Por José Welschinger Lascano
Esta vez no fue la oposición, sino el observatorio de la Universidad Católica quien decidió que era necesario alertar a la sociedad. En los últimos cuatro meses, 1.400.000 ciudadanos argentinos cayeron en la pobreza gracias a la súbita desregulación de la economía y las medidas de ajuste impuestas desde el Gobierno, lo que marca una nueva tendencia hacia el recrudecimiento de la desigualdad social. Sin embargo, incapaces de ignorar la existencia de una de sus fuentes estadísticas preferidas, los grandes medios que cubren y protegen al Gobierno de Mauricio Macri decidieron poner el eje del problema sobre cómo la oposición se hizo eco de esos datos. Tal fue el caso del diario La Nación, que por la tarde del viernes la emprendió contra el sociólogo Artemio López y el economista Agustín D’Attellis, en una nota titulada «Ahora el kirchnerismo cita al informe de pobreza de la UCA y critica al gobierno». Aunque sin mucha información, la nota cumplió su objetivo de inclinar la noticia para otro lado, cosechando más de cuatro mil comentarios por parte de los lectores en menos de veinticuatro horas.
Pese a todo, los especialistas atacados explicaron a Contexto qué es lo que está sucediendo con las cifras de pobreza, y por qué las distintas consultoras están llegando a los mismos resultados. El director de consultora Equis, Artemio López, comenzó por aclarar la situación: “Metodológicamente no coincidimos con el trabajo que hace el observatorio de la Universidad Católica, pero, más allá de eso, es indiscutible que las conclusiones a las que llegaron con el nuevo informe son auténticas, ya que todas las medidas de Cambiemos fueron en pro de aumentar la pobreza”. Para el sociólogo, no es difícil de observar que con una inflación del 50% y el aumento en todos los bienes de consumo (como alimentos y servicios), junto con las actualizaciones de ingresos y programas sociales por debajo del 30%, comienza a crecer el fenómeno denominado empobrecimiento. “Es algo que ha sido captado en paralelo desde distintos sectores –explicó–. Nosotros lo detallamos, también lo hizo el informe de CIFRA (el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina) que publica la CTA, y ahora lo está diciendo también la UCA”.
En el mismo sentido, el economista Agustín D’Attellis sintetizó cuál es su diferencia con los informes de la Católica, y por qué esta vez sí respaldaba sus datos: “No coincido con los números de la UCA que sobrestiman el nivel de pobreza, pero sí coincidimos en el ejercicio de simulación de estos últimos meses. Es así de simple”. D’Attellis explicó que, ya que su interés estaba en obtener mediciones serias que le permitieran opinar sobre datos concretos, su metodología estaba focalizada en la lectura de la distribución de la riqueza.
En julio de 2014, el economista de La GraN MaKro presentó su publicación Medición y estudio de las condiciones de vida en la Argentina 2003-2013: Análisis a partir de un enfoque multidimensional, un trabajo anclado en la necesidad de exponer claramente cuáles eran las herramientas metodológicas utilizadas para hablar de la pobreza en la Argentina. “En su momento –comentó D’Attellis–, cuando presenté el trabajo, debatí públicamente en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de la Nación, y al evento acudió Agustín Salvia; responsable del observatorio de la UCA. En el libro están algunas de las críticas que hago a su metodología de trabajo: la más importante es que el sesgo que tienen en la muestra con la que trabajan los lleva a sobrestimar los resultados de cantidad de pobres. En mi trabajo apliqué una metodología multidimensional para correrme del enfoque de ingresos (o sea, medir por Línea de Pobreza), porque, en contexto de volatilidad nominal, la inflación alta y los salarios que se van ajustando, conduce a errores”. Sin embargo, preocupado por el impacto que tienen las medidas de política económica adoptadas por Gobierno sobre los sectores más vulnerables, D’Attellis ajustó su metodología para poder obtener mediciones con los datos disponibles. “Hice el ejercicio de suponer constantes los ingresos, porque no hay estadísticas para verlos hoy, y actualicé los precios por el IPC de San Luis que el propio Gobierno determinó como referencia. El resultado de ese ejercicio me da exactamente igual que a la UCA: se crearon 1.400.000 nuevos pobres en la Argentina en los últimos cuatro meses, medidos por el método de línea de pobreza”. Para zanjar definitivamente la cuestión, el especialista en macroeconomía explicó: “Este método es hoy el único posible, porque no se está haciendo más la Encuesta Permanente de Hogares, lo cual es muy grave”.
