La delicada situación de los trabajadores de las empresas Rappi, Glovo y PedidosYa volvió a tomar protagonismo este miércoles en la ciudad de La Plata, donde un nutrido grupo de los casi 4.000 repartidores que transitan la ciudad se manifestó frente a las puertas de la Municipalidad, cansados de los robos. El nivel de vulnerabilidad en que realizan el trabajo, combinado con la ausencia del Estado en materia de seguridad, motivaron que unos cincuenta trabajadores corten calle 12 en reclamo de respuestas a Julio Garro.
Los trabajadores de las tres plataformas digitales de repartos exigieron que el intendente atienda sus demandas. Según describieron, entre las 20 y las 24 hs se desarrollan los episodios delictivos que padecen a diario. Estiman que, en promedio, ocurren entre diez y quince robos por jornada, casi siempre en las mismas zonas de la ciudad. La mayoría de los asaltos son realizados por personas arriba de motos de alta cilindrada como Twister o Tornado.
«La semana pasada fue la más dura de los últimos meses: contamos veinte robos en un mismo día. Se robaron diez motos. Las comisarías están al tanto, fuimos a la Cuarta, a la Primera, a la Segunda, a ver qué respuestas tienen. El problema, según nos dicen, es que el Comando no les baja el patrullaje a la calle», indicó a Contexto un repartidor que se presentó ayer frente a la Municipalidad, pero que, como muchos, pidió no dar su nombre por miedo a represalias por parte de la empresa.
«La semana pasada fue la más dura de los últimos meses: contamos veinte robos en un mismo día. Se robaron diez motos. Las comisarías están al tanto»
La medida de fuerza de este miércoles fue la tercera que llevaron adelante debido a problemas de falta de control. Los ‘glovers’ incluso sostienen que la policía «solamente aparece para detenerlos a ellos por infracciones».
Durante uno de los episodios ocurridos la última semana, dos ladrones abordaron a un delivery, se llevaron el equipo de reparto y transitaron por la ciudad haciéndose pasar por trabajadores de la empresa. «Terminaron en Plaza Belgrano comiendo la comida del pedido que estaba adentro de la mochila», explicaron.
Ante la falta de controles por parte de la policía, los propios repartidores acordaron un sistema de comunicación permanente vía WhatsApp para estar al tanto de cualquier robo y poder rastrear hacia dónde se dirige el móvil robado. «Nos tenemos que cuidar entre nosotros». Acorde a lo registrado por los empleados, la zona de La Loma –dependiente de la Comisaría Cuarta– está entre las más afectadas por los robos.
«Hace un tiempo atrás, un ‘glover’ se peleó con un ladrón y lo mató en plena vía pública. ¿Cómo puede ser posible que se llegue a eso? ¿Tenemos que andar haciendo nuestro trabajo con un arma o con un cuchillo para defendernos solos? El Municipio se tiene que hacer cargo», expresó uno de los trabajadores.
«Hace un tiempo atrás, un ‘glover’ se peleó con un ladrón y lo mató en plena vía pública. ¿Cómo puede ser posible que se llegue a eso?»
En tanto, las miradas de los empleados fueron apuntadas al actual secretario de Seguridad local y ahora primer precandidato a concejal de Juntos por el Cambio en La Plata, Darío Ganduglia. «Queremos pedir que se haga cargo y hable con la Policía Local y el comando y ordene los patrullajes. Todos somos conscientes de que durante las vacaciones de invierno pusieron 3.000 efectivos en la zona de Plaza San Martín por los manteros. Es una locura y no se preocupan por los trabajadores que andan de noche».
«durante las vacaciones de invierno pusieron 3.000 efectivos en la zona de Plaza San Martín por los manteros. Es una locura y no se preocupan por los trabajadores que andan de noche»
«Ya ni siquiera es tanto por el dinero –a esta altura no queremos estar con tanta plata encima–. Pero si nos roban el celular, una bici o una moto, nos sacan 25 mil pesos de un solo golpe. Y la empresa no se hace cargo de nada», explicaron en conversación con Contexto.
Cabe recordar que los casos que más repercutieron fueron los de Kevin Sanhueza y Andrés Cortéz –ambos repartidores asaltados a punta de pistola–, ocurridos a finales del año pasado. A ellos se sumó otro episodio de un repartidor que fue apuñalado en la zona de 42 y 131. Los sucesos se volvieron virales a partir de la solidaridad de compañeros y medios de comunicación, que los hicieron visibles.
