El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció este miércoles el comienzo de un proceso de recompra de bonos de la deuda externa por parte del Estado Nacional por más de 1.000 millones de dólares.
El funcionario destacó el sobrecumplimiento de las metas fiscales y de acumulación de reservas trazadas para el año pasado, que fueron motorizadas por exportaciones que alcanzaron niveles récord y menor ritmo y mayores controles sobre las importaciones, que permitieron llevar adelante la operación que comenzará a partir de hoy el Banco Central en nombre del Tesoro Nacional.
“Como ustedes saben, a lo largo de los últimos cinco meses trabajamos muy fuerte en la normalización macroeconómica de la Argentina”, sostuvo el ministro, y detalló: “Nos fijamos en aquel momento cuatro premisas: el orden fiscal, la acumulación de reservas, el aumento de las exportaciones argentinas y el desarrollo con inclusión”.
En ese sentido, destacó el resultado que tuvieron las medidas aplicadas en términos de promoción de las exportaciones, entre las cuales resaltó el aumento en sectores clave como el agro o la industria automotriz “que alcanzaron niveles récord de exportación”.
“Para el 2023, algunas de las proyecciones que teníamos se han visto modificadas, algunas que tienen que ver con inclemencias climáticas, pero también algunas que tienen que ver con el crecimiento del valor de productos de exportación o con menor nivel de importaciones, como el caso de los menores niveles de energía que va a tener que realizar Argentina respecto de lo que estaba proyectado en el presupuesto 2023”, agregó.
En ese marco, añadió que la decisión de recompra de bonos de deuda externa se basó también en el trabajo realizado en el frente fiscal, en el mejoramiento del perfil de la deuda en pesos y capacidad de financiamiento del Estado a través de ese instrumento, y la posterior caída de casi 1.000 puntos básicos en el riesgo país que “mejora las posibilidades de las empresas argentinas y del Estado de acceder al mercado de capitales”.
“Este es un primer paso de 1.000 millones de dólares, muy enfocado en los (bonos) globales, sobre todo los de corto vencimiento, porque entendemos que ahí es donde tenemos que atacar para la mejor administración de la deuda”, concluyó.