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Para que nadie deba irse de su tierra

Por Maximiliano Ceci

La barrera agrícola le gana terreno a la ganadería. El monocultivo de la soja desplaza a la población hacia las ciudades, quedando despoblados los pueblos, parajes y colonias de la provincia de Buenos Aires. Campo Adentro, proyecto que lleva adelante el Ministerio de Educación en conjunto con RENATEA y FACEP, pretende movilizar las comunidades rurales y generar una organización para que los jóvenes no sean excluidos y expulsados de su tierra.

“El proyecto se lleva adelante en localidades que van de 20 a 500 habitantes. El 90 por ciento de los jóvenes que asisten a las escuelas son hijos de trabajadores, en su mayoría hijos de puesteros. En algunos casos, el patrón les deja tener algunas vacas en el campo o les dan una parcela para cultivar, pero en otros, los jóvenes no tienen posibilidad de tener un proyecto que le deje llevar la vida adelante y dejan el pueblo. Por eso, estos centros intentan crear las condiciones para que los jóvenes creen y debatan proyectos productivos autogestivos”, contó Leandro Larrondo, referente del programa Jóvenes,

«Muchas veces, los jóvenes no tienen la posibilidad de tener un proyecto que les deje llevar la vida adelante y dejan el pueblo.»

El arraigo, el monocultivo, la tenencia y uso de la tierra, el acceso al agua potable, el cuidado de los recursos naturales y la soberanía alimentaria son algunos de los temas que motorizan a los jóvenes rurales que están enmarcados en este proyecto que se lanzó en en el  2014.

“En principio, creo que el campo debe poblarse. Hay que tratar de revertir la situación hegemónica que hoy sucede en el campo que la llevan a cabo los sectores más poderosos. Hay un sector del campo que está quedando excluido y no solo esta quedando excluido si no que también por esto tiene que irse del campo, irse a la ciudad, Este sector forma parte de otro sistema de producción que es la agricultura familiar con otra concepción de lo agrario, con otra concepción que genera vida en los pueblos. Es una demanda de los pibes, de los  jóvenes, que nos les queda otra que tener que irse”, agregò.

En el corto recorrido que lleva Campo Adentro, integrado al programa Programa de Inclusión Socioproductiva del Trabajo Agrario (PISTA) que intenta generar una recalificación laboral y fomentar el cooperativismo y asociativismo que permita que permitan extender proyectos productivos locales. El Centro de jóvenes de Juan Barra van a abrir una planta de faena con fondos del PISTA y, en la localidad de Aparicio, se construyó un centro cultural en los galpones del ferrocarril y una biblioteca popular que eran la demanda del pueblo en el marco del 125° aniversario.

Además, Campo Adentro cuenta también con el programa de alfabetización cubano “Yo sí puedo”, que trajo Ernesto Portelles a la Argentina. En Venezuela, donde había voluntad política y financiera, se logró alfabetizar a un millón de personas en seis meses y declararon el territorio libre de analfabetismo. “Lobos es la localidad bonaerense que más profundizó en este proyecto y cuenta con alfabetizadores de 16 y 17 años que primero hicieron un diagnostico y ahora están alfabetizando a gente de su zona, entre ellos, muchos de sus familiares” detalla Larrondo.

Desde Campo Adentro brindan cursos de capacitación que permiten darle herramientas a la población local y fortalecer a los centros de jóvenes

Desde Campo Adentro brindan cursos de capacitación que permiten darle herramientas a la población local y fortalecer a los centros de jóvenes. Herrado Equino, Primeros Auxilios en Medio Rural, Uso de agroquímicos, Asistente agro ganadero, Tractorista, Reproducción de semilla y Manipulacion de alimentos son algunos de las capacitaciones que pueden acudir los pobladores de la Colonia El Salado (General belgrano) Paraje Don Alfredo (Pringles), Estación Miranda (Rauch), Paraje Casey (Guaminí), Colonia 17 (Tres Lomas), Espigas (Olavarría), Colonia El Toro (Carlos Tejedor), Martín Fierro (Trenque Lauquen) Magdala (Pehuajo) El Chaja  (9 de julio), entre otras localidades.

“Alcanzar este objetivo es muy ambicioso. Lo que nosotros podemos mover la aguja es muy poco. Es un trabajo que es difícil de sostenerlo solo con la estructura de RENATEA. Pero son discusiones que se tienen que dar y se deben utilizar las herramientas del estado para llevar a cabo proyectos productivos que inviten a quedarse a los jóvenes, que son pibes que tienen ganas, que tienen ideas, que tienen una cultura del trabajo muy arraigada, que quieren crecer y  producir, sólo les falta las herramientas y el financiamiento”, concluyó Larrondo.

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