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Segunda “Copa Juanjo Aranguren”: un picado como protesta al tarifazo

Para visibilizar su crítica situación que en nada cambió desde el año pasado, clubes de barrio de distintos puntos del país, acompañados por otros sectores damnificados como gremios, pymes, fábricas recuperadas, centros de jubilados, centros culturales, comercios y asociaciones de consumidores, realizarán hoy desde las 13 hs en las puertas del Ministerio de Energía en C.A.B.A. (Paseo Colón 189) la segunda edición de la “Copa Juanjo Aranguren”, como reclamo al ex titular de Shell en el país por los abusivos aumentos en las tarifas que dejan en jaque a las instituciones.

El invierno pasado se llevó a cabo la primera edición del original reclamo, como protesta al tarifazo aplicado por el macrismo en los servicios que generó que los clubes reduzcan o directamente cancelen muchas de sus actividades, que incluyen, entre otros sectores, a jóvenes que de otra manera no pueden pagar para hacerlas.

Para la “Copa Juanjo Aranguren”, los organizadores recibieron el apoyo de las dos CTA, la CGT, ATE, CTEP, Suteba y otras organizaciones de trabajadores.

El ministro de Energía anunció el nuevo tarifazo de luz a fines de enero, sumado al del año pasado, que tuvo una fuerte resistencia en las calles. Los aumentos oscilan entre el 60 y el 148%. También prometió dos aumentos más: uno para noviembre de este año y otro para febrero del año que viene. A esto se le agrega el inminente aumento del gas, que sería alrededor del 50% a partir de abril, de acuerdo con los números que las empresas le acercaron al Gobierno.

“Desde que comenzó el tarifazo, la situación de los clubes de barrio es desesperante. Recibimos aumentos que van del 500 al 1.000%, excediendo lo que anunció el Gobierno nacional”, dijo a Contexto Cristian Font, titular del Observatorio Social y Económico de Clubes de Barrio y Afines (OSECBA), entidad de alcance nacional cuya función es sostener los clubes de barrio.

Font precisó que las medidas que comunicó el Gobierno luego de las protestas del año pasado quedaron en “anuncios”. No se implementó la Ley 27.098 de “Promoción de los clubes de barrio y pueblo”, que significa que reciban una tarifa social. Tampoco recibieron otro tipo de descuentos en las tarifas, como había dicho Mauricio Macri.

Los requisitos que pide el Gobierno para que los clubes se regularicen son costosos, sin distinguir clubes de barrio de grandes instituciones, y los clubes no están en condiciones de pagarlos. “De los 20 mil clubes de barrio del país, sólo 1.500 están en condiciones de acceder  a las devoluciones que dan los bancos una vez pagadas las facturas”, dijo Front.

“De 3 mil o 4 mil pesos bimestrales que pagábamos por todos los servicios, pasamos a pagar 20, 30, 40 y hasta 100 mil pesos mensuales”, agregó Font. El directivo también afirmó que, debido a que los servicios aumentaron considerablemente, “la plata no alcanza para reacondicionar la infraestructura de los clubes, por lo que se deterioran cada vez más”.

En el club Chacarita Platense de la capital bonaerense pagan ocho mil pesos sólo de luz, con una cuota de socio de treinta pesos más un cobro por las actividades que muchos no pueden pagar, por lo tanto reciben una beca del club. “De los cuatrocientos que hacen actividades, más de la mitad no está en condiciones de pagar”, dijo a Contexto Emiliano Rodríguez Molina, dirigente del club. “Estamos en la misma situación que la del año pasado”, añadió.

“El tarifazo nos ha pegado muy fuerte”, dijo a Contexto Ricardo Mayor, presidente del club Wilcoop de Avellaneda, por el que desfilan mil personas por día haciendo actividades. “En luz tuvimos aumentos del 500%, en gas 350% y en agua 1.100%. Esto provocó un desfasaje en nuestras cuentas. Tenemos una cuota básica familiar de cincuenta pesos. Si tuviéramos que aumentarla proporcionalmente al aumento de las tarifas, sería inaccesible. Este es un barrio obrero, donde mucha gente está sin trabajo y con un montón de complicaciones por el aumento en los costos de vida”, afirmó.

“Hemos tenido alguna reunión con Mac Allister –continuó–. Nos prometió una tarifa social para quienes tengan la documentación al día, pero después se borró y no recibimos ningún apoyo ni colaboración de la Secretaría de Deportes”.

La asfixia que sufren los clubes es común en distintos puntos del país. En Santa Cruz, el presidente de la Federación de Clubes de Barrio de esa provincia, Wilson Paredes, resaltó en diálogo con este medio la importancia de la protesta: “nos permite poner la problemática en la discusión política ante el silencio de la mayoría de los medios de prensa, como si todo se hubiera solucionado”.

“Tenemos una mirada territorial para que el deporte se siga practicando, y la copa es una manera de protesta, de generar una actividad social y deportiva para también poner en el tapete la fachada de este Gobierno, que lo único que hace es cerrar los espacios de participación, cuando el deporte es un derecho”, aseguró.

“Para los ganadores –ironizan los organizadores de la “Copa Juanjo Aranguren”– habrá fabulosos premios: planchas a carbón, crédito por 4 hs de uso de computadoras y microondas a batería para que Juanjo no te pase factura”.


 

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