Por Roberto Álvarez Mur
En sincronía con la detención del referente de la organización Tupac Amaru, Raúl Noro, la provincia de Jujuy sufrió un fuerte golpe ayer con la represión que sufrieron más de cien trabajadores del Ingenio Ledesma en plena manifestación por mejoras laborales y salariales. La seguridad privada de la planta, la Policía provincial y efectivos de la Gendarmería nacional atacaron a los empleados azucareros que se enfrentan a un escenario de apoyo mutuo entre el Gobierno nacional, la gestión provincial de Gerardo Morales y la relación directa con Carlos Blaquier, titular de la planta y apellido patronal histórico de Jujuy. Denunciaron que las fuerzas de seguridad usaron balas de plomo y que siete personas resultaron con heridas graves.
“Nos acribillaron, fuimos prácticamente fusilados por la Policía. Aparte de cagarnos a tiros, se nos cagaron de risa. Se manejan con total libertad e impunidad”, dijo a Contexto el secretario adjunto del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma (SOEAIL-CTA). Según informó el referente gremial, la Policía contaba con la orden del fiscal a cargo para seguir reprimiendo hasta desplazarlos del lugar.
Aguilera comentó que más de la mitad de los manifestantes resultaron heridos y en el momento hubo al menos un compañero hospitalizado. “Con el miedo que tenía de que la Policía lo secuestrara del lugar donde fuera hospitalizado, se decidió llevarlo a su vivienda”, aclaró el trabajador.
“El subcomisario mismo nos vino a decir que él tenía vía libre para reprimir de cualquier manera necesaria. Era lamentable, nosotros no somos delincuentes ni violadores, somos trabajadores que reclama por dignidad”.
En el Ministerio de Trabajo de la Nación, el Sindicato del Azúcar de Ledesma realizó 172 presentaciones en cuanto a las condiciones de trabajo. “Estamos muy atrasados respecto de lo que son los otros ingenios, que son más precarios y más chicos que Ledesma. En este petitorio particular se solicitaba para los compañeros temporarios once meses de trabajo. Porque están trabajando siete u ocho meses. Y para los compañeros eventuales, diez meses mínimo”, explicó Aguilera. Y agregó: “La Policía provincial comenzó a reprimir a todos los compañeros que nos encontrábamos manifestándonos, avanzaron con balas de goma, gases lacrimógenas, incluso casquillos de bala calibre 22. De 120 que estábamos allí, unos 80 sufrieron alguna herida o resultaron lastimados”.
Las miradas apuntan a las relaciones de poder político latentes entre la gestión local, el poder judicial y el aparato económico encarnado en el apellido Blaquier, de quien denuncian estar en negociaciones directas con el poder.
“Se siente respaldado por el actual Gobierno porque el propio Mauricio Macri vino a entregar la llave número mil de las viviendas que se hicieron acá en Ledesma, y fue él mismo quien vino a hacer el corte de cinta del comienzo de zafra”, dijo Aguilera.
“Esto se da en el contexto del montaje de un aparato judicial y policial en Jujuy. No hace más que confirmar la persecución política, al igual que sucede con Milagro Sala y ahora Raúl Noro”, dijo a Contexto el diputado provincial del Frente Unidos y Organizados (FUyO) y referente de la organización Tupac Amaru, Juan Manuel Esquivel, quien mostró su preocupación por la represión al reclamo de los trabajadores azucareros.
“Hoy en el Ingenio Ledesma está el poder real. Aquí, hace un mes, estuvieron Morales, Macri y Blaquier juntos. Ese es el poder real en Jujuy hoy. Ledesma fue investigada por complicidad con la dictadura militar. La Tupac Amaru y el liderazgo de Milagro Sala contribuyó a que se llevaran a cabo los juicios por crímenes de lesa humanidad con condenas ejemplares, y uno de los juicios que aún debía comenzar era el procesamiento de Pedro Carlos Blaquier”.
Luego de abandonar el predio a causa de la represión, los manifestantes decidieron concentrar en el acceso sur de la ciudad de Libertador San Martín, sobre la ruta nacional 34. “Con el historial represor que tiene la empresa Ledesma, y ahora con el apoyo del Gobierno nacional, la gente tiene miedo. Miedo de quedarse sin fuente de trabajo. Pero, después de haber sido víctimas de tal represión, seguimos en la ruta con la mayoría de los compañeros plegados a la lucha”, agregó Ricardo Aguilera.
Mientras tanto, la decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, Florencia Saintout, se pronunció respecto de los hechos sucedidos en el predio del Ingenio Ledesma. “Repudiamos enérgicamente la brutal represión que sufrieron los trabajadores del Ingenio Ledesma que fueron reprimidos con balas de goma y gases lacrimógenos por la Policía provincial mientras se manifestaban en pedido de reclamo de un aumento salarial del 43%”, expresó ayer la decana y concejal platense por el FpV, y agregó: “También nos solidarizamos con los compañeros de la Tupac Amaru que son víctimas de una feroz persecución política por parte de la alianza de gobierno”.