según los anuarios de Pensar, Cirino recibió en su nombre al embajador de Colombia y participó de un seminario sobre ‘delincuencia, minoridad y violencia’ en Mar del Plata y de un panel sobre ‘seguridad’ junto al ex jefe de la Policía Metropolitana Eugenio Burzaco y el falso ingeniero Juan Carlos Blumberg». En el artículo también se señala que, según un cable desclasificado del Departamento de Estado de Estados Unidos, Cirino tenía estrechos vínculos con la Embajada norteamericana y fue designado secretario en la Embajada argentina en Washington.

Otro de los casos de vínculos con la NED es el de exdirector de la ONG Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), Fernando Straface. En su reporte anual de gastos de 2015, la NED informó que le otorgó 139.959 dólares al CIPPEC. Según figura en la propia página de la NED, esta entidad entregó a CIPPEC la suma de 99.959 dólares, para la realización de «Argentina Debate», y 40.000 dólares más para una «campaña de conciencia pública sobre las reformas prioritarias para el fortalecimiento institucional y la mejora de las políticas públicas». Cabe recordar que esta ONG fue una de las principales organizadoras del debate presidencial entre Daniel Scioli y Mauricio Macri de cara al balotaje.

No parece un dato menor que, poco tiempo después de que Mauricio Macri se hubiese asegurado el triunfo, el nuevo jefe de gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta (PRO), anunció que el secretario general de su gobierno sería, justamente, Fernando Straface.

CFK lo advirtió

Ya en 2015, durante la Cumbre de las Américas llevada adelante en Panamá, Cristina Fernández de Kirchner hizo referencia a la histórica política intervencionista que a través de estas ONG y fundaciones ha desarrollado Estados Unidos en la región.

En respuesta a algunas de las declaraciones que había hecho el presidente Barack Obama durante su alocución, la entonces presidenta argentina aseguró: «Es cierto que las interferencias que recordamos y a las que hizo mención, por ejemplo, el presidente Castro, derrocamientos de gobiernos democráticos, tal vez los más emblemáticos los de Salvador Allende y Jacobo Árbenz, forman parte de la historia, de invasiones o de la tercerización de los golpes a través de las Fuerzas Armadas locales de cada país. Pero también es cierto que han surgido nuevas formas más sutiles de intervención e influencia en nuestros gobiernos a través de lo que se conoce como ‘los golpes suaves’. Golpes suaves donde se utilizan medios masivos de comunicación multinacionales, denuncias falsas, asociaciones caprichosas de Estados con otros Estados para hacer no sé qué cosas y conspiraciones. Son más sutiles, son más sofisticadas, pero no por ello dejan de ser intervenciones y siempre encuentran su origen en nuevas organizaciones bajo el nombre de ONG […] ONG que siempre ‘luchan’ o por la ‘libertad’ o por los ‘derechos humanos’ o por todas las cosas loables que todos compartimos, que nunca se sabe de dónde se financian, que siempre están dispuestas a hacer las denuncias más esotéricas, que nunca pueden comprobarlas, pero que apuntan claramente a la desestabilización de los gobiernos de la región y, fundamentalmente, de aquellos gobiernos, curiosamente, que más han hecho por la equidad, por la educación y por la inclusión social».

Luego de su discurso y en conferencia de prensa, la mandataria volvió a remarcar: «Hay otras formas de intervención más sutiles y sofisticadas, bajo la forma de ONG que nadie sabe de dónde vienen ni quienes la financian, pero luego se descubre que tienen reuniones secretas en algunas embajadas».