La noticia del asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca llegó por sorpresa a los grandes medios durante la tarde del miércoles, tras el allanamiento a una comunidad de la región chilena de La Araucanía, donde el joven de veinticuatro años fue alcanzado por balas policiales. El hecho fue repudiado por la comunidad originaria y organizaciones sociales, y generó una ola de protestas en las últimas horas, en especial tras los dichos del vicepresidente chileno Andrés Chadwick, quien adjudicó la muerte a “un delito común y no al conflicto mapuche”.
El allanamiento en la comunidad Temukuikui de la zona de La Araucanía se extendió por más de dos horas en la tarde de este miércoles, donde más de doscientos carabineros entraron disparando a mansalva. Las balas alcanzaron a Catrillanca, que se encontraba en plena jornada laboral arriba de un tractor. Tal como se ha visibilizado en Argentina, en el sur de Chile se arrastra desde hace décadas un conflicto entre las comunidades mapuches, que reclaman territorios ancestrales, y las empresas agrícolas o forestales que poseen las tierras y las explotan.
“Acá hay una situación que desde hace rato propiciaba que pudiera llegarse a esto. El gobierno chileno ha preparado un comando especial –que incluso está integrado no sólo por fuerzas regulares chilenas sino también por paramilitares– que se llama Jungla. Días anteriores, ya se había dado una situación de un latifundista que irrumpió en una ceremonia a balazos. Ahora se dio este caso, donde ingresaron por sorpresa en la comunidad Temukuikui”, dijo a Contexto la referente y activista mapuche, Moira Millán.
Tras conocer el hecho, parlamentarios de oposición presentaron una propuesta para realizar un minuto de silencio en la Cámara de Diputados, sin embargo, los partidos de Chile Vamos no dieron su respaldo a la solicitud. Pese a ello, el diputado Tomás Hirsch intentó hacer el homenaje en medio de la discusión del presupuesto, lo que generó la molestia de la presidenta de la Cámara, Maya Fernández, por el hecho de que no se haya respetado el acuerdo.
“Esta situación de atropello criminal cuenta con la venia del gobierno de Piñera. Son ellos quienes están configurando un escenario belicista sobre nuestro territorio. Tanto desde el gobierno chileno como del argentino se está planificando la eliminación de nuestro pueblo, por orden de las corporaciones extractivistas que operan en nuestro territorio”, agregó Millán.
En tanto, el asesinato de Catrillanca ha sido blindando con fuerza por la prensa tanto chilena como argentina y el repudio ha quedado sectorizado a los grupos más vinculados con el reclamo del pueblo mapuche. Millán remarcó que el repudio argentino fue llevado al consulado chileno. ”Lo peor es la complicidad que ha habido. Debería haber millones exigiendo que esto se termine. Es muy similar a lo sucedido con el asesinado de Rafa Nahuel, asesinado por el grupo Albatros, y que parece haber sido olvidado por la sociedad. ¿Cuántas montañas de nuestros cadáveres necesitan para salir a reaccionar?”.
Cabe destacar que la propia Millán fue víctima también de la persecución que sufre el pueblo mapuche, recrudecido en los últimos dos años en Argentina. El 20 de septiembre de 2017, la referente concurrió al Tribunal Federal de Esquel para conversar con el juez Guido Otranto y darle a conocer la brutal represión que sufrieron por parte de las fuerzas de seguridad en el marco de un allanamiento vinculado a la causa por la desaparición forzada de Santiago Maldonado. A pesar de haberse tratado de una reunión pacífica y en buenos términos, la referente mapuche debió prestar declaración indagatoria por los hechos referidos.
Casi al cumplirse un año del asesinato de Rafael Nahuel en la comunidad Lafken Winkul Mapu en Bariloche, la urgente situación del pueblo mapuche recrudece del otro lado de la Cordillera.