Por Gabriela Calotti
Concejales platenses, vecinos y expertos reclamaron la reactivación del ramal ferroviario La Plata-Brandsen como punta de lanza para revitalizar la conexión de la capital provincial con el interior bonaerense y viceversa, a costos mucho menores que las faraónicas obras anunciadas por el Gobierno nacional, que da prioridad a proyectos centralistas que benefician solamente a la Ciudad de Buenos Aires para “llevar el tren abajo del Obelisco”.
“La vuelta del tren La Plata-Brandsen significa avance social y económico para la región. Significa generación de trabajo genuino para una región que siempre tuvo tren. Es fundamental para el desarrollo regional”, sostuvo el edil Pedro Borgini, del FpV-PJ, impulsor de este debate celebrado en el Salón Blanco de la Municipalidad platense y al que asistieron otros concejales de su bloque, como Gabriel Bruera, la concejala Florencia Saintout del FPV-PJ-Nacional y Popular, y su par radical Florencia Rollier, perteneciente al bloque oficialista.
Varios de los presentes coincidieron en que tanto el intendente platense Julio Garro como la gobernadora de la provincia María Eugenia Vidal deberían involucrarse en el proyecto para reactivar el primer ramal creado por Dardo Rocha en 1883 porque la decisión final es de las autoridades nacionales. Sin embargo, ambos dirigentes macristas no parecen dar señales en ese sentido.
“Los concejales del FpV estamos esperando una audiencia con el intendente para hablar de este tema”, precisó Borgini, antes de asegurar que “algunos concejales estamos dando esta lucha, que es desigual, pero hay que darla”.
“La gobernadora tiene que ocuparse, pues su provincia aporta el 40% del PIB del país”, sostuvo Enrique Pérez Balcedo, de la Junta Vecinal para la reactivación del Tren La Plata-Brandsen, ante una veintena de asistentes, entre los cuales había varios ex trabajadores ferroviarios que integran el FerroClub argentino.
Ese ramal es “estratégico y troncal” porque “le da el acceso al puerto, conecta todo el interior bonaerense, da acceso a los dos parques industriales de La Plata y conectaría el cinturón hortícola”.
“Habíamos logrado que entrara en el plan quinquenal de (Florencio) Randazzo (ex ministro del Interior y Transporte), que contemplaba la extensión a Río Santiago y la ampliación hasta Meridiano V”, precisó el responsable, que lamentó la suspensión de la iniciativa.
Pérez Balcedo propuso “promover acciones regionales entre concejales e intendentes de distintos distritos”, incluyendo también a Berisso y Ensenada, y entre ediles de La Plata y Brandsen.
Defensor de la recuperación de los trenes aunque no a cualquier costo, el ingeniero Norberto Rosendo de la ONG “Salvemos al Tren” sostuvo que para llevar adelante este proyecto, como también la electrificación del ramal La Plata-Constitución, “hay que buscar un marco de racionalidad”, que significa “saber cuánto vamos a gastar, quién va a poner la plata y cómo planificar”.
“Los proyectos hechos solamente para que alguien gane plata no sirven a la comunidad”, sostuvo. Si queremos volver a tener trenes, hay que ver lo que se está haciendo en otras partes del mundo como Alemania, Francia, Rusia, donde no abandonaron las trazas ferroviarias y usan trenes ultralivianos”.
Según Rosendo, el “potencial” del ramal La Plata-Brandsen, que se calcula en el transporte de unos 20.000 pasajeros por día, se apoya en dos factores: primero, el desarrollo inmobiliario de la región, en particular en torno a la pintoresca localidad de Gómez, y segundo, la reducción de costos de transporte si se piensa en una conexión entre la Ruta 6 con el ferrocarril para trasladar los contenedores de los camiones hasta el puerto de La Plata.
El titular de “Salvemos al Tren” explicó que para poner en marcha el tren La Plata-Brandsen “hay que hacer un puente de cuatro metros de ancho sobre la Ruta 2 y otro en la Ruta 6” a un costo de un millón de dólares, y un puente menor en Ringuelet, además de solucionar el cruce por debajo del Hospital de Gonnet. El ramal cruza igualmente con la Ruta 36. En total, habría que invertir unos cinco millones de dólares, explicó.
Y hablando de dinero, comparó esa cifra con los 14.000 millones de dólares anunciados por el Gobierno de Macri para construir una megaestación de trenes debajo del Obelisco porteño.
En ese punto coincidió Enrique Pérez Balcedo, para quien “el problema es que las autoridades están priorizando los trenes que van a la capital. ¿Y por qué no se hace en la capital de la provincia en lugar de anunciar un plan de 14.000 millones para llevar el tren abajo del Obelisco?
Pérez Balcedo y Rosendo coincidieron en que debe “repensarse la estrategia del transporte en función de los cambios demográficos” para lograr una “distribución más equitativa de los servicios de transporte”.
Y en la misma línea de acciones planteadas en el debate, el arquitecto De Magi afirmó que “si es necesario habrá que explicar a los intendentes que, por ejemplo, los puentes de la traza ferroviaria provincial están en pie, lo que permitiría llevar desde La Plata hasta Avellaneda y dar la vuelta a La Plata”.
Conectar La Plata con Brandsen permitiría el acceso más rápido y barato desde el interior de la provincia a varios de los mejores hospitales públicos que están en la capital provincial –como el San Martín, el Rossi, el Gutiérrez o el futuro Hospital Universitario–, a centros educativos universitarios, e impulsaría el turismo rural.
El tren La Plata-Brandsen, que empezó a cerrar la dictadura en 1978 y terminó enterrando el menemismo, funcionó 110 años, dio origen a la fundación de las localidades de Melchor Romero, Hernández y Abasto, y se usó inclusive para llegar hasta la costa atlántica.
“Creo que lo que estamos reclamando es cómo se toman las decisiones en democracia”, sostuvo De Magi, quien destacó el hecho de que se hayan conservado las trazas y el suelo de la red ferroviaria provincial. “Ahora necesitamos decisiones políticas”, sostuvo.