Por R.G.M.
1) A primera escuchar, el track remite a muchas cosas a la vez…¿cómo se trabaja para cohesionar todo de manera fluida?
Ocurre de manera natural. No es algo que lo premedite demasiado. A la hora de hacer una canción van surgiendo cosas que si bien se las pueden linkear para un lado o para otro, en definitiva siempre parten del mismo lugar: toda la música que me formó y me inspiró.
2) ¿Qué nos podés decir sobre la letra?
Por un lado, está el hecho de amigarse con la incertidumbre, de comprobar que todos esas “verdades universales” o “caminos indicados” no son tales y casi nunca encuentran un sustento en la vida ordinaria. También con aquellos reencuentros en donde ambas partes coinciden en un punto: distanciarnos en su momento, y volvernos a encontrar ahora, tuvo y tiene sentido. De todas formas, la interpretación de quién compone la canción no es ni más ni menos válida que la de cualquier otra persona. Interferir en la imaginación del otrx me parecería un horror, algo anti-arte.
3) Te dedicás activamente a la producción de otrxs artistas…¿cómo encaras el trabajo cuando se trata de tus propias canciones?
No dista mucho. Lo que aspiro siempre es una canción de fácil escucha, en donde la voz tenga el protagonismo suficiente para que cualquiera la pueda cantar. Una estructura simple y jugar con la idea que parece siempre lo mismo, cuando no. Siempre flasheé con la producción de The Beatles: te hacen creer que no pasa nada cuando en realidad está pasando de todo.
4) Como todas tus canciones, va acompañada de una estética y un videoclip del cuál te encargas…¿qué podes decir al respecto?
Cuando era niño, revolvía una pila de cassetts y entre ellos hubo uno que me llamó especialmente la atención por su tapa: Dynasty – Kiss. Lo escuché y si hoy sigo ligado a la música en buena parte tiene que ver con ese descubrimiento. De haber tenido otra tapa quizás no lo hubiera escuchado. Desde ahí entendí que la imagen juega un rol importante. Por eso me ocupo lo mejor que puedo en ese terreno.
5) Algo que quieras agregar
La pelota no se mancha
