Por Leandro Gianello
Durante la jornada “Encuentro Memoria Verdad y Justicia: La dictadura militar ayer y hoy”, en la que también se presentó el inicio de un nuevo ciclo lectivo del programa FINES II, la madre de Plaza de Mayo Herenia Martínez de Sánchez Viamonte, aseguró que los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner “fueron muy importantes para la reivindicación de la lucha” de los militantes durante la dictadura cívico militar.
El encuentro se realizó en la sede del Centro Comunitario de Extensión “Por un Futuro Mejor” que la Facultad de Periodismo y Comunicación Social gestiona en barrio Altos de San Lorenzo, conmemorando además el 39° aniversario del golpe de Estado que enlutó a la sociedad argentina.
Herenia, sentada en una mesa en la vereda del Centro y rodeada de vecinos, hizo una reseña de los eventos que provocaron rupturas democráticas desde la caída del Peronismo, concentrando sus recuerdos en los últimos 39 años y en la dictadura genocida a la que describió como un “golpe cívico militar”.
Ante la mirada de numerosos jóvenes y madres, que capeaban un atardecer más fresco que lo normal para un marzo platense, Herenia recordó “los horrores” que tuvieron lugar a partir de 1976, cuando los grupos de tareas actuaban como “cazafantasmas que entraban por las noches, encapuchados”, llegando “con un Ford Falcon verde, donde luego se llevaban a cualquiera que encontraban” y, como macabro broche de oro, todo objeto de valor que pudieran robar.
En este esquema de represión y persecución ideológica, “la iglesia, salvo honrosas excepciones, no ayudó en nada”, expresó la Madre de Plaza de Mayo; “incluso acá en La Plata el Monseñor (Antonio José) Plaza”, en ese entonces capellán, “iba a los campos de concentración y repartía medallitas para que los detenidos delataran a sus compañeros” militantes, recordó.
Con el terrorismo de Estado vigente y en un punto por demás álgido, las Madres comenzaron a reunirse en torno a la Plaza de Mayo, porque “solas no hubiésemos conseguido nada, y además, el enemigo estaba en frente”, en la Casa Rosada, señaló Herenia.
Durante la llegada de Alfonsín, se abrió una ventana de esperanza para encontrar o tener certeza del paradero de aquellos que nunca más volvieron a casa, pero esa expectativa se truncó luego de los juicios a los jerarcas de la dictadura, “que seguían siendo poderosos” y obligaron a la joven primavera democrática a dar un paso atrás en su afán de temprana justicia.
Párrafo aparte merece la aberrante práctica del robo de bebés, que Herenia resumió como otra forma de humillación y dominación con los detenidos, torturados y desaparecidos: a los recién nacidos “los entregaban como si fuera un perrito” a los amigos de los militares que vivían frente a la ex ESMA.
“Lo que pasó fue indescriptible”, agregó Herenia, pero aún así destacó que “la democracia es el mejor gobierno que nos puede tocar” y que gracias a Néstor y Cristina Kirchner, “nunca más vamos a aceptar otro golpe de Estado”. Los militares “diezmaron una generación, no hay que ser indiferentes”, expresó.
El panel contó con la presencia del Secretario de Extensión de la Universidad Nacional de La Plata, Leandro Quiroga, que reafirmó los dichos de Sánchez Viamonte y destacó asimismo la presencia de la Universidad en los barrios con el programa FINES, un hecho que “tiene que ver con una visión que venimos militando hace años”.
Este momento político actual, en el marco de un año clave para continuación de los logros de una década ganada en igualdad e inclusión, “existe una disputa por dos proyectos de país”, indicó Quiroga, entre uno que es conservador y regresivo y otro que promueve y valoriza el tejido social más vulnerable con un compromiso firme del Estado.
En este sentido, hay que reivindicar a la “militancia como proyecto de vida”, puntualizó el Secretario de Extensión de la UNLP, agregando que “en este tiempo histórico tenemos la responsabilidad de acompañar a Cristina Kirchner hasta el último día de su mandato”.
De cualquier manera, “hay que trabajar por cuatro años más de mandato y diez años más” para conformar otra “década ganada”, recordando que todos estos logros y avances sociales que experimentamos en Argentina “son posibles por las decisiones políticas que tomó Néstor Kirchner”, sintetizó Quiroga.
Ante el panorama de una derecha organizada, Quiroga resumió que hay que dar “esas pequeñas peleas cotidianas” en todos los frentes en donde se busque retrotraer los derechos adquiridos, lo que implica enfrentar esa tendencia política “en la calle, en la desinformación mediática”, apelando a la “militancia en barrios, con nuestros vecinos”.
Por su parte, la militante social y referente del Centro Comunitario de Extensión , Susana «Pocha» Camiña, hizo un breve repaso por sus años de formación en los que le “enseñaron palabras que nunca había escuchado”, tales como justicia social e independencia política.
Durante la “noche negra de la dictadura”, aseveró que “tenía miedo que se enteraran que era peronista y que militaba”, y que luego de un largo silencio durante el menemato, Néstor Kirchner hizo que volviera a creer cuando dijo en su asunción que “no iba a dejar las convicciones en la puerta” de la Casa Rosada.
Camiña recalcó que en algunos lugares de la sociedad “se olvidan que Cristina (Kirchner) es una mujer que ha sido vapuleada y denostada”, pero que aún así con sus políticas de inclusión, “le devolvió la dignidad a quienes la necesitaban”.
“Tenemos todas estas conquistas para defender” y “no queremos ser ricos, queremos ser dignos”, aseguró, agregando que los sectores de derecha y los medios “quieren tapar el cielo y el sol con las manos, pero no se puede porque el cielo es peronista”, concluyendo en que a pesar del panorama que buscan presentar, “hay patria para rato”.
En el panel también participó el nieto de identidad restituida y actual referente de Abuelas de Plaza de Mayo, Leonardo Fossati, quién subrayó que hoy “hay mucha juventud que se suma a estas políticas” de Estado impulsadas desde el Gobierno que recuperan la lucha de los desaparecidos durante el terrorismo de derecha, “participando con el compromiso y la defensa de esta bandera”.
Actualmente, “las madres son el ejemplo, son nuestro faro” en la búsqueda de la Memoria, la Verdad y la Justicia, agregó Fossati.
Por último, el hijo de padre desaparecido y Director de Formación de la Secretaría de Derechos Humanos de La Nación, Matías Moreno, enfatizó en “reconocer el trabajo de quienes llevan adelante el plan FINES”, valorando el esfuerzo tanto de los educadores como de aquellos que buscan completar su formación secundaria en un contexto de ampliación de derechos.
Asimismo, para finalizar el acto, Moreno opinó en concordancia con el Secretario de Extensión Leandro Quiroga al referirse al debate “entre dos modelos de país”: uno que impulsa “el ajuste y el endeudamiento” y el otro, “un proyecto nacional que nos sigue enamorando”.