El Hospital Posadas, ubicado en el barrio El Palomar del partido de Morón, vive horas de tensión ante el virtual despido de unos 120 trabajadores del área de enfermería, tras su exclusión del listado de renovación de contratos publicado por las autoridades esta semana. Entre quienes se consideran cesanteados, se encuentran trabajadores que llevan casi dos décadas de trabajo, junto a otros que además son referentes gremiales de ATE y CICOP dentro de la institución dependiente de nación.
Durante el transcurso del día, el personal de empleados y profesionales del Posadas mantuvo una acalorada asamblea en el hall de la sede para discutir cómo se organizarán para enfrentar la situación y rechazar las medidas. El conflicto se desató a partir de una resolución publicada el pasado viernes 12, donde se anunció la prórroga hasta fin de año de una determinada cantidad de contratos.
En tanto, quienes quedaron excluidos de ese listado no han recibido notificación oficial alguna sobre su destino. Uno de los sectores más afectados es el turno noche de enfermería en terapia pediátrica, que pasará de tener ocho trabajadores a solo tres.
Asimismo, mientras los trabajadores realizaron la permanencia en el hospital, el gobierno decidió enviar a la Policía con fines intimidatorios, e incluso detectaron a dos infiltrados dentro de la asamblea que luego escracharon en redes sociales.
“A pesar de desmentidas previas, las autoridades del Hospital Posadas han instrumentado medidas que, de no revertirse, culminarán en una ola de despidos masivos. Los mismos tendrían un claro contenido revanchista contra trabajadores que luchan y se organizan”, afirmaron desde el Posadas mediante un comunicado.
A su vez, unos 132 profesionales de áreas como Neurocirugía, Laboratorio, Pediatría, Kinesiología, entre otras, son sometidos a condiciones paupérrimas bajo la condición de “Homologados a la carrera profesional”, figura legal que mantiene la prestación de servicios por parte de los profesionales a plena dependencia de la voluntad de las autoridades, sin garantías de estabilidad. Respecto de esto, el doctor Luis Lichtensztein, médico de la institución, dialogó con Contexto y expresó: “Estos médicos nunca firmaron un contrato con el Hospital. A ellos se los exhorta a que a mediados de marzo firmen un contrato, denominado ‘48’, que según el convenio colectivo es un contrato específico para tareas transitorias o estacionales. Esto es, por ejemplo, si en invierno llega a haber un brote de bronquiolitis y se necesita personal médico”.
Lichtensztein definió este contrato como un “cheque en blanco para las autoridades”, ya que avalaría que puedan rescindir el contrato en cualquier momento. “En el convenio colectivo se establece que no puede haber más de un 15% de contratos tipo ‘48’. A esta altura, en el Hospital hay un 80% de trabajadores bajo esa modalidad”, expresó el médico.
En tanto, gran parte de los despedidos son trabajadores con una larga experiencia y formación dentro de la institución. Tal es el caso de Luis Sucher, trabajador despedido del Posadas después de diecinueve años de labor y con la mitad de ese trayecto como delegado gremial de ATE.
“Todos estos años trabajé bajo modalidad precaria, bajo un contrato llamado ‘Contrato Posadas’, que tenía una cláusula de renovación automática que se mantuvo durante las distintas gestiones de gobierno. Hoy me enteré, por una resolución, de mi supuesta cesantía de la que nadie se termina de hacer cargo, ya que nos informaron que no estamos contemplados dentro de los listados de los contratos que se renuevan, ergo, estamos despedidos”, manifestó Sucher a través de un extenso descargo público, donde agregó: “Esto se da en el marco de cientos de despidos en el Estado y el sector privado con el fin de generar las condiciones para pasar la reforma laboral. En nuestro caso, desde que llegó esta dirección al hospital de la mano del gobierno, no dudó en perseguir, despedir cientos de compañeros, aumentar los horarios laborales, privatizar sectores como vimos en limpieza, naturalizar la precarización proliferando los monotributos, abriendo las puertas para un ataque mayor con cientos de despidos”.
Por lo pronto, los trabajadores y trabajadoras del Posadas marcharon a las oficinas de UPCN a exigir el respaldo gremial y continúan en plena discusión sobre el rumbo a seguir para frenar estos despidos.