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Salta: un triunfo que proyecta futuros

Por Víctor Arancibia (desde Salta)

La jornada electoral de Salta va definiendo perfiles que se vienen mostrando desde hace ya mucho tiempo, pero que en momentos claves, como en una elección, se hacen más evidentes. La votación de los dos candidatos con posibilidades de ser electos puso en evidencia ya no sólo dos proyectos políticos en pugna, sino dos concepciones ideológicas que marcan la relación entre los protagonistas de las imágenes y la sociedad. Dos modos que se perfilan como los componentes de la contienda electoral en el país.

La votación del candidato a gobernador de «Salta no une», el ex gobernador y actual senador Juan Carlos Romero, se produjo en una de las escuelas del centro de la ciudad a las 11hs. Llegó acompañado –en realidad custodiado– por un grupo de gendarmes a pedido del propio candidato, y con ese mismo esquema tomó contacto con la prensa. Las imágenes tomadas por los medios presentes son un testimonio de esta situación. La imagen no hizo más que actualizar otras que vinculan al candidato apoyado –aunque tibiamente– por el PRO y por el massismo con las represiones de la década del noventa y la implementación de los ajustes durante el desarrollo de las políticas neoliberales. La imagen de Romero rodeado por las fuerzas de seguridad que dificultaban la cobertura periodística hacía pensar en las imágenes de los trabajadores declarados «excedentes» del Estado y, por lo tanto, desalojados de sus fuentes de trabajo. Era imposible no pensar en aquella noche de Pascuas del año 2005 en la que una manifestación de docentes que reclamaban por aumentos de salarios fue violentamente reprimida por el entonces gobernador Romero.

Las declaraciones enunciadas en el momento posterior a emitir su voto acompañaban esas imágenes. Volvió a hablar de fraude, pero cuando los periodistas comenzaron a requerirle pruebas o preguntar si iba a realizar la denuncia del delito que (a pesar de haberla anunciado con mucho estruendo el día de las PASO) no había concretado ante la Justicia, sostuvo que él sólo señalaba irregularidades. Típica estrategia que trata de construir un estado de sospecha y que luego no se sostiene, no se prueba. Estrategia conocida en este país en la que muchos hacen denuncias públicas grandilocuentes pero que luego no sostienen en los ámbitos correspondientes, como la Justicia.

FRENTE AL PREJUICIO DE QUE LAS IMÁGENES DE LOS MEDIOS IDIOTIZAN, LAS ELECCIONES DAN CUENTA DE QUE LA CIUDADANÍA LAS LEE MEJOR DE LO QUE MUCHOS «GURÚES» DE LOS MEDIOS DICEN.

La otra imagen es la del actual gobernador llegando a votar en su propio auto, arribando al lugar en medio de un revuelo de periodistas de diferentes medios del país que trataban (como en las PASO) de preguntarle de todo. Las preguntas de los periodistas que rodeaban literalmente a Juan Manuel Urtubey rondaron por todos los temas: la modalidad de votación, la importancia de la elección para la democracia, la necesidad de que el país no vuelva atrás. El gobernador homologó la elección provincial con la nacional y hasta habló del clima: dijo que era un lindo día para comerse unas buenas empanadas salteñas, aunque sin vino, porque regía la veda. Obviamente influyó en el modo relajado los catorce puntos de diferencia de las PASO, pero tampoco en esa oportunidad se vio una situación diferente a la imagen calma de contacto con los medios de comunicación.

Las imágenes eras claras, tanto las que se vieron por televisión como la que describían los medios y las que circulaban por las redes sociales: el actual gobernador llegando en su auto, el ingreso a la escuela sin custodia, el saludo con los votantes, los ciudadanos sacándose fotos a su lado y muchas selfies. El retiro fue de la misma manera. Tranquilo con las estridencias de ser el gobernador de la provincia y el ganador de las PASO, pero sin que se impidiera el trabajo de nadie, salvo los empujones entre los mismos trabajadores de prensa en pos de la mejor declaración, de la foto más importante.

Las imágenes tienen una potencialidad que siempre explota en los momentos claves de una cultura. Muchos teóricos han dado cuenta de esta consideración casi irrefutable. Las imágenes contrapuestas, que muchos medios mal llamados «nacionales» quisieron plantear como una polarización, dan cuenta de los modos en que se visibilizan las formas de hacer política. Cada imagen es una confesión de parte, pero a la vez es la explicitación de las redes, que tienen formas similares de construcción de poder.

Sobre el resultado, escrutado el 99,75% de los votos, Juan Manuel Urtubey obtenía el 51,22%, mientras que Juan Carlos Romero alcanzaba el 30,6%. Evidentemente, las imágenes hablan; pero lo que muestran los resultados también es que las imágenes cada vez son mejor leídas por todos y todas. Frente al prejuicio de que las imágenes de los medios idiotizan a la población, las elecciones dan cuenta de que la ciudadanía las lee mejor de lo que muchos «gurúes» de los medios dicen.


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