Por María Rachid
Néstor nos propuso un sueño. Y nos devolvió las herramientas para hacerlo realidad. El movimiento de mujeres soñaba con las leyes de femicidio, trata y violencia contra las mujeres; las organizaciones de migrantes, con una nueva ley de migraciones; la diversidad sexual, con el matrimonio igualitario y la ley de identidad de género; las organizaciones afro con un censo que visibilice su presencia y aportes a la cultura y la historia de nuestro país… Soñamos con una nueva ley de salud mental, miles de familias soñaban con el acceso a las técnicas de reproducción asistida, soñamos con una ley de obesidad, con la de celiaquía… Soñamos con trabajos y salarios dignos, con un Estado presente que vele por nuestros intereses. Soñamos todos y todas a partir de aquella propuesta. Y hoy esos sueños son realidad, gracias al trabajo de las organizaciones y a la voluntad política y el coraje de Néstor, y después de Cristina. No fue magia.