Por Ramiro García Morete
(Foto: Luciana Demichellis)
«Hace meses que no tomo un desayuno / las costumbres se fragmentan en porciones / sólo tomo las que me sirven canciones / el hotel entero espera que me vaya». En estas mismas páginas de superficie táctil lo hemos evocado: aquellos años en el que su vida transitaba entre las fotocopias de su trabajo en el quiosco, los cuadernos testigos de la composición desbordada en una pensión, las noches en La Comu, los licores de menta y todo un imaginario que alimentó un tiempo de su vida. Un tiempo pasado, por cierto. Y es que los años, la pericia y eso que se asemeja a la sabiduría lo llevaron abordar la canción ya no desde el sacrificio sino desde el oficio. Perspectiva necesaria no solo para trabajar esa materia en sí, sino también su propio camino.
La misma que aplicamos en esta líneas para no sucumbir a la emocionalidad exaltada cuando hablemos de estos dos discos (o tres, en rigor). Y es que Te amo (2007), ese relato urgente y vigente de baja fidelidad y alta visceralidad cobraría dentro de su camino personal –potenciado por Orquesta de Perros y luego Los Valses– una especie de dimensión mítica dentro de sus oyentes y amigxs. Por eso una noche de 2017, no tanto por nostalgia sino más bien por celebrar el presente, tributaría aquel materia rodeado de una gran banda (Santiago Peri en guitarras, Federico Blcaza en bajo, Sebastián Alonso en batería y Julián Rossini en bajo) y artistas amigos: Diego Vázquez Espiro, Sebastián Coronel, Germán Pasalagua, Juan Tenti, Santiago «Fredy» Hernando, Nazareno Dhroso y Seba Rulli.
«Editar un disco en vivo nunca estuvo dentro de mis planes –explica el proceso–. Tuvimos la precaución de registrar aquellos conciertos por los 10 años de Te Amo más bien por una cuestión de sentimentalismo, para que no se diluyeran tan rápido esos meses de laburo y fraternidad. Con la llegada de la pandemia empecé a mirar con otros ojos ese registro y ahí sí le pusimos todas las fichas para convertirlo en un disco en vivo. El concierto tuvo dos funciones y por suerte teníamos el registro entero de las dos, así que fuimos seleccionando la mejor versión de cada canción junto a Nico Urquía, que se mandó un laburo enorme para que el disco terminara sonando como suena». Ese laburo enorme cobra forma como el álbum doble Te amo/En Vivo En Meridiano V La Plata, donde más allá del nombre propio se respira un espíritu colectivo y/o de época. Aunque Pablo Matías Vidal sepa que la mejor canción es la próxima, es tan cierto que «nos unen las cosas que nos pasan» pero también las que nos pasaron y –quién sabe– las que pasarán.
Este registro tiene muchos componentes especiales. ¿Cómo juega el factor tiempo y la perspectiva? Es decir… un concierto de hace unos años sobre canciones de hace varios años.
Algunas canciones no estaban editadas o formaron parte de discos medio perdidos así que fue una especie de reparación histórica para algunas. Al haber invitado cantantes me divertí fusionándome a la banda y tratando de ser un guitarrista rítmico a la altura de las circunstancias, más relajado al no tener que cantar… Esa perspectiva la disfruté mucho. Por otra parte, después de 15 o 20 años de compuestas a las canciones les da lo mismo si las hiciste vos o el vecino, el trabajo de interpretarlas se va yendo con los años de la cosquilla al oficio y ahí ya da lo mismo si tienen 6 meses o 20 años. Cada tanto me pinta la arqueología y desentierro algunas canciones viejas que seguro en su momento desestimé, les explico cuales son los planes, les pido perdón por los años de ostracismo…
Aquel concierto de permitió darle un sonido y enfoque que la urgencia quizá de Te amo no permitía… ¿Cómo lo laburaron?
Al adaptar un disco eminentemente acústico al formato de banda siempre está latente el peor de los temores: cagarla astronómicamente. Pero yo tenía un as bajo la manga ya que elegí para la labor a los 4 mejores músicos en su puesto de nuestra ciudad, lo cual facilitó muchísimo las cosas y en un par de jornadas de ensayo la cosa ya estaba marchando.
¿Qué dirías de esas canciones, de Te Amo y de esa época en general?
Desde chiquito me gustaban los discos conceptuales y siempre quise hacer el mío, así que en cuanto pude me dediqué con alma, vida y unas cuantas neuronas en el camino a darle forma de disco conceptual a algunas de mis inquietudes y pavores recurrentes. A la distancia lo veo como un disco extremadamente frágil en su constitución pero con raíces cada vez más fuertes.
No solo parece un registro personal sino colectivo.
Es un registro atravesado por la amistad. Ese es el factor aglutinante. El criterio de selección de los invitados fue la amistad que nos une. Así voy por la vida y asi se conformó este show y posteriormente este disco.
El viernes 28, Pablo Matías Vidal se presentará en La Bicicletería con la Estimada Amiga Orquesta.
