Por Roberto Álvarez Mur
Cuando Pedro “Piter” Robledo llegó a las oficinas de la Subsecretaría de Juventud del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, hace treinta días, reunió a sus empleados para comunicarles lo conforme que estaba respecto del trabajo realizado hasta entonces. Al parecer, la satisfacción no duró mucho: la semana pasada sumó 35 nuevos despidos a los veinte ejecutados en enero, sobre un conjunto de casi noventa empleados iniciales. El dato: la misma semana Robledo contrató dieciocho militantes PRO.
“No quiero que (la Subsecretaría) sea un local partidario de La Cámpora ni del PRO. Para ser respetuosos con los contribuyentes, tomé la decisión más correcta. No queremos un 6,7,8 ni 9,10,11”, había señalado Robledo en diálogo con un programa radial, a modo de justificación.
PEse a la prédica anti partidaria, la misma semana en que cesanteÓ a 35 empleados se conoció una lista de dieciocho ocupantes para los puestos vacantes, la mayoría vinculados a las filas de la militancia Pro.
“Desde 2006 trabajo en Comunicación y desde 2010 trabajo en Juventud. Desde el área de Comunicación teníamos actividades directas y muy diversas, muchas vincualdas a la generación de espacios como radios abiertas, actividades que tenían que ver con la Ley de Medios. Cuando cambió la gestión nos adaptamos al concepto de comunicación que nos plantearon. El mismo Pedro Robledo nos planteó que estaba muy conforme con todos y que íbamos a continuar todos los trabajadores. Luego empezaron con los despidos echando a cinco trabajadores, y después continuó con muchos más”, dijo a Contexto Mariana Gavicagoxeascoa, una de las 35 despedidas, mientras aguardaba en la puerta del edificio de la Subsecretaría de Juventud del Ministerio de Desarrollo, de la calle Paraná, en pleno centro porteño.
“Nosotros no tuvimos ningún contacto con ninguna autoridad, ni con Pedro Robledo o con ningún representante de la gestión. Nos enteramos por el gremio que existía una lista. No nos llegó ningún telegrama. Lo que pudimos rescatar fue una declaración a través de los medios donde Robledo dijo que esto funcionaba como un local partidario, lo cual no es cierto. Está totalmente injustificado”, dijo la trabajadora.
Por su parte, Pablo López, delegado de UPCN entre los trabajadores despedidos de Juventud, habló con Contexto: “Lo que estamos haciendo ahora es mantenernos unidos y esperar una serie de definiciones que se van a dar en el ámbito de lo gremial. Sabemos que es importante que esto se sepa en los medios, justamente para que se sepa en la sociedad que esto está sucediendo en la Subsecretaría de Juventud, el cual consideramos un lugar sensible”, dijo respecto del organismo que se propuso generar empleo entre los jóvenes y hoy se encuentra con casi la mitad de su personal despedido.
“Los despidos son efectivos desde el 1º de mayo. Es muy simbólico que en ese día te quieran echar como laburante. Es una forma de erosionar la organización de los trabajadores.”
Tras tomar conocimiento de sus cesantías, los trabajadores se presentaron ayer en la sede de la Subsecretaría de Juventud en CABA para obtener respuestas de las autoridades, pero fueron recibidos por efectivos policiales que –como en ocasiones anteriores con otros organismos del Estado vaciados– tomaron la palabra por cuenta propia respecto de la situación.
Lo más llamativo fue la presencia de dos hombres vestidos de civil también impidiendo el paso. Cuando Contexto intentó dialogar con las autoridades pertinentes, uno de estos hombres frenó el ingreso sin darse a identificar y sin aclarar qué hacía allí. Era un comisario de la Policía Federal de civil. “La presencia de la Policía, en una situación donde no viene bajo ningún tipo de orden judicial, genera mucho ruido. Ellos saben que no tienen ningún tipo de causa y ningún tipo de conflicto en puerta. Supuestamente vienen a ‘cuidar que no hayan desmanes’. Nos produce malestar porque no nos dejan entrar y saben muy bien que no venimos a generar disturbios ni nada que se le parezca”, dijo Pablo López.
Los trabajadores continuarán en alerta por la situación y en reclamo por la reincorporación de los empleados despedidos. Por su parte, Robledo tuvo diálogo ayer con la prensa, donde volvió a justificar los despidos y adelantó: “No voy a hablar con delegados gremiales”.
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