Por Héctor Bernardo
El lunes 30 y el martes 31 de mayo, el Ministerio de Seguridad y la Embajada de Israel realizarán un seminario sobre seguridad, inteligencia, terrorismo internacional, narcotráfico y protección de fronteras.
Según consignó el diario Clarín, “a las reuniones del lunes y martes próximos asistirán dieciséis empresas israelíes, que desplegarán aquí su capacidad para proveer a las fuerzas policiales locales de drones, globos, dispositivos sensibles e instrumentos de lucha contra el ciberterrorismo”.
“La apertura estará a cargo de Bullrich, la embajadora israelí Dorit Shavit y el general de División israelí Uzi Moskovitz”, señala el artículo.
Esta actividad se suma al reciente envío de una delegación del Ministerio de Defensa a negociar acuerdos militares con Estados Unidos y la reciente visita a la DEA y el FBI en Washington de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el secretario, Eugenio Burzaco, y el director nacional de Cooperación Regional e Internacional del Ministerio, Gastón Schulmeister.
El negocio de la seguridad, el complejo industrial-militar, la pérdida de soberanía y el alineamiento automático con las políticas de la Casa Blanca e Israel son componentes esenciales de la política del Gobierno de Cambiemos.
El presidente Mauricio Macri ha mostrado una clara dependencia tanto de Estados Unidos como de Israel. Ya en plena campaña, durante el debate presidencial con Daniel Scioli, las únicas dos propuestas que el actual mandatario argentino planteó con claridad fueron pedir que el MERCOSUR aplique la cláusula democrática contra Venezuela (lo que implicaba un alineamiento directo con los intereses de Washington) y dar de baja el memorándum de entendimiento con Irán (respondiendo de manera directa a los intereses de Israel).
Otro claro ejemplo de ello fue cuando Macri, en aquel momento jefe de Gobierno porteño, asistió al programa “Tres Poderes” (emitido por América TV el 23 de noviembre de 2009). Al ser consultado por la designación como jefe de la Policía Metropolitana de Jorge “El Fino” Palacios (involucrado con el encubrimiento en el atentado a la AMIA y con el escándalo por las escuchas ilegales), Macri explicó: “Fuimos a la embajada de Estados Unidos y a la de Israel y les dijimos: ‘Queremos que nos recomienden cuál es el mejor policía’, y los dos, sin hablar entre ellos, dijeron: ‘El señor Palacios’”. Luego, el actual presidente remarcó: “Fue una recomendación de dos servicios de inteligencia extranjeros”, refiriéndose a la CIA y el Mossad.
Muchos analistas señalan el vínculo que tiene la canciller Susana Malcorra con Estados Unidos, su Departamento de Estado y sus agencias de Inteligencia. El paso de Malcorra por la Cancillería argentina parece haber sido sólo una excusa para que se pueda postular como candidata a secretaria general de la ONU. Postulación que Macri hizo a mediados de mayo de este año. También cuando menos llamativa es la relación que muchos funcionarios de Cambiemos tienen con el Estado de Israel. Un claro ejemplo de ello es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
El caso Nisman
La actual ministra tuvo un rol mediático destacado luego de la muerte del fiscal Alberto Nisman. Sobre el fallecimiento del fiscal hay preguntas que no serán fáciles de responder. Sin dudas, una de esas preguntas es quién se benefició con la muerte del fiscal. Ya sea un asesinato, un suicidio o un suicidio inducido, pensar en cuáles fueron las consecuencias de su fallecimiento es clave para entender gran parte de la política de los últimos tiempos.
Los vínculos que el propio Nisman, Patricia Bullrich y el agente de la Side, Alberto Stiuso, tenían (y en algunos casos tienen) con la agencia de inteligencia israelí Mossad todavía no están del todo revelados.
En una carta enviada a la jueza que lleva el caso Nisman, Fabiana Palmaghini, el ex legislador Leopoldo Moreau le planteó: “Con todo respeto, creo que además, en caso de comprobarse finalmente el deceso del ex fiscal por su propia decisión como todos los indicios criminalísticos lo hacen suponer, debería ahondarse en quién o quiénes lo indujeron a ese trágico desenlace. En ese sentido, me parece fundamental lo que puedan aportar la actual ministra de Seguridad Patricia Bullrich, la ex diputada nacional Laura Alonso y el ex director de la SIDE, Alberto Massino”.
Cabe recordar también que en uno de sus últimos discursos como presidenta, en referencia a la muerte del fiscal, Cristina Fernández de Kirchner afirmó: “No nos traigan acá conflictos que están causando desolación y muerte y agobio en otros lugares”, en clara relación a los conflictos que el Estado de Israel mantiene en Medio Oriente.
Esta semana se darán cita en Buenos Aires las mayores agencias de seguridad y de inteligencia de Israel y es el primer paso para la firma de convenios entre los dos países.
El especialista en política internacional Rafael Araya Masry afirmó: “Esto obedece a una estrategia que vienen elaborando hace mucho tiempo. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es la declaración de Emergencia en Seguridad como uno de los primeros actos de gobierno de Cambiemos. Esa declaración no implica señalar que hay muchos delitos. Se trata simplemente de la herramienta que tienen los Gobiernos nacionales, provinciales o locales para la adquisición de elementos de seguridad, sin tener que llamar a licitaciones y poder hacer compras directas favoreciendo a quien ellos quieran”.
En relación con los vínculos del Gobierno de Cambiemos con la Embajada de Israel, Araya Masry afirmó: “Partimos de la base que la ministra de Seguridad es Patricia Bullrich, que siendo diputada era la presidenta de la Comisión Parlamentaria de Amistad con Israel. A esto se suma todo el trabajo que desde adentro hace el rabino Sergio Bergman. Esto complementa todo un proyecto de establecer una alianza estratégica con el Estado de Israel y realizar negocios con el tema de la seguridad. Eso no es solamente la compra de elementos para la Policía, sino también las cuestiones vinculadas a la Inteligencia”.
En el artículo de Clarín que plantea este encuentro, la periodista Natasha Niebeskikwiat señala que “hace una semana, el secretario de Seguridad Eugenio Burzaco estuvo en Jerusalén con el ministro de Seguridad Interior de Benjamin Netanyahu, Gilad Erdan, y con otras autoridades del ministerio de Relaciones Exteriores israelí”.
En ese sentido, Araya Masry se encargó de aclarar: “Burzaco fue llevado a la Franja de Gaza violando el derecho internacional. Él no podría haber sido llevado allí por el Gobierno de Israel sin tener una comunicación oficial con el Gobierno palestino. Sin embargo, lo llevaron a Jerusalén Oriental sin dar aviso a la Cancillería palestina, ni al embajador palestino en Argentina. Este hecho viola el derecho internacional y hace que el Gobierno argentino convalide lo que hasta ahora ningún Estado hizo, que es reconocer de hecho la parte Oriental de Jerusalén como territorio israelí. Eso es una aberración”.
Por momentos, es fácil pensar que a la derecha de la CIA y los halcones de Washington está la pared, pero luego es inevitable recordar que existe la Mossad, Benjamín Netanyahu, el Estado de Israel y sus esbirros locales.