Trabajadores y trabajadoras de la Secretaría de Convivencia y Control Ciudadano de La Plata se encuentran movilizados exigiendo la reapertura de paritarias prometida por el intendente Julio Garro. Sin novedades, desde mediados de noviembre mantienen fuertes jornadas de protesta, dejando a la ciudad con una merma de inspectores e inspectoras.
Según detallaron a Contexto, los trabajadores de la Dirección de Tránsito perteneciente a la Secretaría hoy cuentan con sueldos a la baja que promedian entre 9.000 y 20.000 pesos, por lo que exigen, ante la escalada inflacionaria, una actualización de sus haberes, tal como el Ejecutivo prometió mediante un acta acuerdo.
Los trabajadores de la Dirección de Tránsito perteneciente a la Secretaría hoy cuentan con sueldos a la baja que promedian entre 9.000 y 20.000 pesos.
«Estamos reclamando reapertura de paritarias. Nos la deben hace cuatro meses», explicó a este medio Roberto García, delegado de la Dirección, quien recordó que en septiembre mantuvieron un encuentro con el mismo Garro, donde se le planteó la necesidad de una cláusula gatillo ante los constantes aumentos. Sin embargo, el alcalde negó el pedido, pero aceptó una revisión similar para igualar la inflación.
A pesar de ello, el acuerdo con la firma del intendente se viene incumpliendo. «Nunca más nos abrió las puertas», sostuvieron.
Insólitamente, desde la Comuna se planteó una mesa paritaria pero fue rechazada por los trabajadores ante la irrisoria oferta. «Nos llaman a paritarias y nos dicen que tienen cero pesos. Que están en rojo. La reunión duró tres minutos porque nosotros nos levantamos y nos fuimos», detalló García.
Roberto garcía (delegado): «Nos llaman a paritarias y nos dicen que tienen cero pesos. Que están en rojo. La reunión duró tres minutos».
Desde entonces, las y los trabajadores de Tránsito mantienen un plan de lucha que comenzó con retenciones de cuatro horas a seis horas, más constantes asambleas, con el que consiguieron una reunión el viernes pasado, que nunca se efectuó. «Nunca nos llamaron. Nos sentimos manoseados», sostuvieron.
Ante este escenario, decidieron volver a las calles con un corte en las oficinas de 20 y 50 y una fuerte protesta puertas adentro, con la toma del edificio, en busca de que Julio Garro cumpla lo acordado.