Agustín D’Attellis comentó que, desde su visión de la economía, el objetivo final más importante es la mejora de la equidad distributiva y del bienestar general, motivo por el que adoptó una metodología específica para poder utilizar esos datos en el debate político. “Cuando al gobierno kirchnerista le daba 3,7% y discontinuó la medición, yo calculaba y publicaba los valores que se ven en el libro. Hoy lo sigo haciendo, independientemente del signo político, por la importancia que tiene el tema”.
De vuelta al informe de la Universidad Católica, Artemio López resumió: “Habla de crecimientos en la pobreza e indigencia que nosotros compartimos; dice que en nuestro país hay 2,5 millones de indigentes, de los cuales un millón son menores de dieciocho años, quienes no tienen garantizada su sobrevida calórica”. El director de la consultora Equis consideró que, para los especialistas en estadísticas, los resultados producidos por las políticas de Cambiemos pueden comprenderse desde el sentido común. “Los analistas no somos magos. Ya hace tiempo que sabemos cuáles son las consecuencias de la receta neoliberal, y con las mismas acciones se obtienen iguales resultados. Esperar resultados diferentes es la definición misma de necedad”.
El verdadero problema
Aclarada la situación de las mediciones que empiezan a coincidir, Artemio López analizó para Contexto la auténtica cuestión detrás del crecimiento de la pobreza: un gobierno que ajusta y un Estado que se repliega.
“La situación es crítica”, consideró el sociólogo. “Se devaluó un 70%, y la gestión considera que fue una salida exitosa, porque sólo se fija en la evolución de los bonos y el aspecto financiero. Pero, desde el punto de vista del impacto social, el dólar liberado impactó de forma deficitaria sobre la sociedad”. El consultor estadístico comentó que el cálculo es muy sencillo: con una inflación anual del 40% y actualizaciones salariales que están 10 o 15 puntos por debajo, sumado a lo que son en la práctica las actualizaciones del trabajo informal, un agregado de 150.000 trabajadores despedidos que sigue creciendo y generando una escalada de desempleo que trasciende la esfera estatal o privada (especialmente en sectores como la construcción o el automotriz), lo que se observa es cómo la tendencia marcada por esos vectores van a producir un desplome en la calidad de vida de los ciudadanos al corto plazo.
Sobre la cuestión del desempleo, Artemio López comentó: “Está particularmente difícil de medir en el sector privado, porque las cifras oficiales no aparecen, y uno desde la posición de analista estadístico no puede dejar de sospechar que lo hacen porque los datos que provienen de esos análisis son desfavorables para la gestión”. Para López, más allá de lo que las consultoras y los medios puedan cubrir, es lógico que el impacto mínimo de las medidas de ajuste sea un deterioro de la imagen de Cambiemos. “Hay una clausura informativa muy notable, hablamos de 1,4 millones de nuevos pobres y nadie lo dice, un millón de indigentes menores de dieciocho años. Y este gobierno llegó al poder diciendo que traía el hambre cero”.
Para el director de la consultora Equis, parece no estar claro si el Gobierno realmente entiende que ese sector está quedando por debajo de la indigencia. “No pueden dejar de considerar esta cuestión. Pero, en cambio, la actualización de la Asignación Universal fue de quince puntos para el semestre, cuando sólo durante el primer trimestre la inflación fue de doce puntos, o sea que ya quedó licuada por el aumento en el costo de vida. Es algo muy grave, que podría revertir el trabajo realizado por la anterior gestión. Néstor Kirchner asumió con 54 puntos de pobreza, y durante los doce años de gobierno kirchnerista se desempobreció una porción de la sociedad equivalente a toda la población de la provincia bonaerense, más de 16 millones de personas por fuera de la pobreza”.
