El senador y exministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, presentó un proyecto en el Senado que apunta a reducir el derecho a huelga de los docentes, quienes justamente ayer se manifestaron contra la política de ajuste de Cambiemos.
El proyecto de Bullrich busca modificar el artículo 11 de la Ley Nº 14.786 de Conflictos de Trabajo con el fin de que las huelgas docentes sean ilegales en caso de superar los cinco paros por año, sean seguidos o discontinuados.
“Las huelgas docentes obstaculizan el aprendizaje dentro de la trayectoria escolar, generan grandes desigualdades en el acceso al saber y si bien el derecho a huelga es un derecho constitucional, así mismo lo es el derecho a la educación”, afirma el proyecto, sin considerar los motivos de los paros, por mayores fondos, salarios y condiciones edilicias.
“Para lograr el funcionamiento armónico de nuestro sistema jurídico es necesario que nadie pueda ejercer su derecho de manera absoluta aun tratándose de aquellos con rango constitucional”, prosigue el proyecto que presentó hace dos semanas y fue girado a la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, que encabeza el peronista pampeano Daniel Lovera. A su vez propone como solución “la restricción mediante una ley razonable de alguno de los derechos en pugna”, en este caso, el de hacer paro.
Bullrich: «es necesario que nadie pueda ejercer su derecho de manera absoluta aun tratándose de aquellos con rango constitucional”.
La nueva iniciativa legislativa de Cambiemos va en línea con la política antisindical que ha desplegado desde que asumió. Si se repasa la gestión, a nivel nacional eliminó la paritaria docente que servía para equiparar los salarios entre las provincias, subejecutó los presupuestos y para este año recortó los fondos destinados al sector, en el marco del ajuste para cumplir con el déficit cero que ordenó el Fondo Monetario Internacional como condición para acceder al préstamo.
Bullrich tiene un prontuario signado por su posición antisindical. Cuando era titular de la cartera de Educación en CABA, en 2014, durante una conferencia en la Academia Nacional de Educación dejó clara la estrategia para “vencer la resistencia de los sindicatos docentes”: “Al sistema hay que sacudirlo. Y lo hemos hecho. ¿Qué es lo que hacemos para vencerles la resistencia? Primero, lanzar muchas iniciativas al mismo tiempo”, dijo. Y siguió: “El gremio focaliza en una, le abriste doce, las otras once avanzan. Cuando se dieron cuenta que había una que se implementó, van atrás de esa y avanzás con las que no habías avanzado”.
La política de avanzada en esta línea la ha llevado a cabo el gobierno de María Eugenia Vidal. Sumarios a docentes que adhieran a los paros, amenazas de quitar la personería gremial a SUTEBA y de ubicar a “voluntarios” en las aulas para dar clases en lugar de los docentes, y descuentos a quienes participen de las huelgas fueron algunas de las decisiones que adoptó la gobernadora para atacar a los sindicatos durante los últimos tres años.
El año pasado, Vidal sufrió veintinueve paros por querer imponer un aumento salarial del 15% que finalmente fue del 32% y por decreto, tras la crisis cambiaria y financiera. Ahora cambió de maniobra y apostó a conceder los reclamos salariales en medio de la caída de imagen de la fuerza Cambiemos por la recesión económica.
Para este ciclo lectivo, gobierno y gremios están cerca de acordar la negociación salarial. De los cinco gremios del FUDB, sólo Udocba no aceptó la oferta de recomposición de los 15,6 puntos del año pasado. SUTEBA, en tanto, ató la aceptación a que el gobierno ponga en práctica una política para mejorar las condiciones edilicias de las escuelas y cese en sus prácticas antisindicales. Estos reclamos los sostuvieron ayer durante el paro de veinticuatro horas y la movilización a la que convocaron las centrales sindicales CGT, el Frente Sindical y las dos CTA.