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Marcha de ATE: miles de trabajadores se movilizaron contra el macrismo

En una calurosa jornada de euforia y reclamo, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), las Centrales de los Trabajadores Argentinos (CTA) de Hugo Yasky y la Autónoma (CTAA) de Pablo Micheli, y una enorme cantidad sindicatos adheridos a ambos sectores y entidades sociales marcharon a Plaza de Mayo en repudio de los despidos masivos en el sector público. Cientos de miles de personas se movilizaron en lo que se anunciaba como la “inauguración” del controversial Protocolo de Seguridad previsto por el Gobierno para controlar las protestas en la vía pública. Sin embargo, en sintonía con una actitud estratégica de Cambiemos, no hubo indicio de la aplicación de la normativa en lo que fue la primera gran convocatoria sindical en contra del macrismo.

“Reclamamos el fin de los despidos, la reincorporación de los despedidos y el fin de la precarización laboral. Por supuesto, también repudiamos la creciente criminalización de la protesta y su última versión, el protocolo antipiquete”, aseveró durante la jornada el secretario general de ATE en Buenos Aires, Oscar de Isasi.

“Estamos aquí para frenar este atropello a los trabajadores estatales por parte de un gobierno que prefiere sentarse a negociar con los grandes mercados internacionales antes que garantizar el bien del pueblo”. Hugo “Cachorro” Godoy (ate).

“Estamos aquí para frenar este atropello a los trabajadores estatales por parte de un Gobierno que prefiere sentarse a negociar con los grandes mercados internacionales antes que garantizar el bien del pueblo”, expresó el referente nacional de ATE, Hugo “Cachorro” Godoy, desde el escenario montado en Plaza de Mayo, justo frente al vallado que recubría el frente de la Casa Rosada y separaba a la multitud de los efectivos policiales que observaban en calma junto a dos carros hidrantes. Godoy, además, leyó una emotiva carta enviada por la propia Milagro Sala en referencia a la movilización.

La convocatoria, promovida por las centrales de trabajadores estatales más grandes del país, vio la luz luego de tres meses de gobierno de Mauricio Macri, donde provocó el despido de 21 mil trabajadores del sector público y, de manera reciente, el anuncio de la posibilidad de más despidos. Sumado a esto, la persecución política realizada sobre miles de empleados y el aprisionamiento ilegítimo de la dirigente popular Milagro Sala detonaron el descontento de un centenar de partidos políticos, organizaciones y agrupaciones militantes de diversos sectores que se sumaron a la jornada de protesta. Desde Unidos y Organizados, el Frente de Izquierda, Patria Grande, hasta las incansables columnas de la agrupación Tupac Amaru, en vilo desde hace más de un mes por la detención ilegal de su líder jujeña.

Participaron distintas organizaciones: desde Unidos y Organizados, el frente de Izquierda, Patria Grande, hasta las incansables columnas de la agrupación Tupac Amaru, en vilo desde hace más de un mes por la detención ilegal de su líder jujeña.

En tanto, la jornada nacional de lucha se cumplió en los 78 hospitales públicos bonaerenses y en las dependencias judiciales de la provincia de Buenos Aires. La totalidad de los gremios participaron en la movilización hacia Plaza de Mayo, con previa concentración a las 11 en las avenidas 9 de Julio y Belgrano. Si bien estaba establecido por el gremio organizador que no habría cortes de calle, la Izquierda cortó el paso en la apretada intersección de las avenidas Callao y Corrientes de manera temporal.

Incertidumbre sobre el protocolo antipiquetes

La Justicia argumentó a último momento que el Protocolo de Seguridad aún no está vigente “porque no se publicó en el Boletín Oficial” y, si bien la normativa no fue efectuada durante la movilización, la expectativa sobre su aplicación fue uno de los elementos que predominó en el clima de la marcha.

El protocolo antipiquetes establece medidas concretas para regular los cortes de calles y rutas. Según el Gobierno, los manifestantes deberán informar las calles por las que circularán, y quedarán prohibidos los piquetes con cortes totales. Si quienes protestan no levantan esos eventuales cortes luego de las advertencias previas, las fuerzas de seguridad los desalojarán «en cinco minutos», según adelantó la propia Bullrich.

Uno de los puntos de tensión que muestra el protocolo refiere a la regulación de las coberturas periodísticas, depositado en el artículo 3, que establece que “la participación de los medios de comunicación se organizará de modo tal que, los periodistas, comunicadores y los miembros de sus equipos de trabajo desarrollen su labor informativa en una zona de ubicación determinada, donde se garantice la protección de su integridad física, y no interfieran con el procedimiento”. Este punto despierta preocupación sobre cómo podría quedar sesgada la mirada periodística frente a una situación crítica.

Por otra parte, por iniciativa de Marcos Peña, el Consejo de Seguridad Interior abrió un mail donde recibirá “sugerencias de la sociedad” para la eventual modificación del protocolo antipiquete hasta el próximo 3 de marzo. La cuenta es juntosavos@mingseg.gob.ar, y en las redes sociales varios usuarios ya invitaron a enviar mensajes de repudio.