En apenas un mes el gobierno, Javier Milei pulverizó el poder adquisitivo de los salarios en general por la devaluación del 118 % y el consecuente salto inflacionario de 25,5 % de diciembre. «Para cualquier persona asalariada cuya remuneración no se haya incrementado en diciembre, el aumento del IPC del 25,5 % de ese mes implica una pérdida de poder de compra del 20,3 %», sostuvo un informe del Centro de Investigación y Formación (CIFRA).
El estudio de este centro dependiente de la CTA de los Trabajadores, especializado en temáticas vinculadas con el desarrollo económico, se enfocó principalmente en el deterioro del salario mínimo vital y móvil, que actualmente es de 156.000 pesos.
«En el mes de diciembre pasado, tras el fuerte aumento en los precios, el salario mínimo se redujo en términos reales en 14,8 % en un solo mes. Quedó así en un valor que resulta 25,9 % más bajo que el de diciembre de 2019 y 42,9 % más bajo que el del mismo mes de 2015», especificó el CITRA.
Vale remarcar que, a pesar de la abrupta caída de los salarios y del próximo paro del 24 de enero, el Gobierno aún no le puso fecha a la convocatoria del Consejo del Salario para acordar un nuevo aumento del salario mínimo. La última actualización se había definido a fines de septiembre, bajo la gestión de la ministra de Trabajo Raquel «Kelly» Olmos, durante la Administración de Alberto Fernández.
El salario mínimo es un indicador esencial tanto en el ámbito laboral como en el económico y social. Es de suma importancia para los ingresos nominales de los trabajadores en el país, especialmente en un contexto de creciente inflación. Se trata del sueldo básico en Argentina, y es utilizado como referencia para empleos formales e informales, así como para programas sociales, como el Potenciar Trabajo, cuyos beneficiarios reciben la mitad del salario mínimo.
El impacto en las canastas básica y alimentaria
Los bajos valores del salario mínimo implican que no alcance siquiera para la adquisición de la canasta básica alimentaria correspondiente a una «familia tipo». El costo de esa canasta, que define el límite de la indigencia, fue 240.679 pesos en diciembre; es decir que los 156.000 pesos del salario mínimo solo cubrieron el 64,8 %.
En relación con la canasta básica total, que define la línea de pobreza y fue de 495.798 pesos en diciembre, el salario mínimo no alcanzó siquiera un tercio de su valor.
Por otro lado, un informe del economista Jorge Gabriel Barreto calculó que un salario mínimo actual alcanza para comprar 87 kilos de pan en enero de 2024. Un año atrás, el básico rendía para comprar un total de 136 kilos de pan (que costaba 480 pesos en panaderías). Haciendo una comparativa con el precio actual (1.800 pesos), hubo una caída en el poder adquisitivo del 63 %.
Por último, un ranking que reveló Bloomberg sobre los salarios mínimos de los países de Latinoamérica en dólares ubicó a la Argentina como el país con el segundo nivel más bajo de la región, con un valor en el orden de los 152 dólares, superado únicamente por el de Venezuela (3,61 dólares). En el listado siguen República Dominicana (245 dólares), Perú (277 dólares) y Brasil (291 dólares).