En medio del reacomodamiento de la actividad laboral y productiva luego de un año marcado por la cuarentena, desde el sector de la comunicación y el sindicalismo comienzan a alertar sobre el discurso estigmatizante de los reclamos gremiales, que empiezan a tomar cada vez más protagonismo luego del largo estancamiento por la pandemia. Sobre este tema reflexionaron la titular de la Defensoría del Público, Miriam Lewin, y el dirigente del gremio docente SUTEBA, Roberto Baradel, durante una conversación virtual.
«La Comunicación es un derecho de todxs» fue la actividad que convocó a ambas figuras, donde se debatió sobre las luchas sindicales, el rol de los medios y la necesidad de generar canales de comunicación que hagan frente al perfil persecutorio con que fueron señalados los movimientos de trabajadores durante los cuatro años de gestión presidencial de Mauricio Macri.
«Cuando hablamos de libertad de expresión, significa libertad de expresión para todos, que las voces más potentes no acallen a las voces más débiles. Desde la Defensoría del Público vemos con fuerte preocupación la estigmatización y hasta la criminalización de las luchas gremiales y la protesta social», expresó Lewin en el marco del conversatorio virtual coordinado este miércoles por SUTEBA.
«Desde la mítica lucha de la Carpa Blanca, recuerdo la perversión de los medios que atacaban a los docentes de provocar el éxodo de las familias de la educación pública a la educación privada. Los docentes eran los culpables de esa decadencia y no la desfinanciación del Estado. Yo propongo una alianza con todos los gremios para discutir las acusaciones, los estereotipos, las desinformaciones mediáticas sobre los sindicatos», agregó.
«Nosotros necesitamos poder hablar por voz propia, no ser hablados por otros. En esa construcción, en esa disputa por el sentido común, en la estigmatización de las luchas de los trabajadores y trabajadoras, es evidente que no vemos buena prensa. Las corporaciones buscan el negocio, el lenguaje que utilizan es un lenguaje para perseguir la actividad sindical y de protesta. Hablan de ‘tomar de rehenes a los chicos’ sobre los docentes, como si vulneráramos leyes y no defendiéramos derechos», expresó Baradel.
Cabe recordar que recientemente la propia Lewin presentó de manera oficial Nodio, el primer Observatorio de la Desinformación y la Violencia Simbólica, dedicado al seguimiento de discursos violentos y circulación de información falaz en los grandes medios. Coordinado por la propia Defensoría, Nodio fue presentado a comienzos de este mes y recibió el ataque casi instantáneo de los sectores políticos afines a las grandes corporaciones mediáticas de alcance nacional.
«Yo celebro la creación del Observatorio. La Defensoría no sanciona ni persigue, solo busca tender puentes, dialogar, que la actividad periodística se dé en cánones de ética sin molestar al otro. Pero les molesta porque los pone en evidencia a los grandes medios. Ellos necesitan insumos como desinformación o noticias falsas para defender sus intereses», señaló Baradel.