El Ministerio de Salud que conduce Mario Lugones, anunció la decisión de «no renovar 1400 contratos» en medio del «reordenamiento de sus competencias y del redireccionamiento de las políticas sanitarias», una medida que afecta directamente a hospitales como el Posadas, el Bonaparte y el Instituto Nacional del Cáncer.
«Esta optimización de los recursos humanos del Ministerio de Salud de la Nación, organismos desentralizados y hospitales nacionales, se realiza en el marco del cambio de sus estructuras y a partir de la identificación de irregularidades en la contratación del personal druante la gestión anterior, a la duplicación de funciones y al incumplimiento de tareas», anunció en un comunicado el Gobierno nacional.
Tras conocerse la noticia, la Federación Nacional de Profesionales de la Salud (Fesprosa) manifestó su absoluto repudio y clasificó de “mentiras” las supuestas irregularidades en las contrataciones.
“El ministro miente, porque según él los despidos serían la consecuencia de profundas auditorías y evaluaciones realizadas en 2024 que, casualmente, dan un número redondo”, expresaron desde la Federación. “No son ni 1398 ni 1403, son 1400 exactos, lo que indica a las claras que se trata de una decisión enmarcada en la política de la motosierra de cerrar áreas y recortar prestaciones indispensables para los pacientes más desfavorecidos, que son los 20 millones de personas con Cobertura Pública Exclusiva (CPE)”, denunciaron desde la Fesprosa.
“Inmediatamente a la publicación del decreto 1138, que eliminó las direcciones de tuberculosis, lepra y hepatitis, nos enteramos de la primera lista de despedidos en el Hospital Sommer. De los 1400 trabajadores, cesantearon al 15% de la planta, 180 trabajadores y trabajadoras”, denunciaron desde el FESPROSA. «Entre ellos se cuentan técnicos indispensables, profesionales de guardia, enfermeros y ambulancieros, sustrayendo capacidad operativa a un hospital que surgió como alternativa de atención en la pandemia y se convirtió en referencia para los pacientes del área oeste del conurbano», agregaron.
“El ministro Lugones, un gran empresario privado de salud, no tiene miramientos en dar un golpe mortal a las estructuras nacionales de atención pública sanitaria”, concluyeron en la Federación.
En los hechos el ajuste abarca además del Ministerio de Salud, al PAMI, Hospital Español, Hospital Bonaparte, Hospital Sommer, Hospital Posadas, Hospital René Favaloro, Hospital Cuenta Alta, Instituto Nacional del Cáncer, Superintendencia de Servicios de Salud, Sedronar, ANDIS, ANLIS – Malbrán, ANMAT y al Inareps.
Los anuncios generaron protestas en el Hospital Posadas y en el Bonaparte, dos de los sectores más afectados. Particularmente en este último dedicado a la salud mental, los despidos abarcan a 200 personas entre los que se destacan 40 psicólogos; 20 médicos psiquiatras y clínicos; 20 enfermeros; odontologos y farmacéuticos. «No hay personal para sostener ningún servicio, incluida la guardia e internaciones. Miles de pacientes quedan sin atención», informaron desde ATE.
«Esto es casi un cierre del Hospital. No podemos funcionar así. No podemos abrir la guardia. Tenemos gente internada a la que le echaron el equipo terapeutico, es inviable. Está inoperativo el lugar», explicó Leonardo Fernández Camacho, delegado General de la Junta Interna de ATE en el Hospital Bonaparte.