Por Cristian Scarpetta
Cuando el Gordo Gaby abrió las puertas de la inmensa quinta de Ezeiza para recibir a los representantes de la Facultad de Periodismo, el histórico manager de La Renga dejó un claro mensaje: “Es un orgullo para nosotros recibir un premio con el nombre de Rodolfo Walsh”.
Eran las 7 de la tarde y la familia de La Renga organizaba todo para el ensayo de la banda. De un lado, una casa con forma de castillo junto a la pileta; en el centro, un quincho donde los casi quince asistentes y amigos le entraban a una picada con cerveza; y a la izquierda, en el medio de un gran parque, la casa/estudio, el lugar donde esperaban las cuatro leyendas del rock argentino: Gustavo Chizzo Nápoli, Gabriel Tete Iglesias, Manuel Varela y Jorge Tanque Iglesias.
Los representantes de la Facultad tenían una misión clara: informarles la iniciativa del Centro de Estudiantes, aprobada por unanimidad en el Consejo Directivo, de entregarles el Premio Rodolfo Walsh a la Comunicación Popular 2015. Ese mismo que recibieron Calle 13 y León Gieco, Hebe, Estela y Susana Trimarco. Ese que emocionó a Galeano y vivaron con pasión Hugo Chávez, Rafael Correa, Evo y Cristina.
Todo parecía encaminado, porque hacía más de un año el diálogo con el Gordo Gaby había avanzado hasta llegar a ese momento de encuentro. Libros y ofrendas en mano, los representantes de la Facultad avanzaron por un gran living devenido en sala de ensayo y escucharon la zapada que venía del cuarto de arriba. Ahí Chizzo rasgaba una canción, que se detuvo ante el primer encuentro. En ese cuarto para pocos, acompañaban Tete, el Tanque y Manu. Estaban todos, distribuidos en unos viejos sillones, con unas cervezas de por medio y rodeados de un decorado de regalos de sus fans. “Este cuadro me lo pintaron cuando tenía pelo”, bromeó el Chizzo. “Nosotros guardamos todo lo que nos dan”, aclaró Tete, mientras mostraba un añejo detector de mentiras que ninguno sabía de dónde había salido, pero que les encantaba probar de vez en cuando.
PARA EVITAR BALBUCEOS LEÍMOS LOS FUNDAMENTOS DEL PREMIO: “LA FACULTAD CONSIDERA QUE LA RENGA ES UNA BANDA COMPROMETIDA CON LAS CAUSAS POPULARES Y LA REALIDAD SOCIAL ARGENTINA”.
Con una humildad tan grande como sus trayectorias de gigantes del rock, escucharon atentos la propuesta, pero Chizzo anticipó: “Nosotros no damos notas porque no creemos en los medios, pero que la Facultad de Periodismo nos premie es una gran alegría”. Ante semejante afirmación, los enviados quedaron petrificados de la emoción, y, para evitar balbuceos, lo más directo fue leer los fundamentos del Premio: “La Facultad considera que La Renga es una banda comprometida con las causas populares y la realidad social Argentina. Una experiencia comunicacional independiente, con mensajes críticos y liberadores sin maquillaje, que son un gran aporte a la cultura popular”. Nada más justo con esta banda que supo resistir en los noventa y causó una revolución en una juventud desesperanzada. Porque sus canciones generaron una contención a toda una generación que, excluida del sistema, de las instituciones y más aun de la política, logró bancar en tiempos de neoliberalismo, mientras un Estado ausente le daba la espalda. Y la contención fue tal, que hace muchos años que este colectivo rockero reúne a casi cien mil personas cada vez que tocan, como este 16 de mayo en Tandil.
Con los argumentos leídos, Tete fue directo mientras amasaba sus rastas de la barba: “Listo, vamos”. El 18 de junio a las cuatro de la tarde terminó siendo la fecha elegida, en una charla donde bancaron la lucha por Miguel Bru y a la Facultad como un lugar de resistencia contra los medios dominantes. “Bueno, ya está, ahora festejemos con unas birras”, intervino por primera vez el Tanque. Directos, con sus improntas intactas de pibes de barrio y con una humildad que por momentos desconcertaba, convirtieron la reunión en un encuentro de amigos.
En el final, Chizzo dejó firme la propuesta: “El 18 de junio estamos ahí en La Plata para recibir el Premio Rodolfo Walsh, avisen a los pibes”.
Claro que sí, Gigantes del Rock. Ahí estaremos todos para homenajearlos. Porque renga es mi alma, rengo mi corazón.