Por Roberto Álvarez Mur
Luego de golpear el bolsillo de los trabajadores y el presupuesto de las Universidades públicas, la ola de aumentos tarifarios instalada por el macrismo puso en jaque las actividades de los clubes de barrio. Tal es el caso del Club Chacarita Platense en el barrio Altos de San Lorenzo de La Plata, que dedica su espacio a actividades sociales y deportivas, y que tiene en sus espaldas más de cincuenta años de historia. “Algunas actividades están parando”, dijo a Contexto Emiliano, dirigente del club platense, respecto del conflicto financiero que atraviesa. “Hace un mes nos sacaron el medidor de gas. En cuanto a la luz, estamos viendo qué vamos a hacer para afrontar el gasto. Si pensamos un aumento de cuota, muchos de los que hoy pagan ya no van a poder debido a sus bajos recursos”.
Chacarita Platense, al igual que la mayoría de las instituciones barriales, forma parte de la identidad local y representan un espacio de acción y representación para los miembros de la comunidad. En tanto, el aumento en las tarifas de servicios acaecido en los últimos meses amenaza la continuidad de las actividades regulares. “En estos meses nos ha agarrado una crisis donde no sabemos a quién vamos a poder pagar y a quién no. La cuota societaria es de treinta pesos, es un club de barrio”, expresó en declaraciones a la señal TV Universidad José Guttman, presidente del club. “Por el agua, que aquí se usa mucha, venía una cuenta cercana a los 1.200 pesos. Ahora ha llegado una boleta de 4.600 pesos”, dijo Guttman, y sentenció: “Este nuevo plan económico nos está llevando como club a que cerremos las puertas”.
El club Chacarita Platense tomó vital protagonismo durante las acciones solidarias que resultaron de la inundación del 2 de abril en la ciudad, cuando su sede recibió más de 150 evacuados, que albergó durante los días subsiguientes. Por los abruptos aumentos de tarifas, la institución platense tiene en jaque la continuidad de sus actividades.
“La situación es gravísima. Hoy a los clubes de barrio nos está yendo como al país en general en los últimos cinco meses”, dijo a Contexto Cristian Font, integrante de la mesa nacional de la Unión Nacional de Clubes de Barrio.
“En un país que tenía un proyecto de inclusión y reactivación de trabajo, los clubes comenzaron a resurgir. Con una Ley Nacional de Promoción a los Clubes de Barrio y de Pueblo pudimos lograr muchos beneficios. En cambio, en estos últimos meses parece que estamos volviendo a un debate del pasado; nos quieren venir a instalar de nuevo el debate de ‘Sociedades Anónimas vs. Clubes de Barrio’, y lo vienen haciendo de una manera perversa”.
Font explicó que desde la actual gestión gubernamental se les está poniendo a los clubes cada vez más trabas a la hora de presentar documentación regulatoria y con la mediación de un escribano a la manera de una Sociedad Anónima. “A eso se suma el tarifazo, y se suma también la discusión sobre, si los clubes no pueden hacerse cargo de sus actividades, que intervengan capitales privados que financien y se queden con las instituciones”.
Durante la última edición del programa Economía Política de Roberto Navarro, la Unión de Clubes de Barrio manifestó su preocupación en compañía de una protesta pública de vecinos y socios de diversas instituciones barriales, además de hacerse visible la situación de varios clubes históricos de la Capital Federal en estado crítico a causa de los tarifazos. “A partir de que se estableció el nuevo tema tarifario, para nosotros ha sido un grave problema, porque nosotros somos una sociedad de fomento y funcionamos como tal”, expresó la presidenta del Club SABER del barrio porteño de Parque Chas, Susana Borda. “De setecientos pesos que pagábamos de factura, pasamos a pagar 3 mil pesos por mes. Es decir, en dos meses pagamos 6 mil pesos. Y el tema de la tarifa eléctrica es importante porque nosotros tenemos el club abierto y con iluminación desde las 8 de la mañana hasta las 12 de la noche, porque le prestamos de manera gratuita las instalaciones a las escuelas del barrio”.
En tanto, desde la Unión Nacional de Clubes de Barrio planean un plan de acción en base a tres ejes: amparos, la propuesta de legislaciones para poner freno a los tarifazos y la realización de plenarios nacionales. “Para el día 24 de este mes está pautado un plenario nacional de representantes de clubes sociales en Capital Federal. No vamos a permitir que nuestros clubes de barrio cierren y dejen a nuestros pibes en la calle”.
Racing, Deportivo Español o Ferrocarril Oeste son ejemplos renombrados de grandes clubes que durante los noventa debieron hacer frente a crisis financieras que pusieron en riesgo su continuidad. Hoy, cientos de clubes de los barrios argentinos ven amenazado su funcionamiento debido a la avanzada económica que encabeza el macrismo.
“Con boletas de 18 mil a 30 mil pesos, con organismos de control cada vez más restrictivos y exigentes, y la falta de respuestas por parte de un interlocutor, estamos preocupadísimos”, definió Font, y agregó: “Estamos frente a una discusión muy concreta: si los clubes deben ser tomados por élites y administrados para una parte exclusiva de la sociedad, o si deben ser entidades populares que, como sucede hoy, sacan a miles y miles de pibes de la calle”.