El domingo 21 de noviembre, el pueblo de Venezuela volverá a las urnas para elegir más de tres mil cargos: gobernadores, alcaldes y miembros del Poder Legislativos. Se trata del 28° proceso electoral de ese país en los últimos veintitrés años.
Para entender cómo se lleva a cabo este proceso, Contexto dialogó con Juan Romero, diputado venezolano del PSUV, quien explicó en qué condiciones se realizarán estas elecciones y cómo funciona el sistema electoral de ese país.
Romero recordó que «esta es la elección número veintiocho que experimenta el sistema político venezolano desde 1998. Esto da una primera aproximación interesante, porque entre 1958 y 1998, es decir, durante cuarenta años, solo se sucedieron quince elecciones, y en estos veintitrés años (1998-2021) ya hubo casi el doble».
Luego agregó que «en segundo término, desde el año 2000 comenzó y se mantuvo el proceso de automatización del sistema electoral venezolano. Proceso 100 % automatizado».
«En tercer lugar, dadas las presiones que en el marco de la guerra híbrida que se ha mantenido contra Venezuela se han venido generando en términos de bloqueo diplomático, manipulación de la agenda mediática, intentos de intervención violentando el principio de respeto a la soberanía establecido en el derecho internacional, estas elecciones se dan con acompañantes observadores y expertos electorales que, de alguna manera, van a servir de veedores del proceso», remarcó.
Romero señaló que «en cuarto término, este proceso electoral se da luego de una negociación muy amplia que tuvo su expresión en las rondas de diálogo que se realizaron en la Ciudad de México y que contaron con la intermediación del Reino de los Países Bajos, el Reino de Noruega y la facilitación del Gobierno de México. Esta elección es producto de esos acuerdos de esos esfuerzos del Gobierno nacional de Venezuela por encausar los mecanismos para dirimir las diferencias a través del voto. Esto es algo que se debe subrayar, el esfuerzo del Gobierno del presidente Nicolás Maduro por sacar a sectores de la oposición de ‘la agenda transgresora’, es decir, de una agenda que ha insistido en salidas no institucionales, como el asesinato, el magnicidio, la asfixia económica, la guerra psicológica, las medidas coercitivas unilaterales, etc. Agenda que buscaba aplicar en Venezuela el manual de operaciones especiales formulado por el Departamento de Guerra de los Estados Unidos».
«Por lo tanto, esta elección número veintiocho se da en unas condiciones muy específicas de presión sobre la sociedad venezolana en general y, en particular, sobre el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y las fuerzas políticas que lo acompañan agrupadas en el Gran Polo Patriótico», sostuvo el diputado.
Romero advirtió que «cuando se analizan las declaraciones injerencistas de Estados Unidos y la Unión Europea, se avizora que los analistas de inteligencia de Washington y la Comisión de Política Exterior de la Unión Europea entienden que, a pesar de las sanciones criminales que han significado más de 196.000 millones de dólares en pérdidas, un ataque hiperinflacionario contra la moneda venezolana [el Bolívar] que no cualquier sociedad podría soportar, y de todos los ataques que se han realizado contra nuestro país, el PSUV va a obtener un muy buen resultado electoral y de las veintitrés gobernaciones que están en disputa se obtendrá, como mínimo, diecisiete, y algo similar podría ocurrir respecto de las alcaldías y los cargos legislativos».
«Por eso, los organismos de inteligencia de Estados Unidos y la Unión Europea van a intentar deslegitimar el proceso electoral en Venezuela. Pero hay que tener claro que el sistema electoral venezolano es de los más seguros y confiables del mundo. Es el único en el mundo que tiene diecisiete auditorías previas al proceso de elección; eso implica que todas las partes estén de acuerdo antes para que el proceso se realice. En segundo lugar, el sistema electoral venezolano tiene tres sistemas de comprobación. El primero es que el ciudadano para votar tiene que identificarse con su huella dactilar, si no, no se le abre el sistema electoral. El segundo mecanismo de control es que, cuando se ejerce el voto, se le da un registro impreso, ahí no hay posibilidades de alteración del voto; ese registro impreso lo ve el propio elector y luego lo introduce en la urna. Finalmente, el sistema electoral venezolano es el único en el mundo que realiza más de un 50 % de verificación de los resultados de las mesas de forma aleatoria: nadie sabe de antemano qué mesas se van a verificar».
Por último, Romero remarcó que «seguramente, el proceso electoral de este domingo 21 será una muestra más de civismo y nos permitirá a los venezolanos terminar de transitar hacia un camino de paz donde podamos dirimir nuestras diferencias mediante mecanismos democráticos».