Por Fernando López
Luego de los allanamientos ordenados por el juez federal Claudio Bonadio en Santa Cruz, el fallo de los camaristas Eduardo Farah y Martín Irurzun que ordena al juez Sebastián Casanello avanzar sobre la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, su familia y ex funcionarios de su Gobierno, y la reapertura de la causa Skanska, no quedan dudas de que, como ella misma denunció en los últimos días, se ha intensificado la persecución en su contra.
En la carta que publicó en las redes sociales, Cristina advierte que la avanzada judicial tiene dos objetivos: por un lado, “instalar en la opinión pública que el anterior gobierno durante los doce años y medio de gestión tuvo como único propósito cometer delitos de manera indiscriminada. Se intenta crear un nuevo tipo penal: el delito de haber pertenecido al gobierno durante el período 2003/2015; y por otro, “distraer a la población mientras el ajuste y la debacle económica aumentan la pobreza, la desigualdad y la inseguridad de manera ya inocultable y exponencial”.
El ex secretario de la Presidencia y ex director general de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Oscar Parrilli, quien ayer habló con varios medios del país, responsabilizó por la “campaña orquestada” contra la ex mandataria al propio Mauricio Macri, su ministro de Justicia, Germán Garavano, sectores del “Partido Judicial” y a “grupos mediáticos como Clarín e Infobae”.
“No les importa la Justicia ni el Derecho, no les importa nada. El único objetivo que tienen es meterla presa y proscribirla, utilizando los métodos más nefastos, como los de 1955 con la Revolución Libertadora”, denunció.
“Atrás del ataque a Perón –abundó–, estaban en juego los derechos de los trabajadores, la industria nacional, la soberanía y todas las banderas que se levantaron en esa época. Ahora, atrás del ataque a Cristina, está la intención de borrar de la mente y del corazón de los argentinos todas las conquistas logradas durante los últimos doce años”.
Según el ex titular de la AFI, en estas maniobras no son ajenos “viejos agentes de inteligencia que nosotros echamos”.
“Stiuso ha vuelto”, dijo Parrilli, y lamentó que esté “manejando a los jueces en la Argentina con la complicidad de Macri y Garavano”.
Además, comparó la campaña contra Cristina con lo que ocurre en otros países latinoamericanos como Brasil, donde la derecha avanzó con un golpe de Estado contra la presidenta Dilma Rousseff, y en Venezuela, donde la oposición incrementa sus acciones para desestabilizar al Gobierno de Nicolás Maduro.
“No tengo ninguna duda que detrás de todo esto está la embajada de Estados Unidos, que le ha hecho creer al Gobierno de Macri que, si mete presa a Cristina, van a venir inversiones a la Argentina”, completó.
Sobre las causas contra la ex presidenta, Parrilli consideró que son “escandalosas desde todo punto de vista” y puso como ejemplo el fallo de la Cámara Federal porteña, que “es casi un calco de los editoriales de Clarín y La Nación”.
Mientras les dictan los argumentos al Partido Judicial, “(Héctor) Magnetto y compañía ocultan sistemáticamente todo lo que afecte al Gobierno”, como los Panamá Papers y las denuncias contra el ministro de Energía, Juan José Aranguren, ejecutor de los tarifazos.
“Con las causas contra Cristina intentan poner una cortina de humo para distraer a los argentinos del brutal, tremendo e irracional ataque económico contra los sectores populares y la enorme transferencia de ingresos desde los sectores más vulnerables hacia los más ricos, en especial a los de afuera”, alertó Parrilli.
