El Sindicato Único de Trabajadores de Administraciones Portuarias (SUTAP) había llevado adelante un proceso de negociaciones por mejoras laborales con Marcelo Lobbosco, quien hasta hace unas semanas atrás se desempeñó como subsecretario de Puertos de la provincia de Buenos Aires. El funcionario no sólo se fue sin cumplir sus compromisos con el gremio, sino que antes de renunciar despidió a tres empleados portuarios.
“No se les abrió un expediente ni un sumario administrativo. Los tres compañeros fueron echados sin justa causa”, explicó a Contexto el secretario general del gremio, Adolfo Barja, antes de encabezar este martes una movilización desde Dock Sud hasta La Plata en reclamo de la reincorporación de los despedidos.
Los trabajadores llegarán cerca del mediodía a la capital bonaerense y luego marcharán hasta la sede del Ministerio de Producción, para llevar la demanda ante el titular de la cartera, Javier Tizado, a quien le exigirán además que retome “el diálogo” con el sector en torno a “los acuerdos incumplidos” por Lobbosco.
“Si Tizado no nos escucha, iremos al Ministerio de Trabajo, y si ahí tampoco quieren recibirnos, llegaremos hasta la Casa de Gobierno”, señaló Barja.
Lobbosco fue designado por la gobernadora María Eugenia Vidal a fines de febrero de 2016, y su renuncia se produjo poco después de la llegada del ex CEO de Techint al frente del Ministerio de Producción provincial, cartera que estuvo acéfala durante más de cinco meses. Si bien alegó “motivos personales”, trascendió que sus diferencias con Tizado “eran muy grandes”.
El ahora exsubsecretario de Puertos había llegado a la Provincia de la mano de la radical marplatense Vilma Baragiola, primera candidata a concejal de Cambiemos, y del macrista Juan Aicega, actual candidato a diputado nacional por la Quinta Sección. Se trata de un contralmirante pasado a retiro durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Su padre, Héctor Francisco Lobbosco, está imputado por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura cívico-militar, cuando encabezó el Departamento de Inteligencia de la Base Naval de Puerto Belgrano y realizó tareas de inteligencia desde el Comando de Operaciones Navales.
Barja explicó que no hubo una política portuaria durante la gestión de Lobbosco. “Esto se debe a que la gente que traen los gobiernos de turno poco saben de lo que es la administración de los puertos”, sostuvo, y remarcó que “siempre apuestan a los consorcios”, en una lógica donde “la plata la pone el Estado y las ganancias se las llevan los privados”.
“Acá apuntan más a los consorcios que a un puerto administrado por la provincia de Buenos Aires como el de Dock Sud, que es uno de los más importantes del país, el que más recauda y el que más trabajo tiene”, subrayó.
Otro de los grandes problemas de la actividad, según el gremialista, son “los kiosquitos que tienen algunos funcionarios”.
En mayo de este año, SUTAP denunció al director de Gestión Portuaria, Guillermo Maqui, por irregularidades y abuso de autoridad. “Se entregaron predios de Dock Sud sin la licitación previa e hicimos una presentación ante la Justicia de La Plata”, indicó Barja.
Astillero Río Santiago
Los puertos no son el único punto crítico de la cartera productiva bonaerense. La salida en julio último del entonces presidente de Astillero Río Santiago, Ernesto Gaspari, para ocupar un cargo en la Cancillería de la Nación, y la demora en la designación de un reemplazante, generó enormes problemas para los trabajadores.
La falta de una firma autorizada obstaculizó la compra de insumos y materiales, atrasando los trabajos y perjudicando los plazos establecidos de las obras del astillero.
“Nos quedamos sin oxígeno, sin agua, sin gas, sin electrodos, y estaba todo atrasado”, contó una fuente de ATE Ensenada a este diario, que confirmó que finalmente el viernes pasado fue designado como presidente Gabriel Curto, cercano a Tizado.
Si bien el gremio espera ahora que comience a normalizarse la grave situación que atravesaron durante casi tres meses, el conflicto no se termina en la cuestión de los insumos. Provincia sigue desoyendo los reclamos que vienen haciendo los trabajadores en cuanto al pago de horas extras adeudadas desde el año pasado, la falta de inversión tecnológica, seguridad e higiene, y la propuesta de construcción para la defensa, como buques de la Armada.