Respecto del uso político que se estuvo haciendo de los datos estadísticos durante las campañas electorales de 2015, Artemio López sostuvo: “La falta de trasparencia es inaudita. A Cristina Kirchner las consultoras y los medios le inventaron cualquier cantidad de números en pobreza y desempleo, niveles de déficit e inflación, haciendo un uso abusivo de la posición del estadista. Hoy, muchos de quienes hicieron esos informes trabajan como funcionarios del nuevo Gobierno y no publican datos. Durante la campaña de 2015 se bombardeó con datos provenientes de consultoras privadas que decían estar por encima de las lecturas oficiales, y ahora esas consultoras integran el elenco de Cambiemos. No caben dudas de que se utilizó la estadística como una de las principales herramientas del discurso opositor”.
Datos parciales, ausencia de fuentes, erratas y lecturas prematuras, fueron sólo algunas de las maniobras utilizadas por los sectores que operaron en los grandes medios para deteriorar la imagen del gobierno de Cristina Kirchner durante el largo año electoral. Sin embargo, muchos de los sectores que atacaban la gestión debieron dar marcha atrás, corrigiendo sus análisis y estimaciones para no sacrificar su credibilidad. Tal fue el caso de Jorge Todesca, flamante máxima autoridad del INDEC, quien debió sincerar sus números y reconocer que durante el período 2015 se registró un crecimiento del 2,1% en la economía nacional. “Se hablaba de destrucción de los puestos de empleo”, recordó el sociólogo, “y de la caída del Producto Bruto Interno, cuando en realidad durante 2011 y 2015 se generaron 750.000 puestos de trabajo, de los cuales 370.000 fueron formales privados. Disminuyó la pobreza, creció el salario, y todos los años el kirchnerismo actualizó los ingresos por encima de los niveles de inflación. Ahora es notable el contraste, y es evidente el uso impiadoso que se hizo de las estadísticas para alimentar un discurso opositor que sólo buscaba aprovecharse de la gente. Los grandes medios operaron en ese sentido con absoluta impunidad, por todos los canales de comunicación: la economía argentina creció un 2,1% durante el último año, pero hicieron parecer que todas las consultoras económicas coincidían en que la actividad estaba cayendo”.
Para el director de la consultora Equis, lo que todavía queda por verse son las consecuencias sociales que traerá la sumatoria de las medidas de ajuste. “Esa podría ser la única discusión –concluyó–, pero en líneas generales no hay nada para esperar, porque la estrategia del Gobierno consiste en tomar deuda para pagar los gastos corrientes, y así es como ya hemos entrado en los anteriores ciclos de recesión”.
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La odiosa comparación
Para ponerlo en paralelo, Artemio López expuso cómo se constrastan las realidades del país desde que Macri asumió la presidencia:
- La perspectiva de crecimiento económico es ahora de –2 puntos, contra los 2 puntos de crecimiento durante la gestión anterior.
- La generación de desempleo está calculada en 7 puntos para fines de este año, habiendo crecido un 2%.
- En términos salariales, las actualizaciones ya quedaron en promedio 10 puntos por debajo, mientras que en 2015 estaban casi al 3% por encima del nivel inflacionario.
- Los niveles de pobreza ahora están en ascenso, y la tendencia del gobierno anterior indicaba descenso. Lo mismo con la indigencia y los planes de asistencia social.
- La moratoria provisional, que incluía medio millón de nuevos jubilados durante 2015, fue eliminada, y hay otros tantos jubilados que todavía no pudieron cobrar lo que se les adeuda.
- Fuerte impacto sobre los sectores populares, el nivel de consumo interno y el nivel de actividad económica, contra las políticas del kirchnerismo que cuidaban al productor y al consumidor.
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