Este lunes, el mandatario bonaerense Axel Kicillof lanzó Comunidades sin violencia, un programa que, con pie en los 135 municipios, busca prevenir y erradicar la violencia patriarcal. «Las personas que sufren violencia viven en un territorio y allí es donde deben encontrar la respuesta», manifestó la ministra Díaz, que acompañó al gobernador y la vicegobernadora Verónica Magario en el anuncio oficial.
La violencia de género recrudeció por el contexto de la pandemia y el aislamiento, y desde el Ministerio informaron que desde el comienzo de la cuarentena hasta fines de junio la Línea 144 recibió 4.667 llamadas, con 729 casos de gravedad atendidos en territorio bonaerense.
En este escenario, la ministra resaltó la importancia del programa. «Es una iniciativa muy importante para la prevención y erradicación de la violencia, este es uno de los objetivos de nuestro Ministerio, y, en ese camino de la definición de las políticas, cómo articulamos el trabajo con los municipios es central. Las personas que sufren violencia viven en un territorio, y allí es donde deben encontrar la respuesta y el Estado debe poner su trabajo para que las intervenciones lleguen realmente, porque a veces aparecen noticias con los casos extremos y no sabemos qué pasó; eso no debe ser así», dijo Díaz.
El programa Comunidades sin violencia busca reforzar las áreas municipales de género de los 135 distritos bonaerenses, con una inversión de 500 millones de pesos. «Tenemos el sistema integrado provincial que tiene dos ámbitos de articulación, uno es la mesa intersectorial que articula con todos los organismos del Estado provincial que tienen incumbencia, el otro ámbito son las mesas locales que sientan en cada municipio a las áreas locales y provinciales con jurisdicción en ese territorio. Son espacios que venimos fortaleciendo porque encontramos lugares donde no funcionaban ni existían, vaivenes en su funcionamiento. Hoy tenemos la dirección en ese sentido y los diálogos regionales», destacó la ministra.
Para su abordaje se plantean tres líneas de acción. La primera pone el foco en el fortalecimiento y la creación de equipos interdisciplinarios. En este punto se plantea la formación, prevención y atención a varones que hayan ejercido violencia y la creación de grupos de ayuda mutua.
En segundo lugar se trabajará brindando apoyo para el fortalecimiento de los que integren la Red de Hogares provinciales y Casas abiertas de cada municipio, con la construcción y refacción de sus edificios.
El tercer eje, en tanto, pone el foco en el trabajo de mujeres y personas LGBTIQ+ en proceso de salidas de violencia, por lo que apunta al fortalecimiento de escuelas de formación de oficios y la promoción de emprendimientos y espacios cooperativos y asociativos.
Para finalizar, Díaz destacó la «fuerte voluntad política que tuvo el gobernador Axel Kicillof de crear un Ministerio de las Mujeres y ponerlo en el principal rango de gestión», y resaltó la labor que realizan las trabajadoras de la Línea 144 y otros dispositivos de atención a personas que sufren violencia por razones de género. «Para nosotras es de enorme satisfacción desde la Provincia estar apoyando esa tarea con recursos que mejoren los dispositivos que se tienen para la atención. Eso es lo que imaginamos. Una vida libre de violencias, que cumplamos el compromiso con el derecho humano a vivir una vida libre de violencia. Comunidades sin violencia es una herramienta más en ese camino», concluyó.
Por su parte, Magario resaltó la importancia de, «en medio de la pandemia, llevar adelante este programa de acompañamiento y resguardo, que busca darle un resultado final a quienes sufren violencia», y afirmó que «con esto debemos pensar desde la salida del lugar hasta la llegada de un nuevo hogar y un trabajo construido desde el Estado».
Kicillof, en tanto, resaltó la importancia del Ministerio para la creación de políticas públicas. «El Ministerio no solo debe trabajar de cara a la comunidad, sino al interior del gobierno. Era necesario que todas las políticas del Estado incorporen una perspectiva de género, en la seguridad, en salud, en lo productivo, en la educación. Yo también estoy haciendo una deconstrucción, pero hay que pasar de lo individual a la construcción de políticas de Estado», resaltó el gobernador.
«Este programa le da despliegue territorial a las políticas de este gobierno. Así se buscará que las líneas de trabajo propuestas tengan cuerpo y se puedan poner en marcha. Cada gobierno municipal seguro está haciendo algo por las políticas de género, pero estas tres líneas de trabajo plantean también la intervención del Estado provincial», marcó Kicillof.
«Estas tres líneas se van a hacer carne cuando se lleven adelante en los 135 municipios a los que invito a jerarquizar a sus áreas de trabajo en políticas de género. Necesitamos que se note la diferencia. La pandemia exhibió situaciones de extrema solidaridad, pero también mostró lo peor, situaciones miserables de quienes emplearon su tiempo en mostrar una faceta deplorable en lugar de cuidar», destacó Kicillof.
Para finalizar, el gobernador puso el foco en la nueva etapa de aislamiento. «Les pedimos solidaridad, mi interés es volver a decir lo mismo: el Estado va a poner en un momento trágico todos los recursos para que seamos libres de no enfermarnos. Hoy necesitamos la libertad de no morir, con un Estado presente y poniendo todo de sí para que no se genere más desigualdad», concluyó Kicillof.